Unas primarias «exprés» para ratificar al candidato Pablo Iglesias. Unidas Podemos inició ayer su proceso de primarias para elegir al candidato y a su lista para competir contra la presidenta Isabel Díaz Ayuso en las próximas elecciones autonómicas del 4-M. Un proceso que se entiende en mero trámite en el partido morado, ya que confían en que no existirán apenas rivales, y que, de haberlos, ninguno contará con opciones reales de hacer sombra al todavía vicepresidente segundo Pablo Iglesias.

La falta de oposición crítica en Unidas Podemos facilita al secretario general de Unidas Podemos un proceso de elección sin sobresalto alguno. Lejos quedan procesos enfangados como los que sí suelen acaecer en las comunidades autónomas, como en Navarra donde actualmente se enfrentan hasta tres corrientes del partido.

El partido se encuentra obligado a realizar primarias en todos los procesos, según marcan sus Estatutos. Desde que Iglesias anunciara este martes su intención de liderar la candidatura de Podemos Madrid y de abrir el proceso de primarias, todavía no se ha desvelado ningún otro candidato dispuesto a rivalizar la candidatura contra Iglesias, ni tampoco se esperan. Desde la formación repiten como mantra que Iglesias es el único candidato posible, y con opciones a disputar el liderazgo a Díaz Ayuso.

De hecho, la formación se encuentra preparando de lleno ya la lista de candidatos que acompañarán al también secretario general de Podemos, una operación que, a día de hoy, se conforma en el más absoluto secreto. No se espera que en las listas repita la actual cabeza de partido en la Asamblea de Madrid, Isabel Serra, debido a que se encuentra a la espera del recurso de casación al Tribunal Supremo tras su condena por unos altercados ocurridos con la policía durante la paralización de un desahucio en 2014, la cual, sí se materializa se saldaría con su inhabilitación para el ejercicio de cargo público. Otro de los escenarios en los que ya trabaja la formación es el de como abordar la confluencia madrileña con Izquierda Unida, con quien repetirán cartel. Desde el partido de Alberto Garzón habían llamado esta semana a la suma de fuerzas entre los partidos de izquierda antes de que se materializara el salto de Iglesias a la política madrileña. Pedían tanto a Podemos como a Más Madrid una lista unitaria para evitar la fragmentación del voto de izquierdas. Una suma que también trató, de manera envenenada, ahondar el propio vicepresidente este mismo martes, cuando lanzó una «opa» al partido de Íñigo Errejón en la Comunidad Más Madrid, y que el partido declinó de facto entre acusaciones de machismo a Pablo Iglesias al entender que se les pretendía ofrecer una «lista cocinada» liderada por el líder de Unidas Podemos. Así, Más Madrid, concurrirá por separado y bajo la candidatura de Mónica García, que consiguió 20 diputados autonómicos en los últimos comicios, superando así a los morados que se quedaron con siete escaños y casi al borde de la desaparición electoral al obtener

El proceso, que se inició ayer, durará hasta el próximo 28 de marzo, esto es una semana, según informa el partido. La preinscripción de candidaturas, sin embargo, tan solo estará abierta durante cuatro días, es decir, hasta este domingo. Los días 22 y 23 son los destinados a pedir y conceder avales personales y colegiados y ese mismo martes se procederá al registro de las listas. Las candidaturas se publicarán el miércoles 24 de marzo y desde ese momento se podrá hacer campaña para las «elecciones», que tendrán lugar el viernes 26 y sábado 27 de marzo con votaciones telemáticas, hasta que el domingo 28 se conozcan los resultados.

Será ese día el que el partido ratifique finalmente a Iglesias como su candidato, así como la lista que acompañe a Iglesias, que, deberá ser «cremallera», es decir hombre-mujer-hombre-mujer, para cumplir con el requisito de listas paritarias que marca el partido.

Desde entonces, Iglesias se centrará de lleno en la preparación de la campaña electoral con el objetivo de «desbancar a la ultraderecha» de la Comunidad de Madrid. Será alrededor del 18 de abril –día que da comienzo la campaña electoral– cuando el vicepresidente segundo renuncie a sus cargos ejecutivos en el Gobierno y, al mismo tiempo, deje su acta como diputado en el Congreso, según confirman fuentes de Podemos. Desde entonces, se enfrenta a un periodo de dos semanas sin aforamiento judicial que puede animar al juez de la Audiencia Nacional a motivar una imputación contra el vicepresidente por el «caso Dina».