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El juez recela de la versión que dio Cospedal sobre Villarejo

El magistrado Manuel García Castellón cree que las explicaciones de la exministra avalan que las reuniones que tuvo con el comisario fueron “profesionales” y de “trabajo”

El juez que investiga en la Audiencia Nacional el espionaje a Luis Bárcenas, Manuel García Castellón, mostró ayer sus dudas sobre las explicaciones que le dio María Dolores de Cospedal sobre sus relaciones con José Manuel Villarejo. La ex secretaria general del PP circunscribió las entrevistas y conversaciones que mantuvo con el comisario a la esfera “social”, ya que su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, era amigo del comisario. Sin embargo, el magistrado le hizo ver que eso era incompatible con la justificación que dio para reunirse con Villarejo en la sede del PP, que no era otra que estaba preocupada por un posible espionaje al partido.

“¿Por qué dice que eran reuniones sociales cuando realmente estaban hablando de cuestiones profesionales?”, interpeló el magistrado, que no entendía que Cospedal reconociera que recurrió a Villarejo porque temía que estuviesen espiando al partido. Por eso, el juez le hizo ver, según relatan las diferentes fuentes consultadas por LA RAZÓN, que si realmente estuvieron hablando “del espionaje, y el comisario se estaba ofreciendo, no era una conversación social, era profesional, pues estaban hablando de “trabajo”.

Cospedal declaró que cuando su marido le presentó a Villarejo le dijo que trabajaba en el mundo privado y que colaboraba con un despacho de abogados. Explicó que el mismo día que tuvo la primera entrevista, en 2009, recibió a los sindicatos de la Policía, que le aseguraron que era un comisario “muy reconocido”.

“Pidió conocerme”

“Él fue el que pidió conocerme a mi”, destacó Cospedal, que explicó que a Villarejo le interesaba conocerla porque era la secretaria general del partido líder de la oposición. Sin embargo, subrayó que nunca le dio información relevante, puesto que todo lo que le contaba ya lo sabía por los abogados del partido, que estaban personados en el “caso Gürtel”, y por las informaciones de la prensa.

La ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal saluda desde un taxi a su salida de la Audiencia Nacional
La ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal saluda desde un taxi a su salida de la Audiencia NacionalA. Pérez MecaEuropa Press

La que fuera “número dos” del PP aseguró que le pareció “interesante” entrevistarse con el comisario, que mantenía buenas relaciones con numerosos periodistas, ya que en esos momentos estaba preocupada porque el PP podía estar siendo espiado desde un edificio aledaño. También pretendía descubrir el origen de supuestas filtraciones que afectaban a su “amiga” Rita Barberá.

En ese momento de la declaración el magistrado le interpeló sobre si era consciente de que al realizar un encargo a Villarejo, que tenía una empresa privada, tendría que pagarle por el servicio. Pero Cospedal reiteró que sus reuniones con el comisario entraban en el ámbito de la esfera social, y que no le había realizado ningún encargo profesional.

Mera “cortesía”

El juez preguntó entonces por qué en la grabación de la primera reunión que tuvieron en 2009 Villarejo y López del Hierro hablan de pagos. Y Cospedal justificó esta frase por mera “cortesía”.

Sin embargo, el fiscal Miguel Serrano recordó a Cospedal que varias anotaciones de las agendas de Villarejo aluden a supuestos abonos de dinero. En concreto, el 21 de junio de 2013, bajo el nombre “Orti”, en alusión al jefe de Gabinete de María Dolores de Cospedal, José Luis Ortiz, el comisario escribió: “Cuidado, pago pendiente, queda pendiente comentarlo con Cospe”. El 15 de septiembre de 2014 apuntó que Ortiz “promete pagar la deuda de 5%”.

El fiscal también preguntó a Cospedal sobre otra anotación, de 6 de noviembre de 2013, en la que Villarejo escribe: “Muy preocupada por los pagos”. El fiscal pretendía descubrir si estaba vinculada con el apunte de un pago de la empresa Sacyr, cuya investigación fue archivada en Toledo.

Informe de Morocho

Serrano también interpeló a la exministra de Defensa sobre otra anotación, de 29 de abril de 2013, en la que supuestamente Villarejo avisa a su jefe de gabinete sobre “problemas con el último informe de Morocho”, en referencia al inspector jefe que investigaba la Caja B del PP, que en un oficio policial informaba al juez Pablo Ruz de los cargos del partido que habían cobrado sobresueldos.

Y Cospedal explicó entonces que tuvo conocimiento del informe por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, pero que primero se enteró tras una pregunta de un periodista: “Lo que sé es que aparece como donante mi marido, por una empresa. Yo sabía que en esa fecha mi marido no trabaja para esa empresa y por lo tanto era falso. Le dije al periodista que yo no podía hacer nada”, completó Cospedal, que consideró que el informe se elaboró para que su marido “fuera a declarar al juicio de los papeles de Bárcenas, me indignó”.

Descargó de culpa al Partido Popular

María Dolores de Cospedal rechazó que el PP encargara el espionaje y el robo de documentos a Luis Bárcenas en el taller de su mujer. “Si hubiéramos querido robarlo lo habríamos hecho en el partido”, completó la exministra, que recordó que el PP guardó esos documentos durante dos meses en la sede nacional. Resaltó que la “Kitchen” fue una actuación policial, no del partido, y defendió que ni ella ni el PP realizaron ningún encargo o pago al comisario.
Sin embargo, el juez resaltó que en los encuentros entre ambos sí se hablaba de temas “profesionales” de Villarejo, que era Policía y estaba destinado en la Dirección Adjunta Operativa (DAO).