Defensa

Sánchez vive una alerta real en su visita al destacamento aéreo español en Lituania

La incursión de dos aviones de combate rusos no identificados ha obligado a suspender la rueda de prensa del presidente para que los cazas españoles despegaran para interceptarlos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vivido hoy en Lituania una alerta real por la incursión de dos aviones rusos sin identificar en el espacio aéreo del Báltico. Justo cuando se dirigía a los militares españoles que forman parte de la Policía Aérea del Báltico de la OTAN, en los hangares de la base aérea de Siauliai, las alarmas han sonado y todos los presentes han tenido que abandonar corriendo el lugar para que dos cazas Eurofighter españoles despegasen de inmediato para identificarlos.

“¡No es un simulacro!” gritaban los mandos militares presentes mientras sonaban las sirenas y se escuchaba por megafonía “¡Attention, attention, Alpha Scramble!”, la señal que confirma que dos cazas han de despegar inmediatamente para interceptar los aviones e identificarlos.

En ese mismo momento, dos pilotos de caza han llegado corriendo a los hangares y mientras encendían los motores para salir en menos de cinco minutos, todas las personas que se encontraban allí han salido corriendo, incluido el propio presidente del Gobierno, para dejar espacio a los aviones de combate. Justo cuando han sonado todas las alarmas Sánchez estaba dando una rueda de prensa junto a su homólogo lituano, Gitanas Nauseda.

En medio del revuelo, Sánchez ha preguntado a uno de los uniformados si se trataba de una alerta real y, al confirmárselo, ha recogido sus papeles y se ha marchado. En apenas dos minutos han desmontado los atriles, las banderas y todo el mobiliario que se había preparado para la rueda de prensa para dejar el camino libre a los aviones de combate, los cuales han despegado ante la atenta mirada de ambos presidentes, autoridades, periodistas y militares.

Pocas horas después, desde la Alianza Atlántica han confirmado que los dos aviones sin identificar eran, como se esperaba, dos aeronaves de combate SU-24 rusas “que se dirigían al noreste y que volaban sin plan de vuelo, con el transpondedor apagado y sin comunicarse con los controladores de tráfico aéreo”.

Lo que ha vivido Sánchez es básicamente el día a día de los 138 efectivos españoles que, con sus siete cazas Eurofighter, forman parte de la Policía Aérea del Báltico de la OTAN. Es normal que las aeronaves rusas entren en el espacio aéreo báltico sin identificar, por lo que en los radares de la Alianza aparecen como una posible amenaza, lo que obliga a los cazas a despegar en menos de cinco minutos para interceptarlos e identificarlos.

En un primer momento, estaba previsto que Sánchez observase un simulacro (conocido como “Tango Scramble”), pero lo que finalmente ha vivido ha sido una operación real ante una amenaza real. “Hemos visto un caso real de lo que ocurre, y justifica precisamente la presencia de tropas españolas con siete Eurofighter en Lituania, ha apuntado el presidente poco después del incidente vivido, añadiendo que “lo que iba a ser un simulacro, al final ha sido un caso real”.

Algunos de los efectivos del Destacamento han apuntado a este periódico que, aunque lo normal es que tengan alertas reales con mucha frecuencia, durante las últimas semanas se habían reducido considerablemente. Horas después, Sánchez ha señalado en la capital de Lituania, Vilna, que desconocía “si fue una provocación premeditada por parte de Rusia. No me aventuraría, pero ha puesto de relieve la importancia de la misión”