Vicepresidenta segunda
Yolanda Díaz: Ganadora en el primer gran pulso tras la marcha de Iglesias
La permanencia de los ministros morado le evita una crisis interna al dejar los equilibrios en las distintas corrientes
Sin movimientos de última hora, sin perder ministros y sin tocar sus competencias. Yolanda Díaz logra contener una crisis interna en el espacio de Unidas Podemos al no verse afectada su cuota en Moncloa en la remodelación. Sale reforzada de la batalla y aunque no es la primera en estos tres meses que lleva al frente del espacio de Unidas Podemos sí es de las más importantes. Marca, además, la definitiva distancia con Pablo Iglesias al conseguir sin intermediarios respetar el acuerdo de coalición firmado en el que se establecían las cuotas de poder de PSOE y Unidas Podemos. Gana Yolanda Díaz con una negociación «sin ruidos», otra diferencia de la era Iglesias. Todo ello en una semana clave en la que especialmente uno de sus ministros se ha situado en la diana política; el ministro de Consumo, Alberto Garzón debido a su petición a la ciudadanía de limitar el consumo de carne. Inmediatamente, el propio Sánchez le desautorizó.
En los últimos días los nervios en el cuartel morado se reflejaban aunque oficialmente se destacaba que los cinco ministros de Unidas Podemos «continuaban trabajando como cada día»al desconocer de boca del presidente los detalles de la remodelación. Ha sido en estos últimos días cuando presidente y vicepresidenta se han reunido en solitario. En estas conversaciones que se secundaron hasta la mañana de ayer, la vicepresidenta tercera –que tras la salida de la vicepresidenta primera Carmen Calvo escala en el organigrama de Moncloa a vicepresidenta segunda (cargo que ostentó durante su estancia en Moncloa Pablo Iglesias)– negoció personalmente el alcance de la remodelación . De hecho, Díaz pidió formalmente al líder socialista que ésta no afectase a su cuota en Moncloa. Según fuentes conocedoras de la negociación, la líder de Unidas Podemos trasladó a Sánchez que «quería que se mantuviese intacta la representación» del partido minoritario tal y como está reflejado en el pacto inicial y vigente de coalición. Unas exigencias que Sánchez ha respetado. «Nuestra posición fue firme y claro», explican las citadas fuentes que relatan que desde el principio Sánchez confirmó a Díaz que iba a respetar su decisión». Unas reuniones que fueron «positivas. Otras fuentes del entorno morado explican que si el presidente hubiese exigido a Díaz repensar su espacio en Moncloa, ésta le habría pedido «renegociar» el acuerdo de coalición.
Sin cambios para sus ministros, Sánchez evita a Díaz situarse en la tesitura de enfrentarse a la que sería su primera crisis interna dentro del espacio que dirige puesto que cada ministro representa a una marca de Unidas Podemos. La decisión de cambiar a un representante morado habría sido tomada por Díaz junto al espacio político. Además, trasladan fuentes moradas, «habría tensionado la coalición».
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