Reacción

El Gobierno silencia los «ongi etorris»

Rechazan los homenajes pero votan en contra de la ley de Cs para prohibirlos

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño (i); y la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño (i); y la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez tras la rueda de prensa posterior al Consejo de MinistrosJUAN CARLOS HIDALGOAgencia EFE

La decisión de los presos de ETA de renunciar a los recibimientos que les organizan en sus ciudades al salir de prisión era uno de los pasos que se anticipaban desde el Gobierno que se debía de dar por parte de la izquierda abertzale para pasar «de las palabras a los hechos» tras el reconocimiento del daño causado a las víctimas. Esa fue la posición que mantuvo públicamente Moncloa tras el comunicado leído por Arnaldo Otegi el pasado mes de octubre. El Gobierno enmendó la exhibición de optimismo del PSOE, recordando que debían «pedir perdón». «Deben condenar los homenajes a los condenados cuando salen de la cárcel y no participar de este tipo de manifestaciones que revictimizan a aquellos que padecieron el terrorismo», dijeron entonces.

Sin embargo, ahora que este «hecho» se ha producido, en Moncloa intentan poner sordina al asunto y evitan dar mayor relevancia a una circunstancia que desde la mesa del Consejo de Ministros se había demandado abiertamente. La posición oficial del Gobierno es reafirmar su «compromiso con las víctimas», el rechazo a este «tipo de comportamientos» que les hacen daño y criticar a aquellos partidos que «recuperan el dolor de las víctimas con intereses políticos», en clara alusión a la iniciativa que se debatió ayer en el Congreso a iniciativa de Cs.

Una proposición de ley que tenía por objeto castigar los homenajes públicos a etarras y prohibirlos por ley, que los socialistas tumbaron con el apoyo de Podemos, ERC y Bildu, frente al apoyo de PP, Cs y Vox. Para los socialistas la normativa vigente es suficiente y ven en los naranjas la utilización de la medida como una «oportunidad política». Los socios de Sánchez valoraron como una buena noticia el comunicado de los presos y como un «paso necesario» hacia la convivencia, aunque reconocieron que «llegaba tarde». Mientras que desde Cs tildaron de «papelucho» el comunicado y acusaron a los socialistas de llamar a los presos para que pusieran fin a los «ongi etorris» y así hacer decaer la propuesta de los naranjas con la «excusa» de que los presos renunciaban a los homenajes en público. Desde el PP denunciaron que si los presos han puesto fin a estos actos es porque forma parte de la «hoja de ruta» que tiene «perfectamente diseñada Otegi con el PSOE».