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El alcalde que hundió a Casado con información «ilegal»

La intrahistoria de la investigación a Ayuso se sostiene en figuras ajenas a Moncloa

El líder del Partido Popular, Pablo Casado
El líder del Partido Popular, Pablo CasadoAlberto R. RoldánLa Razón

El final de la etapa de Pablo Casado lo están escribiendo dentro del PP como la historia «del alcalde que hundió al presidente nacional del partido con información ilegal». Al alcalde lo sitúan en un pueblo de Ávila, es gestor de una oficina bancaria, y a él le atribuyen haber pasado información falsa y obtenida de manera ilegal a Casado. Es amigo del líder popular, y tiene relación con la empresa Private Sportive porque conoce a su dueño, Daniel Alcázar, de su juventud. Por eso, años atrás, le pidió que le dejara llevar sus cuentas como favor personal.

En junio de 2020, cuando la empresa presentó las cuentas anuales, el alcalde vio que entre los proveedores se encontraba Tomás Díaz Ayuso, «e interpretó que la facturación de ese autónomo con la empresa procedía de la compra de mascarillas para la Comunidad de Madrid y que el monto total de su facturación anual era una mordida», explican dentro del PP.

Dicen que la información se la trasladó a Casado, que ya entonces estabaen su pulso con Isabel Díaz Ayuso. Y en la dirección del PP vieron ahí un motivo para expulsar a la presidenta de la Comunidad de Madrid de la política por corrupción. Génova puso en marcha el plan para investigar más. Y ahíen el PP apuntan, presuntamente, a Ángel Carromero, y a otro cargo de Génova, como encargados de elaborar un dosier con el crédito de Avalmadrid y la facturación de las empresas donde Tomás Díaz Ayuso era comercial como «Artesolar» (vendía bombillas a los hospitales antes de que Ayuso fuera presidenta). Pero faltaba la prueba de la presunta «mordida» por las mascarillas.

Con ese dosier, Casado llamó a Ayuso y ahí, en el cruce de versiones de parte, salta la de que el líder popular presuntamente también le dijo que «o abandonas tu pretensión de presidir el PP de Madrid o saco esto». Casado le comentó a Ayuso que el dosier se lo habían mandado de Moncloa, aunque el origen viniera, apuntan fuentes populares, de otra dirección. Ése fue el día en el que la presidenta madrileña se fue de Génova y bloqueó el teléfono del secretario general del partido.

En este relato, apuntan que Génova pidió entonces al alcalde, amigo, el documento que manejó para entregar a Hacienda la facturación anual de Private Sportive, en el que no figuran las facturas ni los conceptos de la facturación, sino el monto global. Esta empresa no es una pyme, sino que factura anualmente varios millones de euros de muchos clientes de España y fuera de España. La única prueba posible era una foto, porque imprimir un documento dejaba rastro, es una acción ilegal y podrían provocarle su despido.

Pero, a partir de aquí, la dirección del PP creyó tener ya la prueba de que Ayuso había influido directamente para que su hermano «robara» a la Comunidad de Madrid, y el movimiento es una primera rueda de prensa en la que el entonces «número dos» del partido relaciona implícitamente la demanda de Ayuso de que se celebre el Congreso de Madrid con la corrupción.

Como no conseguían el documento, entonces es cuando entra en escenaCarromero, encargado, presuntamente, de buscar un investigador privado.Hasta tres empresas les dijeron que eso era ilegal y que no aceptaban el contrato. Ayuso conoció en diciembre que habían intentado contratar a investigadores privados a través de una empresa del Ayuntamiento de Madrid, y se lo comunicó al alcalde. Y, pese a esta situación, acudió a los actos de la campaña de Castilla y León a los que la convocó el partido, y a sabiendas de que Génova creía tener ya pruebas para echarla de la política.