Congreso

El Gobierno se conjura por la unidad y la mayoría de investidura pese a los vetos de ERC

Pedro Sánchez usa un acto de los fondos europeos para proyectar cohesión en el ejecutivo nacional

El Gobierno no se resigna y mantiene la esperanza de recoser confianzas con la mayoría de investidura, el bloque compuesto por ERC, EH Bildu, PNV, Mas País y BNG, principalmente. También se conjura para mantener la unidad tras la división mostrada ayer en el Pleno del Congreso, donde PSOE y Podemos mantuvieron posiciones distintas y reflejaron tensión en diversos ámbitos. Pedro Sánchez ha querido este mismo viernes proyectar unidad durante la presentación del Perte de economía social y de los cuidados, dotado con 800 millones de euros y ha querido reafirmar que la voluntad del Gobierno es una legislatura larga, hasta finales de 2023.

Lo cierto es que el Perte (proyecto estratégico para la transformación de la economía a costa de los fondos europeos) simboliza esta voluntad por recoser la unidad en el Gobierno: hasta 12 ministerios han estado implicados y fuentes de Moncloa han reconocido que ha habido muchas complicaciones para cerrarlo, pero se ha conseguido, finalmente. En este sentido, se ha producido esta misma mañana una auténtica avalancha de mensajes de miembros del Gobierno a favor de la unidad: desde las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz, a los ministros Alberto Garzón, José Luis Albares o Fernando Grande-Marlaska. El propio Sánchez ha llegado a elogiar a Podemos y ha definido la coalición como un “equipazo”.

Este acto ha tenido lugar tan solo 24 horas después de que el Gobierno sufriera una jornada convulsa: por un lado, con la comparecencia por “pegasus”, que dejó descontento a todo el mundo (incluido a Podemos y ERC); y, por otro lado, con la Ley audiovisual, donde Podemos y PSOE votaron divididos. En cualquier caso, en las filas socialistas reivindican que la agenda legislativa sigue saliendo adelante (sea con la mayoría de investidura o sea con el PP) y señalan que el principal temor para la estabilidad del Gobierno es la división que atraviesa Podemos.

En este sentido, una imagen inédita en la votación de ayer resume con claridad la división en la que se encuentran los morados: un ministro (Alberto Garzón) da la orden a los diputados de lo que se tenía que votar (cuando siempre se dan las indicaciones desde los grupos parlamentarios). Una escena que refleja la división del partido morado entre la facción liderada por Irene Montero e Ione Belarra y la liderada por Yolanda Díaz, que ha impulsado su propia candidatura.

Calviño ha ahondado en la idea de unidad y ha asegurado que el Gobierno no está en peligro. “En absoluto”, ha verbalizado en una entrevista en “Catalunya Ràdio”. También, en la radio pública catalana, ha querido dirigir un mensaje a Esquerra, que, poco a poco, se está descolgando de la ecuación de la gobernabilidad, y ha dicho que cuentan con ellos y no dan por perdida la mayoría de la investidura. Eso sí, también ha matizado y ha introducido un mensaje que, hasta ahora, se prodigaba poco y es que el Gobierno tiene que trabajar con la “geometría variable”.

El concepto de geometría variable ha tenido muy poco espacio durante esta legislatura porque Podemos nunca ha querido mirar hacia la derecha, mientras el PSOE trata de hablar con todos los grupos parlamentarios (excepto Vox). Los morados siempre han tratado de conducir al ejecutivo a apoyarse exclusivamente en la mayoría de izquierdas que hay en el hemiciclo, aunque poco a poco se va despegando del ejecutivo nacional. No obstante, el Gobierno tiene solo el apoyo de 153 diputados (el PSOE tiene 120 y Podemos, 33) y necesita 23 más para la mayoría absoluta y poder ir sacando las votaciones adelante.