Inocencio Arias

Sánchez le puso los cuernos a Argelia

“No creo que los marroquíes tengan conocimiento de trapos sucios económicos de Sánchez, pero estoy seguro de que interceptaron conversaciones telefónicas de nuestro presidente”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez en su visita oficial en Argelia en octubre de 2020.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez en su visita oficial en Argelia en octubre de 2020.Fernando CalvoAgencia EFE

Los argelinos, el gobierno, la débil oposición, los creadores de opinión y la influyente cúpula militar, poseen varias cosas en común: son orgullosos, no en el mal sentido de la palabra, tienen a gala cumplir su palabra y se esfuerzan por todos los medios para que el Sáhara no sea marroquí. Cualquier cosa, independiente, asociado a Mauritania, vasallo de Sudáfrica o de Andorra. Todo menos marroquí.

Esto es lo que la sabiduría de Sánchez y sus boys no acabaron de ver. Si yo o muchos diplomáticos de mi generación, hubiéramos conocido el giro misterioso del osado Sánchez en el tema del Sáhara le habríamos comentado como buenos fontaneros: «Oh, presi, en tu inmensa sabiduría has optado por satisfacer las pretensiones de Marruecos pero no olvidemos que no hay una decisión que pueda encolerizar más a Argelia que ésta. Sabemos que con tu enorme habilidad y resiliencia, con tu garbo inigualable, tendrás la habilidad para torear el toro argelino –ahí es nada, si hablas incluso inglés–, pero Argelia nos embestirá». Y ahí está la cuestión. Nadie, ¿que hacía el inefable Albares?, se atrevió a advertir a Sánchez o, si lo hizo, el presidente no quiso asimilarlo por las mismas misteriosas razones que cambió una postura española sostenida durante medio siglo, giro que no comulga con Naciones Unidas –la ONU aboga por el referéndum– y que choca hasta con el programa electoral del propio Sánchez.

Aunque no creo en absoluto que los marroquíes tengan conocimiento de trapos sucios económicos de Sánchez –lo que circula sobre negocios de su esposa en Marruecos me parece un disparate– sí estoy seguro de que los servicios del rey Mohamed han interceptado conversaciones telefónicas de nuestro presidente. Si lo han conseguido con Macron y su gabinete y con 120 altos cargos argelinos; ¿Por qué no iban a hacerlo con Sánchez? ¿Por que es demasiado apuesto, porque mueve muy bien las manos o como premio a que no miente nunca? La mutación de la postura española no se entiende bien por el mero análisis de alteraciones del tablero internacional, ¿puede una decisión de Trump pesar tanto en Sánchez?, ¿se ha convertido Zapatero en un clarividente observador internacional churchiliano? Es risible. El cambio de Sánchez en el Sáhara ha sido demasiado brusco, demasiado inexplicable y demasiado servil hacia Rabat porque lo que ha obtenido a cambio ha sido calderilla, unos espejuelos y una chilaba.

Posibles conversaciones

No se puede lamentablemente descartar que nuestros vecinos han pillado una conversación en la que nuestro Presidente ha deslizado algo sacrílego especialmente para su imagen que es lo que le importa: un comentario diciendo que más pronto que tarde habrá que abandonar Ceuta y Melilla, la exministra zapateril Trujillo ya lo ha pedido en una fantasiosa conferencia llena de informaciones peregrinas que parecía encargada por Rabat … O que hay que hacerle arrumacos a la OTAN pero luego España, ni de coña, aumentará sus gastos en Defensa, que eso lo haga el PP si gana…, o que si se quiere conservar el poder hay que hacerle más regalos, no pequeños, a los separatistas catalanes (la eliminación total del castellano, que la vía judicial se agote en los tribunales catalanes sin dependencia del constitucional….). Dios sabe.

Argelia no olvida. Nos puso en la perrera. Su portavoz ha dicho que no habrá normalidad hasta que salga Sánchez porque el «gobierno español no es fiable, practica la mentira y la huida hacia delante». El contrato del gas lo respeta, van de serios. Pero en el suministro y el precio nos tratarán como a un cliente paria. El italiano Draghi el día antes de su dimisión voló con olfato a Argel para heredarnos en el tema del gas en meses cruciales. Italia y otros países nos heredarán en otros campos. Argel nos ha borrado de las compras, la concesión de grandes obras públicas y de los servicios, hasta cancelaron el alquiler de avionetas españolas que luchaban contra los incendios, no aceptan devolución de emigrantes…. Datos no baladíes, éramos el cuarto socio de Argelia. Será difícil recuperarlo.

Para la celosa Argel no es sólo que le hayamos puesto los cuernos, es que lo hemos hecho en público y con su peor enemigo. Su peor, no exagero en nada.