Congreso

Esquerra vuelve a avisar al Gobierno: sin reforma de sedición, no habrá apoyo a los presupuestos

“Se trataría de poner justicia donde hay injusticia”, ha afirmado Rufián en el Congreso

El portavoz parlamentario de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián.
El portavoz parlamentario de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián.Eduardo ParraEuropa Press

Esquerra tiene intención de negociar los presupuestos para dotarlos de un sello social, pero, para ello, hay un obstáculo que puede dinamitar las conversaciones sobre las cuentas: los problemas con la justicia de políticos y activistas independentistas. “Se trataría de poner justicia donde hay injusticia”, ha señalado Gabriel Rufián este martes en el Congreso de los Diputados. Traducido: hay que desbloquear la reforma del delito de sedición así como de otras leyes que están penando a los independentistas (como el Tribunal de Cuentas).

Sin pasos en esa dirección, será muy difícil que Esquerra dé su apoyo a los presupuestos. De hecho, Pere Aragonès exige al Estado que esos cambios legislativos se produzcan antes del 31 de diciembre sabiendo que, a partir del 1 de enero, todas las formaciones estarán ya en modo electoral y todo será mucho más complejo.

Por tanto, Esquerra también impone sus condiciones previas para negociar los presupuestos, tal y como ha hecho Podemos, que exige que se aprueben la ley de vivienda y se derogue la ley “mordaza”. El Gobierno parece que aprobará los presupuestos para 2023, pero tampoco se antoja un camino muy apacible porque Pedro Sánchez va a tener que lidiar con un reguero de exigencias difíciles de asumir.

Sobre la reforma del delito de sedición, el Gobierno ha planteado siempre muchos recelos, aunque este martes, la portavoz, Isabel Rodríguez, ha abierto la puerta a modificaciones para adaptarlo a “los países de nuestro entorno”: no sería atender la exigencia de ERC de que se suprima este delito, pero sería un punto intermedio que podría contentar a los republicanos.

Cabe recordar que los líderes independentistas fueron condenados por delito de sedición y si Carles Puigdemont es entregado a España, como todo apunta, también podría ser condenado por ese mismo delito. Un escenario de prisión para Puigdemont sería muy complicado para Esquerra y su voluntad por asentarse en la Generalitat, porque agitaría y desestabilizaría toda la política catalana.