Balance
Cuatro excarcelados, cientos de sentencias en revisión y 23 años menos para agresores sexuales
El balance de las primeras aplicaciones de la Ley del “solo sí es sí” en los tribunales deja un número trágico para las víctimas de violencia de género, al menos, hasta que se unifique criterio
Poco más de un mes lleva en vigor la Ley de garantía integral de la libertad sexual, conocida popularmente como la Ley del “solo sí es sí” y, si bien fue gestada al calor de la ola feminista tras la violación de la Manada para proteger mejor a las víctimas, los efectos no deseados de aplicación a la baja en las condenas a los agresores han empañado sus virtudes. El goteo insoportable de rebajas a abusadores sexuales y violadores porque los jueces deben aplicar siempre la legislación más favorable al reo ha dejado un mapa negro desde que el martes se conociera el primer caso. Tribunales de toda España han agendado ya reuniones en las próximas semanas para organizar cómo se acometarán las revisiones de las sentencias y, si es posible, bajo qué criterios. Pero hasta que el Tribunal Supremo no se pronuncie -el próximo 29 de noviembre tiene previsto el análisis de la violación grupal de unos jugadores de fútbol- y la Fiscalía General no ponga negro sobre blanco su interpretación de la legislación -ya ha pedido información de todos los casos a los fiscales territoriales- el goteo de rebajas, avisan los juristas, será incesante.
Según los datos recopilados por LA RAZÓN a través de todos los tribunales superiores de justicia de las comunidades autónomas las restas de años en prisión a todo tipo de agresores sexuales son ya 23. Esto sin contar las penas más bajas que, ahora, los jueces están interponiendo interpretando la nueva redacción del Código Penal con casos, por ejemplo, como el de un culturista en Cataluña condenado por violar a una mujer. La Audiencia Provincial de Barcelona especifica en su resolución que tras la reforma de la legislación solo puede poner un máximo de cuatro años. Entre las sentencias aplicando la Ley ideada por el Ministerio de Igualdad y las revisadas por los togados son 15 los casos. Cuatro de ellos con excarcelaciones: dos en Baleares, uno en Madrid y uno en Galicia. Pero esto no es todo. El terremoto de esta semana ha provocado que varios tribunales como el de Aragón o el de Asturias empiecen a revisar las sentencias de oficio y que otros como el del País Vasco haya recibido solo el viernes tres peticiones de abogados de condenados.
Todas y cada una de las sentencias analizadas confirma los hechos probados y las agresiones a las víctimas, pero los jueces consideran que con la Ley del “solo sí es sí” deben reducir la estancia en prisión de los violadores.
Andalucía. Hechos probados
El condenado en Granada utilizó un cuchillo y obligó a la que era su propia esposa a mantener relaciones sexuales con él. El tribunal describió un “grave clima de hostigamiento” al que fue sometida su expareja. Ella “completamente aterrorizada” por si él le clavaba el acero terminó subiendo a la habitación para “consumar sus deseos”. El delito de agresión sexual con instrumento peligroso quedó reducido por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía de 13 años y medio de prisión a 11.
Baleares. Hechos probados
La noche de Halloween de 2019 varios hombres encontraron a una chica en la calle que iba bebida. En contra de su voluntad, la cogieron y la metieron en el coche y allí “la manosearon, le quitaron la ropa y luego se fueron”. Pero un tercer implicado terminó violándola cuando se quedaron solos. Éste había aceptado una condena de seis años mientras que los otros dos fueron condenados solo a tres. La Audiencia Provincial de Baleares revisó la pena para este par de amigos y, tras rebajarla a dos, los excarceló de inmediato porque habían cumplido el tiempo en la cárcel.
Castilla - La Mancha. Hechos probados
Un hombre (A.A) acudió pasada la medianoche a casa de Flor (nombre ficticio), en Ciudad Real, con una litrona de cerveza. Ella, que lo conocía porque se lo había presentado una amiga, lo dejó entrar a su salón e iniciaron una “conversación amigable”, pero a medida que avanzaba la noche él empezó a realizar insinuaciones de índole sexual. Ella las rechazaba, si bien él terminó llevándola en contra de su voluntad al dormitorio. “La arrojó violentamente contra la cama y forcejeando con ella, consiguió bajarle los pantalones y agredirla sexualmente”. Luego se fue y le dijo que la mataría si ella hablaba. La víctima terminó con morados en el muslo, en la cara, en el brazo y en el abdomen. La Sala de lo Civil y lo Penal de la Audiencia Provincial de Castilla-La Mancha modifica la pena de nueve a ocho años.
Castilla y León. Hechos probados
Un hombre de nacionalidad rumana se encontraba en el domicilio de su prima en Segovia. Ella aceptó convivir con él unos días mientras él solucionaba sus papeles. Dormía cuando el hombre entró en su habitación con un cuchillo. “Le decía que se quedara floja, que no se resistiera, que él le diría que tenía que hacer”. La agarró tan fuerte del pelo que le arrancó un pendiente. “Acto seguido bajó parcialmente los pantalones del pijama que portaba y a continuación los suyos propios y el calzoncillo, comenzando a moverse contra la parte posterior del cuerpo de la mujer hasta que consiguió que su pene erecto penetrase en la vagina de la denunciante, eyaculando en su interior”. Luego la obligó a orinar, según él, para evitar un embarazo. De 12 años de prisión, ahora son nueve.
Galicia. Hechos probados
Serafín, un colombiano en situación irregular en España, conoció a Milagros por Tinder y, después de haber hablado por Instagram y Whatsapp concertaron una cita. Estuvieron tomando algo por A Coruña, luego dieron un paseo pegado al río y, cuando cruzaron un puente en una zona poco iluminada empezaron a tener relaciones sexuales consentidas. “Consistentes en besos, tocamientos, sexo oral e introducción de dedos en la vagina”. Pero cuando él le propuso penetrarla ella le preguntó si tenía preservativo. Ante su negativo ella no quiso seguir. Él no paró. “Serafín la aprisionó con su cuerpo contra una mesa de madera que había allí, tratando ella de quitárselo de encima sin poder hacerlo, de modo que, tras vencer así su resistencia, la penetró vaginalmente y analmente”. El hombre decidió ponerse a grabar y ella entró en estado de shock. Milagros denunció. Ahora ve que la condena de seis años de su violador ha quedado en cuatro.
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