El Congreso da el primer aval a rebajar la sedición y Sánchez abre la puerta a reformar la malversación

El mismo día que el Gobierno conseguía aprobar los Presupuestos Generales del Estado, el Ejecutivo comenzaba a entregar uno de los costes del apoyo, a ERC. La derogación del delito de sedición, reclamada por el mundo independentista, comenzó ayer su andadura en el Congreso de los Diputados tras superar el primer trámite parlamentario. Ya de madrugada, con nocturnidad, el PSOE, Unidas Podemos votaron a favor junto a los aliados parlamentarios eliminar este delito del Código Penal para sustituirlo por el de desórdenes públicos. La votación se saldó con 187 votos a favor, 155 en contra y 6 abstenciones.

El debate se ha producido en un clima de máximo tensión y con intentos por parte de la oposición de convencer a los socialistas para que votaran en contra. El bloque de la derecha ha reprochado al Ejecutivo que “cambiara” los votos de los Presupuestos por concesiones. Así, desde el PP se ha tratado hasta el momento de la votación convencer a los diputados que corresponden a las cuotas territoriales que se han mostrado en contra con más fuerza de derogar el delito de sedición como Castilla-La Mancha, Aragón o Extremadura. En estas comunidades, sus barones han tratado de presionar públicamente a su partido para evitar este escenario. Los populares consiguieron que la votación se produjera por llamamiento, es decir, uno a uno, con el objetivo de retratar a cada diputado socialista que votara a favor de la sedición. Respondieron a esta presión los socialistas en la votación.

Cuando fueron llamados uno a uno -por llamamiento- se levantaron al unísono, para contestar al órdago del PP. Fuentes del grupo parlamentario explican que, la primera diputada en ser llamada a votación, Inmaculada Oria, ha sido quien ha marcado la línea contra el PP. “Aquí estamos todas las y los socialistas juntos, sin fisuras. Sí”. Ha sido el momento en el que todos los diputados y diputadas socialistas se han puesto en pie, para mostrar la unidad del grupo socialista, “a pesar de los señalamientos vividos en los últimos días”.

La propuesta legislativa ha sido presentada tanto por el diputado socialista Francisco Aranda como por el diputado de Podemos Jaume Asens. Aranda ha defendido la supresión de la sedición reivindicando la “valentía” del PSOE para rebajar el “procés” y ensalzando al PSC como un “partido que nunca ha fallado” y que fue “fundado para garantizar la unidad civil”. “Lecciones de patriotismo, ninguna”, ha espetado, tras reprochar al PP su “irrelevancia política en Cataluña”. Asimismo, ha sostenido que la reforma penal introduce la “legislación europea” en el ordenamiento jurídico español ya que, a su juicio, alinea el Código Penal español con el del resto de países europeos. “¿Que ofrecen a los catalanes? Nada. Son la nadería mas absoluta, la cultura del no por bandera, la deslealtad con temas de Estado; la cobardía por miedo a su derecha. Están comprando a Vox su oferta a los españoles, que es odio, mentira y manipulación”, ha añadido.

Asens ha dado cinco argumentos sobre por qué considera necesario la supresión de sedición: porque es una “reliquia del pasado” porque se redactó en 1822; porque es una “anomalía preconstitucional”; porque “no se ajusta a los estándares de los países” europeos; porque “amenaza al derecho de protesta”; y, porque “es un paso importante para desjudicializar el conflicto en Cataluña”. Asimismo, ha cargado contra JxCat y los independentistas radicales porque reprochan que la reforma penal “se hace contra la protesta pacífica y tiene efecto desmovilizador”. “Están mintiendo a la gente: en su afán por desconectar de España, han desconectado de la realidad”, ha afirmado.

Gabriel Rufián ha reivindicado la supresión de la sedición, que ha tildado como “concesión a la democracia”, pero ha evitado hacer referencia a la reforma de la malversación, la otra pata de los cambios en el Código Penal para beneficiar a los independentistas. Asimismo, ha querido relativizar la interpretación que hace el PSOE del cambio legal (que asegura que es para facilitar la entrega a España de Carles Puigdemont) y ha ensalzado el papel de ERC en Madrid, recordando medidas que se han aprobado con su apoyo (desde ayudas durante la pandemia a “dignificar” y mejorar prestaciones o leyes como la de convivencia universitaria, la de ciencia o la de infancia).

Cuca Gamarra fue la encargada de defender la oposición a la derogación, por parte del PP. En la línea de la exigencia a los socialistas para que evitaran la aprobación de la derogación, en tribuna les pidió que “dejen de engañar” a sus votantes, recordando que Sánchez prometió traer a Puigdemont para ser juzgado o tipificar los referéndums ilegales. “Ustedes -en referencia a los diputados- también se lo prometieron a sus votantes. Por eso hoy no romperán la disciplina de voto, sino la confianza de los españoles que os votaron”. La portavoz popular censuró a Sánchez por “reescribir la sentencia ya dictada por el Supremo” -con la eliminación del delito-. “No tengan duda de que los españoles no van a olvidar esta entrega”, aseguró.

La diputada tildó la proposición de ley de “tramposa y fraudulenta” y criticó que se tramitara por la vía de urgencia para “sortear” el debate en la comisión de Justicia y los informes preceptivos del Consejo de Estado y del CGPJ, entre otros. “Es una iniciativa vergonzante”.

Malversación

El debate de sedición estuvo marcado también por la malversación, otra vez. En las últimas semanas su reforma se ha dado por hecha y al instante se ha enfriado. Y así continuamente. Fue el Gobierno quien, dio aire al cambio en el delito de malversación, después de que ERC exigiera su modificación, en plena negociación parlamentaria.

La pasada semana, tal y como adelantó este diario, ERC rebajaba sus posiciones de máximos y el propio portavoz republicano, Gabriel Rufián, aseguró que estudiarían ahora si se puede o no reformar el delito. El PSOE este mismo lunes también rebajaba al máximo las posibilidades, respaldándose en que no existen las mayorías parlamentarias suficientes.

Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a dejar la puerta abierta a reformar el delito de malversación. «Vamos a esperar a la tramitación parlamentaria», repitió hasta en dos ocasiones ante las preguntas de los periodistas. Un mensaje que llegaba horas antes de que se debatiera en el Congreso la derogación de la sedición.

El presidente no quiso dar más detalles sobre los pasos a seguir, pero va en línea con la intención de abordar la posibilidad vía enmiendas, si finalmente registra las enmiendas ERC dentro de la proposición de ley sobre la derogación del delito de sedición. Sobre este último, Sánchez ha manifestado la voluntad del Ejecutivo de “europeizar y homologar el Código Penal a los estándares de las democracias europeas”.