Polémica
Expulsan a una clase de un colegio de Palma por colgar una bandera española para animar a la selección
Los padres de los alumnos denuncian lo sucedido ante la Conselleria de Educación y se muestran indignados por “politizar una situación tan sana como la de apoyar” a la Roja
Una profesora de catalán del colegio La Salle de Palma de Mallorca expulsó el pasado viernes del aula a todos los alumnos de una clase de primero de Bachillerato por colgar una bandera de España en apoyo a la selección en el Mundial de Qatar. Tras el incidente, la dirección del centro decidió suspender el resto de la jornada lectiva ante lo que califican de una “insubordinación deliberada”.
La docente de Lengua Catalana trasladó a sus alumnos que no iba a dar clase con la bandera de España (con la leyenda “Vamos Selección”) porque el claustro de profesores había acordado que solo se permite exhibir en el centro educativo banderas de apoyo a la selección en los días de partido (el viernes pasado la selección no disputaba ningún encuentro).
Los padres de los alumnos ya han denunciado lo sucedido ante el departamento de Inspección de la Conselleria balear de Educación, según ha confirmado a este periódico la madre de uno de los alumnos. El equipo directivo del colegio se reunirá el próximo lunes para estudiar las medidas a adoptar.
En la denuncia, a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, el grupo de padres de los alumnos de 1ºB de Bachiller del colegio La Salle de Palma se muestran “sorprendidos e indignados” por lo ocurrido, y se quejan de que “en ningún momento” han recibido “ninguna comunicación de los hechos por parte de la dirección del Centro, cuando por otros motivos de carácter menor, se nos informa debidamente y al momento”. “No entendemos por qué nuestros hijos han sido privados de esas dos horas lectivas, Catalán y Filosofía”, se quejan.
“Varios profesores manifestaron su malestar”
En el escrito remitido a la Conselleria de Educación, firmado por la madre de uno de los alumnos, la abogada Gador Giménez, en representación del resto de progenitores, estos explican que a principios de la semana pasada “los niños llevaron a clase una bandera de España para dar apoyo a la Selección española”. Antes de colgarla, aseguran, “pidieron permiso” a su tutor, “que accedió sin problema”.
Una vez la bandera estuvo colgada en la clase, señalan, “varios profesores manifestaron su malestar” al respecto, llegando una docente “a manifestar literalmente a los alumnos, en tono despectivo, que para ella eso era un “pedaç” (pedazo) de tela.
Posteriormente, añaden, el tutor comunicó a los alumnos, que tras una reunión del claustro, “habían decidido que la pusieran sólo los días de partido, por lo que el miércoles la bandera estaba colgada”. El jueves, sin embargo, “les dijeron que podían dejar la bandera todos los días pero que debían de añadir un comentario para que quedara claro que la razón era meramente deportiva, por lo que el tutor escribió “Vamos Selección” en un folio y lo pinchó debajo de la bandera”.
La profesora se negó a dar clase
No obstante, señalan, el pasado viernes la profesora de catalán “se ha negado a dar la clase si no descolgaban la bandera”, ante lo que “los alumnos le han dicho que tenían permiso y no la han retirado”. La profesora se fue de clase y a los veinte minutos otra docente les indicó que se podían marchar a casa. Los alumnos abandonaron el centro “muy sorprendidos y sin entender nada, porque además de la clase de catalán les quedaba la última hora de filosofía”. Después, el jefe de Estudios de Bachiller trasladó a las delegadas del aula que “toda la clase había sido expulsada del centro esas dos horas”.
Los padres se quejan de que “en otras clases del centro se permite tener las banderas de España como apoyo a la Selección sin que esto suponga un problema para los profesores que imparten clases allí ni ningún problema de convivencia con los alumnos”. “Nos indigna que sean los profesores, encargados de la educación de nuestros hijos, los que intenten politizar una situación tan sana como la de apoyar a la Selección en un evento deportivo”.
Los progenitores solicitan a Educación que aclare si el centro “puede expulsar a nuestros hijos de clase en horario lectivo sin avisar a los padres” y que exponga los motivos por los cuales “son privados de sus clases sin un motivo justificado”. Para ellos este incidente evidencia que la Dirección del colegio “hace y deshace a su antojo, con las graves consecuencias que esa actitud tiene en nuestro hijos”.
“Una línea roja que no podemos permitir traspasar”
Desde el colegio La Salle de Palma, sin embargo, se justifica la decisión de la docente. En un comunicado remitido al Diario de Mallorca, el director técnico de Secundaria del centro, Pablo Picón, asegura que los alumnos cometieron un acto de “insubordinación deliberada” negándose a obedecer las indicaciones de una profesora “que estaba cumpliendo con las normas de convivencia del centro y seguía las órdenes del equipo directivo”.
“El respeto a los profesores, así como el respeto y solidaridad a los compañeros propiciando un ambiente de convivencia positivo, son obligaciones que deben cumplir todos los alumnos”, señala justificando la decisión de suspender las dos sesiones lectivas que restaban para finalizar la jornada escolar.
“Sencillamente no podemos impartir clase en una etapa educativa no obligatoria a un grupo de alumnos que no quiere acatar las normas de convivencia del centro”, sostiene en ese comunicado. “Las faltas de respeto a cualquier miembro de la comunidad educativa, especialmente a la figura de autoridad que representa el docente, contraviene varios derechos y obligaciones de los alumnos recogidos en la normativa vigente y es una línea roja que no podemos permitir traspasar”, añade el representante del colegio La Salle.
El responsable de Secundaria del centro afirma que el colegio reconoce y respeta “el derecho de los alumnos a la manifestación de discrepancias, de carácter individual o colectivo, pero siempre en la forma que determina el Reglamento de Organización y Funcionamiento del Centro, a través de los representantes de los alumnos y cuando el objeto de la reclamación sea sobre decisiones de carácter educativo”.
El próximo lunes, asegura tras trasladar su “solidaridad” a la docente que tomó la decisión de suspender la clase, se reunirá el equipo directivo del centro “para estudiar el asunto y tomar medidas de carácter educativo que fomenten la convivencia escolar”, eviten este tipo de conductas y proporcionen a los alumnos “herramientas y habilidades sociales”.
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