Terrorismo

El autor del envío de los paquetes-bomba es un “lobo solitario” bien entrenado

Se hizo coincidir con el traslado a Ucrania del equipo de Policía y Guardia Civil (EPA) que va a investigar crímenes de guerra

Paquete bomba enviado a la embajada de Ucrania
Paquete bomba enviado a la embajada de UcraniaTwitterLa razon

Los agentes que investigan el envío de paquetes bomba a distintas personas y entidades trabajan con la hipótesis de que “estamos ante un lobo solitario con amplios conocimientos, bien entrenado y no un grupo organizado”, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del caso.

También se tiene en cuenta que los envíos se produjeron para hacerlos con el despliegue en Ucrania del El Equipo Policial de Apoyo (EPA) español que investigará crímenes de guerra en Ucrania y que fue despedido por el ministro Grande-Marlaska, en la madrugada del jueves, en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas Lo forman once agentes de Policía y Guardia Civil.

“Demasiada coincidencia”, subrayan las fuentes, que creen que estamos ante una acción de desinformación y desestabilización, cuyo único beneficiario es Rusia. Aunque nunca se puede descartar que se trate de una acción de falsa bandera.

De hecho, la noticia de los paquetes bomba ha tenido repercusión internacional y ha colocado a España en el foco de la noticia. Lo demuestran los objetivos elegidos: presidente del Gobierno; Instalaza, que fabrica armas enviadas a Ucrania; Centro de Satélites, desde donde se vigilan los movimientos que se producen en el conflicto bélico; ministra de Defensa y embajadores de Ucrania y los Estados Unidos.

Los artefactos no se pueden denominar como “caseros” y se está buscando, a nivel internacional, si han sido utilizados en otros países, con fin de determinar quiénes pudieron ser los autores y si hay un mismo “modus operandi”.

Se trata de seis cajas de madera idénticas (fabricadas, no compradas), con un sistema de ignición de pistón (no hace falta circuito eléctrico). Al abrir el sobre, se libera el pasador conectado a un muelle que percute en dicho pistón y se produce la deflagración y la liberación de la metralla contenida en el artefacto. “Su confección no está a la altura de cualquiera que consulte tutoriales en Internet”, subrayan.

Por lo tanto, las investigaciones se presentan como complicadas ya que, de momento, no se ha podido cotejar la escritura de las etiquetas de dichos paquetes con alguna que obre en los archivos de las Fuerzas de Seguridad, ni se han encontrado huellas ni rastros de ADN.

La única pista fiable es la de que los artefactos fueron enviados desde la provincia de Valladolid.

El actor (“lobo”) solitario podría haber sido entrenado previamente por expertos en la materia y se le habrían dado instrucciones para mandar los paquetes coincidiendo con el despliegue de la EPA en Ucrania, a modo de mensaje a España. El por qué se ha elegido nuestro país y no otro podría derivar de la controversia que algunos grupos han manifestado a la colaboración con Kiev y al clima de crispación política que se vive en estos momentos.

Las fuentes consultadas han mostrado su preocupación por lo ocurrido ya que entienden que se trata de un mensaje claro de que, en cualquier momento, se podrían emprender acciones de más envergadura.

El hecho de que el primer artefacto fuera remitido al presiente del Gobierno el pasado día 24 y no se diera conocimiento a la opinión pública sobre lo ocurrido, aunque la investigación comenzó inmediatamente, habría provocado el envío de los otros, ya que el terrorista busca siempre la publicidad y no lo había conseguido.

Al haber introducido metralla en algunos de los artefactos (bolas metálicas y tornillos) queda clara la voluntad de hacer daño o matar. No se trata de una simple deflagración sino de una bomba en todos sus términos que, insisten, requiere de conocimientos técnicos para su confección. En algún lugar los habrá emprendido el individuo que los ha enviado que, además, ha tomado todas las precauciones para no ser identificado, concluyen.