Al menos 76 etarras falsearon documentos académicos para reducir sus condenas

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco denuncia que los etarras falsearon documentos de acceso a la universidad para reducir sus condenas hasta en un 50 por ciento o beneficiarse de la derogación de la «doctrina Parot».

Utilizaban documentación falsa para conseguir beneficios penitenciarios y reducir sus condenas hasta en un 50 por ciento. Al menos 76 etarras habrían presentado documentos falsos sobre su acceso a estudios universitarios tanto en la UNED de Bergara como en la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), tal y como consta en la denuncia presentada en la Audiencia Nacional por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite).

Una denuncia en la que constan pruebas de los citados documentos falseados: VariosDNI con números correlativos, números de identificación duplicados o manipulación de fechas que indican que cursaron los exámenes de acceso hasta diez años después de haber comenzado los estudios. En otros casos, ni siquiera constan las vías de acceso a la Universidad.

Para acusar a estos 76 etarras de un delito de uso continuado de documentación falsa, las víctimas se acogen en su denuncia al artículo 393 del Código Penal: «El que, a sabiendas de su falsedad, presentare en juicio o, para perjudicar a otro, hiciere uso de un documento falso de los comprendidos en los artículos precedentes, será castigado con la pena inferior en grado a la señalada a los falsificadores». Pero Covite va más allá y alerta de que muchos de los denunciados han utilizado estos documentos para beneficiarse de la derogación de la «doctrina Parot» y ser excarcelados.

En algunos de los casos denunciados, las reducciones de condena por estar realizando estudios podrían haber supuesto hasta la mitad de la condena. Así, se pone como ejemplo el caso del etarra José Ignacio Gaztañaga Bidaurreta, que según la documentación aportada redujo su pena de prisión doce años a raíz de los beneficios obtenidos del trabajo y los estudios. En su expediente, sin embargo, aparecen graves incongruencias en las vías de acceso a la universidad.

Un dirigente de Sortu y su DNI falso

Otro de los denunciados es el ahora dirigente de Sortu Joxean Agirre Agirre, quien supuestamente obtuvo la carrera de Sociología pese a que realizó la Selectividad en 2001, más de diez años después de iniciar sus estudios universitarios (1988). El DNI que aparece en el expediente de Agirre (99999171) es falso. El etarra Ramón Aldasoro Magunacelaia, por ejemplo, alegó haber realizado la selectividad diez años después de comenzar sus estudios universitarios.

Entre los denunciados aparece Imanol Haranburu Carrera, que fue propuesto jefe de Negociado de Escuelas de Idiomas y Acreditación, cargo integrado en la directiva de la Consejería de Educación del Gobierno de Navarra. Tanto en ése caso como en los de Cándido Aspiazu, asesino de Ramón Baglieto, e Iñaki Arakama Mendia, alias «Macario», no consta en ningún registro cómo accedieron a la universidad.

Una estrategia orquestada

En la lista vemos también a Inés del Río Prada, la etarra que llevó a Estrasburgo la «doctrina Parot», y que, según figura en los datos facilitados por Covite, no consta vía de acceso alguna en los registros (ni Selectividad ni mayores de 25) y su DNI es falso (99999177). Una situación que se repite en el caso de José Antonio López Ruiz, alias «Kubati», cuyo DNI falso era 99999197, apenas varía un número respecto al de Inés del Río. Y así hasta 76.

El Colectivo de Víctimas del País Vasco advierte de que el elevado número de etarras que se ha acogido a esta práctica fraudulenta pone de manifiesto que se trata de una estrategia orquestada por la banda terrorista. En este sentido, solicita en su demanda que, para acreditar los correspondientes requisitos de acceso, se requieran a la UPV, a la UNED de Bergara y al Ministerio de Educación los certificados correspondientes.