Congreso
La amnistía, aprobada con un separatismo envalentonado: "Es la primera derrota del régimen del 78"
Rufián y Nogueras ponen en el punto de mira a los jueces ante la aplicación de la medida de gracia y ya apelan al referéndum como "próxima parada"
Pedro Sánchez ha evitado escuchar los reproches que ha recibido el PSOE no solo por parte de la oposición , sino también por sus propios socios y tan solo ha acudido a la foto final, a la de la aprobación definitiva de la amnistía casi 200 días después de que los socialistas registraran la ley en solitario en el Congreso de los Diputados. En total, 177 diputados de los 349 que han votado (Martina Velarde, de Podemos, no ha podido votar por cuestiones familiares) han apoyado la medida de gracia, mientras que ha habido 172 votos en contra (PP, Vox y UPN). El margen ha sido estrecho y, de hecho, el propio Sánchez dio anoche la orden a todos sus diputados que permanecieran en Madrid para evitar que se perdiera algún voto que pudiera poner en peligro la amnistía. La debilidad parlamentaria tensionó la votación hasta el final. El independentismo, envalentonado, ha advertido de que la siguiente parada es el referéndum y ha reivindicado su victoria. "Hoy es un día histórico porque es la primera derrota del régimen del 78", ha espetado Gabriel Rufián, portavoz de ERC.
Rufián, que ha citado a modo de agradecimiento a todos los responsables del "procés" (desde Carles Puigdemont a Oriol Junqueras pasando por Carme Forcadell), ha reivindicado que Esquerra fue el primer partido en reclamar la amnistía y ha señalado que sucederá lo mismo con el referéndum. "Quien se ría o lo menosprecie, que piense y recuerde lo que se decía hace un año de la amnistía", ha afirmado Rufián, quien ha avisado que todavía tiene "que votar el Partido Judicial español", en referencia a la aplicación que tienen que hacer los jueces de la amnistía, que pueden acabar dejándola sin efecto. "Interpelo a los demócratas españoles para que no lo permitan", ha aseverado.
Míriam Nogueras, en la misma línea, ha señalado que es un "día histórico en toda la amplitud del término" y ha avisado que "no se perdona" con la amnistía, sino que el separatismo "gana una batalla del conflicto que existe desde hace siglos entre la nación catalana y la española". "No es perdón ni clemencia, es una victoria democrática y colectiva", ha afirmado Nogueras, quien ha asegurado que "nunca se debía haber llegado a necesitar esta ley si el Estado hubiera hecho una transición democrática real". "Especialmente en las cúpulas judiciales", ha enfatizado Nogueras, quien ha cargado contra PP y PSOE por "haber promovido y participado activamente de la represión". "Es la única ley que nos lleva a avanzar en el objetivo nuestro, que es la libertad definitiva", ha añadido. "Que nadie se engañe con el acuerdo de investidura y la amnistía: no se va a resolver el problema de fondo, lo determinante es el reconocimiento nacional de Cataluña", ha continuado Nogueras, para reivindicar la independencia, que ha dicho que "depende del pueblo de Cataluña".
Jon Iñarritu (Bildu) ha reivindicado la amnistía como respuesta a la "represión desmedida salvaje" contra el independentismo, pero ha alertado también que "no hay que hacer un cálculo erróneo" ya que el "conflicto político sigue encima de la mesa". Mikel Legarda (PNV) ha asegurado que ha llegado el "momento" de que el Estado afronte la crisis política catalana "desde un nuevo punto de vista", distinto "al penal y al orden público": en este sentido, ha planteado que hay que resolver la crisis a través de "políticas de diálogo" y "desde el principio de legalidad, pero también desde el consentimiento ciudadano".
El diputado de los comunes dentro de Sumar, Gerardo Pisarello, ha defendido que la ley de amnistía es "una victoria del pacto sobre el atropello" y la "posibilidad de una convivencia basada, no en la imposición, sino en el reconocimiento de la pluralidad", así como la "constatación de un fracaso", a su juicio, el de las "derechas radicalizadas empeñadas en utilizar la amnistía para derrocar al Gobierno yu a la mayoría de la investidura". Ante eso, aseguró, "hoy saldrán derrotadas".
Un debate que ha ido de menos a más tensión después de la intervención del diputado de Sumar por los comunes, Gerardo Pisarello quien había acusado a los de Abascal de "formar parte de organizaciones históricamente islamófobas, antisemitas y que han ido a rendirle pleitesía al carnicero de Rafah". Ante esas declaraciones el diputado de Vox, José María Figaredo ha pedido la palabra para poder responder y la presidenta del Congreso, Francina Armengol, se la ha negado. Lo que ha producido un rifirrafe entre la bancada de Sumar y de Vox. Los de Abascal han acabado llamando "traidores" al PSOE y el diputado encargado de defender la amnistía por parte del PSOE, Artemi Rallo, ha tildado de "filonazis" y "neofascistas" a los de Vox.
Previamente, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha asegurado en su intervención para defender el rechazo a la amnistía que su aprobación constituye "el atentado más grave a los españoles hornados que cumplen la ley desde 1978". A su vez, dijo, "legitima el golpe y la violencia política en Cataluña". Abascal ha acusado a Sánchez de permitir con la ley el "acto de corrupción política" más grande que se haya "perpetrado en España desde 1978" y a los socios de Sánchez de cometer "los peores delitos que pueden los representables públicos".
Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un tono mucho más sosegado que el del diputado socialista, ha bautizado la ley de amnistía como el "acta de defunción del PSOE". Avisó, además, que "la legislatura empieza y puede acabar aquí", ante la debilidad parlamentaria del Gobierno. De hecho, el líder del PP ha recordado cómo el Gobierno está perdiendo votaciones en el Congreso en los últimos plenos: "El Gobierno está paralizado y no saca nada adelante porque solo tiene el apoyo para aprobar las exigencias independentistas".
Tras la aprobación de la ley, el Gobierno ha exhibido su satisfacción, a pesar de que han sido los independentistas quienes más han tratado de rentabilizar su "victoria". El ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha recalcado que la aprobación definitiva de la ley es el "paso definitivo" que acaba con la "tensión" en Cataluña. "Hoy todas las fuerza políticas en Cataluña hacen política dentro de la ley y de la Constitución y dentro del sistema democrático del país", ha asegurado en declaraciones a los medios.
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