Rifirrafe político
Bronca sesión de control en el Congreso con gritos de "¡Cómplice!" y "¡Dimisión!" a Yolanda Díaz tras la crisis en el PSOE
La bancada del PP ha sido la protagonista de unas escenas que se han repetido durante todo el pleno
El Congreso de los Diputados ha vivido hoy la última Sesión de Control al Gobierno del curso político, y la segunda tras la crisis abierta en el PSOE por la presunta vinculación del ex secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, en el 'caso Koldo', después de que un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil lo señalase por haber cobrado presuntas comisiones tras amañar obras públicas.
De este modo, la Sesión de Control ha estado protagonizada por un tono bronco, cuyo principal protagonista ha sido la corrupción interna en el Partido Socialista de la mano de su "número tres", así como la petición elevada por el juez Peinado al Tribunal Supremo para imputar al ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, por presuntos delitos de malversación y falso testimonio en el 'caso Begoña Gómez' por la contratación de la asesora, Cristina Álvarez, para prestar servicios a la mujer de Sánchez. Dos motivos que han motivado un cruce de acusaciones entre los allí presentes.
Durante unas horas, el Hemiciclo del Congreso se ha vuelto a parecer, otra semana más, más a un patio de colegio que a la sede de la soberanía nacional donde, a priori, debería imperar el diálogo constructivo con el objetivo de perseguir el bien común. Sin embargo, las constantes interrupciones, los gritos más propios de un partido de fútbol que de altos representantes políticos, y el 'y tú más' que ha imperado en todo momento en los discursos de los diferentes diputados y miembros del Gobierno -especialmente entre el Partido Popular y el PSOE- han brindado un bochornoso espectáculo a la ciudadanía que para nada merece tal cosa.
Gritos de "¡Dimisión!" y "¡Cómplice!"
La bancada del Partido Popular ha protagonizado un bochornoso espectáculo al interrumpir constantemente el funcionamiento de la Sesión de Control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, dirigiéndose a los diferentes miembros de Ejecutivo con gritos de "¡Dimisión!" y "¡Cómplice!" tras sus diferentes intervenciones.
No obstante, aunque ha sido una práctica generalizada con todos los miembros del Ejecutivo, ha habido diferencias entre ellos. Tras sus intervenciones, los diputados populares han gritado a todos los ministros socialistas la palabra "¡Dimisión!", mientras que a los ministros de Sumar les han acusado de ser cómplices, a través del grito "¡Cómplice!".
Por este motivo, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha tenido que interrumpir en reiteradas ocasiones el desarrollo de la Sesiónde Control para exigir "respeto y decoro a la Cámara" tras las constantes interrupciones y faltas de respeto, procedentes en su mayoría de la bancada popular.
"Dejen de insultar, dejen de gritar y dejen de patalear, porque la ciudadanía española no se lo merece", ha zanjado Armengol al finalizar la Sesión de Control, después de que hayan tenido que sufrir estas interpelaciones diferentes miembros del Gobierno, como Yolanda Díaz, Félix Bolaños, Fernando Grande-Marlaska o Sira Rego, entre otros.