Comunidades Autónomas
Cierre de filas total: los barones del PP rechazan la quita de la deuda
Ni siquiera las regiones peor financiadas aceptan morder la «manzana» de Montero
Carlos Mazón preside la comunidad autónoma peor financiada en España y ha dicho «no» a la quita de la deuda aprobada por el Gobierno. Porque la considera un «chantaje» y una «nueva burla» a los intereses de su región.
Pero es que Juanma Moreno, que preside la segunda comunidad autónoma peor financiada en España, también ha dicho «no» a la quita de la deuda. Porque ve en ella «una maniobra política para salvar a Sánchez».
Los argumentos, uno a uno, se repiten entre todos los gobiernos populares. En la Comunidad de Madrid, el equipo de Isabel Díaz Ayuso habla de «una trampa que pretende dividir a las comunidades gobernadas por el PP, con el señuelo de asumir parte de su deuda».
Lo que de verdad se pretende, añaden, es que se pague «entre todos el chantaje que Sánchez le ha aceptado al independentismo para seguir» en el poder. «Y que, en realidad, es solo el pago de las arras previo» al cupo catalán. Por más que Moncloa le pone y le pone el anzuelo a los presidentes populares, ninguno hace siquiera el amago de picar.
El cierre de filas con la línea marcada por Alberto Núñez Feijóo es total. Entretanto, desde la cúpula argumentan que la maniobra de Sánchez para contentar a ERC no acarrea ninguna condonación. Lo que se hace es «repartir» la hipoteca que tienen varios territorios entre todos los españoles. Un pan con unas tortas.
«La deuda generada por la mala gestión de los independentistas se reparte y pasamos a pagarla todos los españoles», resumen fuentes de la dirección en conversación con LA RAZÓN. Y ate los argumentos que lanza el PSOE, como que las comunidades están rechazando gastar más dinero en sanidad, replican: «Son mentiras». María Jesús Montero, sin ir más lejos, declaró ayer: «Entre 6.600 y 6.700 millones de euros ya no tendrán que ir dirigidos a pagar los intereses de la deuda, sino a reforzar partidas sanitarias, educativas o de dependencia».
Pero en Génova niegan la mayor y recuerdan que algunas instituciones independientes, como la Airef, han desmentido las tesis difundidas por el Gobierno. «No genera un mayor margen de gasto en otras políticas públicas», recalcó la autoridad independiente el pasado mes de febrero en un informe público.
Más allá del debate sobre los beneficios o no de la quita aprobada por el Consejo de Ministros, lo que parece claro es que no habrá disidencias entre los presidentes populares y ninguno se acogerá a un mecanismo que está por ver si acaba viendo la luz, porque necesita de un largo trámite parlamentario, con el respaldo de la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados. Prueba de fuego.
Este martes, la portavoz parlamentaria del PP, Ester Muñoz, corroboró la información publicada el lunes por este periódico: que ninguno de los presidentes de su partido morderán la manzana que les pone en bandeja la vicepresidenta primera y responsable de Hacienda. «No entrarán en esa trampa». Las posiciones, añade un barón con mando en plaza a este diario «están claras».
Consciente de que Montero tratará de usar la negativa a acogerse a la quita de la deuda para erosionar su candidatura en la próxima contienda electoral, el presidente andaluz fue uno de los que más se afanó por explicar los motivos que le llevan a dar un portazo. «La quita de la deuda no es favorable porque no tenemos un problema de deuda como Cataluña. Somos una de las cinco comunidades autónomas con la deuda más baja y, además, estamos dos puntos por debajo de la media nacional».
El grueso de la dirigencia territorial del PP, en las últimas horas, ha mandado a pastar al Gobierno y ha coincidido la necesidad de alumbrar un nuevo sistema de financiación autonómica. Nada de quita. Sí a una reforma que lleva años pendiente. «Lo necesario es un nuevo sistema que permita a todas las regiones disponer de la financiación que necesitan para sus recursos públicos».