Análisis
Las claves de la reunión de Puigdemont para romper lazos con Sánchez
El núcleo duro del prófugo de la Justicia se inclina por romper lazos con el Gobierno de Sánchez y apostar por una moción de censura "instrumental"
El líder de Junts per Catalunya, y prófugo de la Justicia, Carles Puigdemont, ha reunido a su núcleo duro en Perpiñán (Francia) para decidir si continúan apoyando al Gobierno de Pedro Sánchez o, por el contrario, dan un paso al lado y rompen todos los lazos con el Ejecutivo.
Todo empezó después de que el pasado miércoles, durante la Sesión de Control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, la portavoz parlamentaria de Junts diese el ultimátum definitivo al presidente, momento en el que la maquinaria independentista se puso en marcha para lo que parece ser el asalto final para acabar con su vinculación con el Ejecutivo.
"Quizá habría que hablar menos de cambios de horarios y empezar a hablar de la hora del cambio", espetó Miriam Nogueras en la Cámara Baja en una clara alusión a un posible relevo en La Moncloa.
Las claves de la reunión de la Ejecutiva de Puigdemont
La reunión estaba prevista que comenzase a las 10:00 horas, y se contaba con que tendría una duración estimafa de dos horas, pero todavía siguen reunidos y todo apunta a que podría alargarse bastante más tiempo.
A Cónclave independentista han acudido en torno a 50 personas, entre los que se encuentran el propio president a la cabeza, junto al secretario general, Jordi Turull, la vicepresidenta y líder del partido en el Congreso, Míriam Nogueras, y otros pesos dentro del partido.
Por su parte, la decisión mayoritaria de la formación independentista tiende a romper lazos con el Gobierno de Sánchez, pues argumentan que hay "reiterados" incumplimientos del pacto de investidura que, actualmente, consideran como algo insalvable en su relación.
No descarta una "moción instrumental"
La primera consecuencia de la ruptura definitiva de Junts con el Gobierno sería visible en el Parlamento, donde el Ejecutivo no podría sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE), ni tan siquiera alguna otra iniciativa.
Ante esta situación, la formación de Puigdemont entiende que el presidente se vería abocado a un adelanto electoral, que a juicio de los independentistas, debería llegar "a más tardar" a finales de este año o principios de 2026.
Sin embargo, si esta hipótesis no saliese adelante -pues tratándose de la estrategia política de Sánchez, podría ser posible-, Puigdemont no descarta apoyar una "moción de censura instrumental", pues según fuentes conocedoras de las conversaciones internas del partido, esta herramienta podría llegar a plantearse la próxima semana.
En este sentido, el prófugo de la Justicia apoyaría una moción de censura con dos condiciones fundamentales: que el candidato a la Presidencia del Gobierno fuese una persona independiente, sin vinculación alguna a ningún partido, y que se comprometiese a convocar elecciones a la mayor brevedad posible. No obstante, para ello Puigdemont tendría que llegar a un pacto con Alberto Núñez Feijóo y con Santiago Abascal; una combinación que, a priori, parecería complicada.
Por su parte, el presidente del Gobierno trata de rebajar tensiones y argumenta que desde el Ejecutivo están cumpliendo con "todo" lo pactado, aunque reconoce que hay cosas que se escapan de su mano. "Lo que está en manos del Gobierno de España lo estamos cumpliendo, pero lo que está en manos de otros, estamos trabajando para que se cumpla", aseguró hace unos días el presidente Sánchez.