El Congreso de los Diputados ha gastado más de 4 millones de euros de fondos públicos en este último año, el primero de los cuatro de legislatura, en sufragar viajes y desplazamientos de diputados por territorio nacional.

Las primeras facturas son agosto del año pasado, lo que supone una media de unos 11.000 euros de dinero público utilizado por cada uno de los 350 diputados para abonar viajes por todo el país, en teoría como parte de su labor diaria como diputado.

Concretamente, según las cifras recogidas por Europa Press, la facturación total por viajes nacionales hasta el pasado 1 de julio fue de 3.827.623,72 euros. A estos casi cuatro millones hay que añadir el coste para el erario público de los cuatro plenos que la Cámara baja celebró a lo largo del pasado mes de julio.

De la cantidad global, 2.337.658,65 euros se dedicaron a pagar los viajes de los diputados de sus respectivas provincias de residencia a Madrid para asistir a sesiones del Congreso. Se trata de los conocidos como desplazamientos para cumplir con la actividad parlamentaria.

A ello se suman los 841.700,57 euros invertidos en viajes para acudir a actos de carácter político, previamente autorizados por la dirección de sus grupos parlamentarios– y otros 1.970,54 euros de viajes oficiales.

En total, la Cámara baja usó 3.181.329,76 euros para abonar el coste de los billetes de avión, tren o autobús, así como la indemnización por kilometraje en vehículo privado del diputado.

A esta cantidad hay que añadir también los 646.293,96 euros a los que el Congreso ha tenido que hacer frente en concepto de gastos de gestión, cancelaciones o cambios de billetes para sus señorías.