El PP activa la maquinaria. Alberto Núñez Feijóo ha llamado a filas al partido, quiere implicar a toda la formación para que cale en la ciudadanía el mensaje de que Pedro Sánchez preside un Gobierno "colapsado" y "acorralado por la corrupción". Este será el mensaje que traslade mañana a su Comité Ejecutivo. Más allá de las arengas internas, el foco está puesto en si habrá adelanto o no a este año del Congreso nacional del partido, lo que serviría de termómetro para calibrar si realmente el partido da por agotada la legislatura y engrasa ya los motores electorales.

El hermetismo de Génova es total y esto ha avivado los rumores y el debate interno sobre la conveniencia de hacerlo o no. Por el momento, el equipo de Feijóo evita hablar de un posible congreso del PP este verano -tocaría en abril de 2026, si se cumple el plazo de cuatro años que marcan los Estatutos- y solo confirma que en el Comité Ejecutivo de este lunes se aprobará la sustitución de Dolors Montserrat por Esteban González Pons, que pasará a ser el nuevo portavoz del PP en el Parlamento Europeo.

"El apagón del pasado 28 de abril y el colapso del Gobierno estarán en su intervención", señalan fuentes próximas al líder del PP, que no confirman si Feijóo está sopesando celebrar un congreso ordinario del PP en julio, pero tampoco lo descartan de forma tajante. El secretismo de Feijóo y su equipo ha desatado los nervios y el desconcierto en el PP, abriendo un debate interno con diversidad de opiniones. Así, algunas fuentes consultadas por Ep creen que se trata de "un globo sonda" para "sondear la posibilidad de convocar un congreso del partido en julio" y ya le estarían "llegando los posibles líos".

Estas fuentes alertan de que aunque no está en juego en ningún caso la Presidencia de Feijóo al frente del PP, sí que puede abrirse una "guerra" en temas clave desde el punto de vista político e ideológico como el sistema de primarias -que algunos sectores quieren suprimir de la ponencia de Estatutos- o el aborto y la eutanasia. Otro aspecto que también podría ser objeto de debate en la ponencia política es la relación con Vox, donde hay "una parte del partido" que "quiere romper con ellos y otra dejar esa puerta abierta", algo que, según fuentes 'populares', puede generar un cruce de enmiendas "complicado" en torno a esta cuestión.

Además, la celebración de un congreso supone una remodelación en los órganos de dirección del partido, lo que abriría las quinielas sobre posibles sustitutos durante los próximos meses y desviaría el foco de la labor de "oposición y desgaste" al Gobierno que debe ocupar al PP. Se trata de elementos que, según resume un cargo territorial del partido, pueden hace "dudar" a Feijóo sobre la conveniencia de convocar ahora el congreso, dado que puede ser "un error grave en un momento de debilidad de Sánchez".

¿Superdomingo electoral?

En este contexto, hay cargos del PP que admiten en privado que "no ven clara la idoneidad del momento" para convocar un congreso del partido. Sin embargo, otras fuentes consultadas opinan lo contrario y sostienen que sería "un buen momento hacerlo antes de las elecciones de Castilla y León y antes de que pueda convocar Sánchez las generales". Además, cobra fuerza en las filas del PP la posibilidad de que el presidente del Gobierno, que no tiene Presupuestos ni visos de aprobarlos este año, decida adelantar las elecciones generales para hacerlas coincidir con las andaluzas, que tocarían en junio de 2026, según el pronóstico de algunos dirigentes. Paralelamente, en los últimos meses, algunos sectores del PP han defendido la necesidad de reforzar y fortalecer la estructura orgánica del partido para ser más eficaces en la labor de oposición al Gobierno de Pedro Sánchez.