Política

Andalucía

«Cuidado Pedro, aquí el único derrotado eres tú»

Díaz se revolvió contra el intento de Moncloa de derribarla tras el 2-D, movilizó a todos los barones y a alcaldes del PSOE para recordar a Sánchez sus resultados electorales.

La presidenta en funciones de la Junta, Susana Díaz
La presidenta en funciones de la Junta, Susana Díazlarazon

Díaz se revolvió contra el intento de Moncloa de derribarla tras el 2-D, movilizó a todos los barones y a alcaldes del PSOE para recordar a Sánchez sus resultados electorales.

Comenzó la misma noche del dos de diciembre y duró veinticuatro horas. Poco después de la debacle electoral del PSOE en Andalucía, el «sanchismo» puso en marcha una auténtica operación derribo contra Susana Díaz. «El jefe era Pedro y el afilador Ábalos», dice un alto dirigente del socialismo andaluz. Pero la sultana no estaba dispuesta a ceder, se revolvió contra Sánchez y movilizó a todos los «barones» y un buen número del alcaldes del partido. En cuestión de horas, las llamadas a Moncloa y Ferraz eran un torrente. Javier Fernández, Ximo Puig, Fernández Vara, Lambán y García Page hicieron llegar al presidente su malestar, mientras los cargos municipales realizaban lo propio con el secretario de Organización, primero en solicitar la cabeza de Susana. «Es muy injusto, cuando Pedro perdió con solo ochenta y cuatro diputados, nadie le pidió que se fuera», advierten en el núcleo del «susanismo». Bajo la premisa de que ella ha ganado las elecciones, aún con un mal resultado, desde su entorno se lanzó un mensaje a Moncloa: «Cuidado Pedro, aquí el único derrotado eres tú», le espetó en una llamada un destacado miembro de total confianza de la presidenta en funciones.

La reacción de Susana fue inmediata. Por su parte, los «barones» regionales trasladaron a Moncloa y Ferraz su rechazo a descabezar a la andaluza. «Solo falta abrir el partido en canal meses antes de mayo», dice uno de ellos con la mirada puesta en las próximas municipales y autonómicas. Todos se ven venir unos malos resultados ante el inesperado huracán electoral de Vox y recelan de un cambio en el socialismo andaluz orquestado desde la dirección federal. Recuerdan que, en estos momentos, el «sanchismo» es residual en Andalucía, con la excepción de Alfonso Gómez de Celis, actual Delegado del Gobierno, y el Alcalde de Dos Hermanas, Quico Toscano, enemigos declarados de la sultana. En cuestión de horas, la operación quedó desactivada, el discurso de José Luis Ábalos se dulcificó y hasta Pedro Sánchez resaltó, en sus primeras declaraciones, la legitimidad de Susana Díaz para negociar un gobierno frente al llamado «consorcio de las derechas». No obstante, dirigentes del partido en Andalucía observan que «la operación se ha aparcado, pero no ha parado». La lideresa andaluza llegó al Congreso de los Diputados para la recepción de los cuarenta años de la Constitución cabizbaja, aunque con la decisión de aguantar. «Resistir es vencer», aseguró en los corrillos con periodistas dónde estuvo muy solicitada. Permaneció escoltada en la tribuna de invitados por el presidente asturiano Javier Fernández, amigo personal y uno de sus grandes valedores, y en el Salón de Pasos Perdidos por sus tres diputados de confianza, Micaela Navarro, Antonio Pradas y Miguel Ángel Heredia. A pocos metros del presidente Sánchez, su discurso fue inamovible: no está dispuesta a tirar la toalla, ha ganado por un millón de votos y si no logra formar gobierno se quedará como cabeza visible de la oposición en el Parlamento andaluz. Los suyos erre que erre, insisten en que «otros han perdido y no se han ido». Pero varios dirigentes socialistas dan la batalla del gobierno andaluz por perdida y opinan que, cuando Susana esté en la oposición, será «un cadáver político».

Desde Moncloa y Ferraz se rebaten las acusaciones de los «susanistas» sobre que la sombra de Pedro Sánchez y su entreguismo a Cataluña les han llevado a esta debacle. «Ha perdido ella y solo ella», afirman en el entorno de Sánchez y la dirección federal en Madrid. Recuerdan que la propia Susana no quiso presencia del presidente y algunos ministros durante la campaña, y admiten que el electorado estaba cansado de casi cuarenta años de poder socialista. «La corrupción también nos ha pasado factura», en relación a los escándalos de los ERES, los prostíbulos y otros asuntos turbios. Algunos incluso critican claramente la gestión de Susana y su gobierno, que ha provocado la victoria de Vox en feudos tradicionales del PSOE como Cádiz y Almería. «Hay que hacer una reflexión profunda, pero la derrota es solo de Susana», advierte un alto dirigente del partido. Por el contrario, la mayoría de los «barones» opinan que la política de Sánchez y sus socios separatistas sí ha influido negativamente en los resultados.

Abortada por el momento la operación derribo, las espadas se han replegado. Pedro Sánchez apoya en público a su eterna rival y la portavoz del gobierno, Isabel Celáa, se pasó siete pueblos en su defensa desde la mesa del Consejo de Ministros. De pedir su cabeza, se ha pasado a un escenario de buenos amigos exhibiendo la unidad. «Susana Díaz traga quina y está de nuevo a merced de Pedro Sánchez». Es el análisis de destacados dirigentes socialistas en la dirección federal de Ferraz frente al análisis en el palacio de San Telmo, sede de la Junta autonómica. La sultana languidece pero, según su entorno, no le queda otra que aguantar. «Lo contrario sería traicionar a quienes nos han votado», dicen con un poso de amargura. Aunque la batalla se ha frenado, piensan que la oposición será dura y que una vez perdido el gobierno, Sánchez y la dirección federal volverán al ataque. Una vez más, parece que Pedro se cobrará la derrota de su antigua adversaria en las primarias.

El pacto de no agresión culminará con un próximo encuentro del presidente y la «sultana», confirman desde Moncloa. Así también se lo comentó la propia Susana Díaz a algunos «barones» socialistas durante la recepción del pasado seis de diciembre en el Congreso. El interés es mutuo, para el presidente porque no le interesa ahora una crisis en puertas de las elecciones del mes de mayo, y a Susana porque necesita rehacer sus fuerzas. Desde Moncloa insisten en que el presidente del gobierno parte con ventaja dado que este mal resultado «Ha sido culpa únicamente de ella y su equipo». La potente red clientelar con la que el PSOE gobernó casi cuarenta años está ahora fuera de juego y miles de cargos amenazados. Una vez más, la andaluza ha perdido frente a Sánchez. En aquella pugna política de las primarias Susana Díaz Pacheco deshojó la margarita, se enfrentó a Pedro Sánchez y perdió. Ahora, todo hace prever que le espera un duro calvario en la oposición. «Va a ser una lucha sin cuartel contra Madrid», advierten en el feudo andaluz, aunque de momento ambos han firmado la pipa de la paz.