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El Ministerio de Defensa apuesta por un micromisil superficie-aire antidrones de última generación y tecnología española

Este ambicioso proyecto está encabezado por la compañía española Instalaza, junto a un equipo de empresas como Sistemas de Misiles de España (SMS), Escribano y el INTA.

Instalazza, que ya suministra al Ejército de Tierra lanzacohetes, será la encargada del desarrollo
Instalazza, que ya suministra al Ejército de Tierra lanzacohetes, será la encargada del desarrolloInstalazza

El Ministerio de Defensa de España ha asignado casi un millón de euros (950,000 euros) para el desarrollo de un avanzado sistema de defensa antiaérea. Este ambicioso proyecto está encabezado por la compañía española Instalaza, junto a un equipo de empresas como Sistemas de Misiles de España (SMS), Escribano y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). El objetivo es crear un prototipo de micromisil superficie-aire capaz de interceptar drones (RPAS) y municiones merodeadoras. Esta iniciativa fue seleccionada en el marco del programa COINCIDENTE 2023 de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM).

Este tipo de armas tiene una aplicación clave en escenarios modernos, donde la proliferación de drones y municiones merodeadoras representa un desafío significativo para la defensa de infraestructuras y tropas en movimiento. El prototipo desarrollado por Instalaza busca ofrecer una solución de defensa compacta y eficaz, que funcione tanto en plataformas terrestres como navales y aéreas.

Características técnicas del micromisil: un sistema compacto y preciso

El diseño del micromisil sigue requisitos específicos que aseguran su efectividad y fácil operación. Estas son algunas de las principales características que definen a este innovador dispositivo:

  1. Tamaño y peso optimizados: Su tamaño compacto, con un calibre aproximado de 90 mm, y su peso reducido permiten una fácil manipulación y despliegue en múltiples plataformas.

  2. Alcance y precisión: El micromisil está diseñado para alcanzar objetivos en movimiento o estáticos a una distancia de hasta 1.5 km, haciéndolo efectivo para interceptar drones y municiones merodeadoras con un peso de hasta 200 kg.

  3. Propulsión avanzada: Instalaza ha desarrollado un motor cohete que asegura un empuje vectorial adecuado para el lanzamiento y la maniobrabilidad del misil en vuelo.

  4. Guiado y navegación: El sistema cuenta con navegación inercial inicial, y su trayectoria se ajusta hacia el objetivo mediante un sistema de corrección. Además, se ha integrado un sensor de proximidad para asegurar la detonación de la carga en el momento adecuado.

  5. Cabeza de guerra de fragmentación: El misil incorpora una carga de fragmentación especialmente diseñada para objetivos aéreos, asegurando así la neutralización efectiva de drones y municiones en el momento de impacto.

Roles y responsabilidades de cada participante en el desarrollo

Instalaza lidera el proyecto en términos de propulsión, control de vuelo, diseño de la cabeza de guerra y desarrollo del tubo lanzador. Escribano, por su parte, es responsable del sistema de guiado por láser semiactivo (SAL), una tecnología de puntería que aporta gran precisión. Ambas compañías trabajarán de forma conjunta en la integración y validación del sistema completo. La ingeniería de sistemas y la integración final en plataformas recaerá sobre SMS, mientras que el INTA brindará apoyo técnico en la propulsión y en la integración de la plataforma. La colaboración entre estas entidades busca crear un sistema de defensa integral y robusto, listo para enfrentar las amenazas emergentes en el campo de batalla.

Posibles mejoras e investigación continua

Este proyecto incluye también estudios conceptuales para incorporar futuras mejoras. Una de las investigaciones destacadas es el desarrollo de un sistema de guiado basado en radar SAR (Synthetic Aperture Radar) e infrarrojos (IR), que podría reemplazar el sistema de guiado SAL y ofrecer una mayor autonomía en la detección de objetivos. Asimismo, se está evaluando la posibilidad de sustituir las baterías de ion-litio por baterías térmicas, lo cual podría mejorar la autonomía y reducir el peso del sistema.

Otro aspecto de la investigación incluye la expansión del alcance operativo del micromisil, que podría superar los 1.5 km en futuras versiones, ampliando así el rango de protección. Finalmente, se están estudiando métodos de integración física y funcional en estaciones de armas controladas de forma remota, incluyendo plataformas terrestres, navales y aéreas.

Impacto y relevancia del micromisil en la defensa moderna

Este micromisil supone un avance significativo en la defensa contra drones y municiones merodeadoras, tecnologías cada vez más presentes en conflictos modernos. Estos dispositivos representan amenazas versátiles que pueden penetrar defensas convencionales, lo que hace imprescindible contar con soluciones especializadas para su neutralización.

Este desarrollo también refuerza la industria de defensa española, mostrando cómo la colaboración entre empresas y organismos nacionales puede llevar a la creación de tecnologías avanzadas en seguridad y defensa. En el contexto actual, donde las amenazas no tripuladas son cada vez más sofisticadas y accesibles, el micromisil superficie-aire de Instalaza representa una respuesta de alto nivel, adaptada a las necesidades operativas de las Fuerzas Armadas y con el potencial de posicionarse en el mercado internacional.

Conclusiones

Este proyecto de Instalaza y sus socios refleja el compromiso de España con la innovación en defensa, al mismo tiempo que establece un ejemplo de cómo las colaboraciones estratégicas pueden fortalecer la capacidad militar del país. Este micromisil se perfila como una herramienta crucial en el combate de amenazas emergentes, combinando precisión, portabilidad y efectividad en un sistema diseñado para proteger activos estratégicos y operativos frente a drones y municiones merodeadoras en constante evolución.