Guerra en Ucrania
¿Por qué los tanques Leopard 2 entregados por España y otros países a Ucrania están fracasando frente a Rusia?
El suelo encharcado en invierno y las altas temperaturas en verano afectan al rendimiento del carro de combate alemán
Cuando la Unión Europea anunció que aquellos países con carros de combate Leopard 2 en sus Fuerzas Armadas iban a entregar algunas de sus unidades a Ucrania para hacer frente a los invasores rusos, fueron muchas las voces que consideraron que aquello podía ser un punto de inflexión en el conflicto, dada la extraordinaria capacidad del tanque alemán y su superioridad frente a muchos de los modelos que Moscú ha desplegado en el campo de batalla. Evidentemente, por sí mismos no podían cambiar el curso de la guerra, entre otras cosas porque tampoco han llegado a Ucrania las versiones más modernas, pero sí que junto con el resto de material entregado por los países occidental, podía dar un impulso decisivo a la contraofensiva lanzada por Kyiv.
Sin embargo, ni la contraofensiva ucraniana parece estar teniendo el éxito esperado ni la presencia de los Leopard 2 está dando los frutos deseados. ¿No son tan buenos como se creían los carros alemanes?, ¿son un objetivo fácil para la artillería y los tanques rusos?
La pasada semana, el medio alemán Die Welt publicaba un artículo que, bajo el título "Ucrania utiliza el Leopard 2 de forma completamente diferente a lo previsto", analizaba el uso que las fuerzas armadas ucranianas están dando a este carro de combate, considerado uno de los mejores del mundo y que tienen multitud de países en Europa, incluida España que, de hecho, ha entregado 10 unidades del Leopard 2A4 a Kyiv. Según el artículo del prestigioso diario germano, firmado por Alfred Hackensberger, corresponsal para zonas de guerra y crisis, "los Leopard 2, que se preveía que tuvieran un papel esencial en la línea del frente occidental, son prácticamente invisibles. Todo parecía indicar que estos vehículos, que presumen de un blindaje superior, una potencia de fuego de precisión y una movilidad notable, encabezarían el avance de las defensas rusas en el sur de Ucrania. Sin embargo, se han retirado inesperadamente de su papel previsto en primera línea”.
Die Welt menciona además que las esperanzas de las naciones de la OTAN de un avance ucraniano mediante el uso de tecnología europea no se han hecho realidad. La necesidad de utilizar carros de combate como artillería móvil surge de la falta de apoyo aéreo.
Hackensberger llega a una conclusión, que muchos analistas militares rusos ya intuían antes incluso de su llegada a Ucrania: la victoria en las batallas no depende tanto de los carros de combate como de las tácticas militares. Y es que Die Welt señala que “el Leopard 2, dotado de una potencia de fuego y movilidad superiores, estaba pensado como la punta de lanza del avance de Ucrania. Ésa era la expectativa de los países de la OTAN. Sin embargo, tras cuatro meses de contraofensiva, está claro que sólo un enfoque táctico diferente ha tenido éxito”.
El observador militar y coronel retirado Víctor Litovkin ya predijo los problemas que iban a tener los tanques occidentales en el terreno ucraniano, afirmando que podrían quedar atascados con el deshielo. Litovkin señaló que los carros europeos son significativamente más pesados que los rusos, casi 20 toneladas más, y, en consecuencia, tienen más probabilidades de quedarse atascados, presentando un objetivo inmóvil para la artillería, los misiles guiados antitanques y los lanzagranadas rusos.
De hecho, se espera que el chernozem, como se denominada al suelo negro que se forma cuando se mezcla con el agua, vuelva a jugar un papel clave durante el otoño y el invierno para la contraofensiva ucraniana. El suelo ucraniano es muy fértil, rico en sustancias orgánicas y minerales y contiene un alto porcentaje de arcilla, que durante las estaciones secas provoca profundas grietas que se llenan de agua cuando llueve creando zonas empantanadas difíciles de detectar para los vehículos más pesados y con orugas, que se pueden quedar atrapados.
Por eso, el barro ucraniano puede tener un impacto significativo en el movimiento de los Leopard 2, pues afecta a las orugas y otros componentes mecánicos, provocando que pierdan tracción y se ralentice el avance. El lodo también puede obstruir los filtros de aire del motor.
Quitar el lodo de un tanque puede ser una tarea desafiante y que requiere mucho tiempo. A menudo es necesario utilizar equipos especializados, como hidrolimpiadoras o potentes chorros de agua, para eliminar el barro de las zonas de difícil acceso. En algunos casos, es posible que se requiera mano de obra para raspar el lodo de las vías y otras superficies.
Pero no solo los meses fríos son malos, porque también los Leopard pueden provocar fallos cuando el calor aprieta. Pues por encima de los 35 grados (una temperatura habitual en España en verano), las máquinas de desminado alemanas basadas en tanques Leopard 2R proporcionadas por Finlandia al ejército ucraniano requieren una refrigeración adicional del motor, un requisito que lamentablemente altera el rendimiento general.
En julio, informa el diario, las tres máquinas desminadoras supervivientes de este modelo que operaban en las Fuerzas Armadas de Ucrania se detuvieron durante las operaciones en dirección Orekhovsky del Frente Zaporozhian.
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