La izquierda
Díaz ultima con los partidos su candidatura para presentarla antes del 28-M
El entorno de Sumar lo celebra, pero reconocen que «va tarde». Ha retrasado su decisión desde diciembre
La incertidumbre en la izquierda sobre su futuro de cara a las elecciones generales era uno de los aspectos que más empezaba a desesperar entre los principales partidos. Todos, se encuentran a la espera de que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, desvele los planes de su plataforma Sumar para diciembre y la forma con la que espera aglutinar a las diversas formaciones bajo un mismo paraguas. La fórmula mágica en la que todas las organizaciones se encuentren representadas y respetadas según su peso. Una petición de la que la ministra gallega ha tratado de aislarse pese a las presiones de todo tipo.
La primera cuestión a dilucidar era la del anuncio sobre si finalmente Díaz se presentará como candidata de Sumar a las próximas elecciones. Será a finales de este mes de marzo o principios de abril cuando anuncie en un acto en Madrid con los principales partidos ese paso, según adelantó la ‘Cadena Ser’ y ha confirmado La Razón. Así, la vicepresidenta marcará la agenda mediática en la previa de las elecciones autonómicas y municipales, en las que el proyecto Sumar no participa al no haber llegado a tiempo con una estructura orgánica sólida. La vicepresidenta prevé dar visibilidad a las formaciones de izquierda en ese acto, aunque las formaciones que la rodean todavía no cuentan con información concreta sobre ese momento, según reconocen en Podemos. Esta semana se han acelerado las reuniones con los partidos para cerrar la agenda.
El paso de la vicepresidenta fue celebrado ayer entre los principales actores de Sumar que forman parte del equipo de coordinadores que están dando forma al «proyecto de país» que se está construyendo. Aunque en parte de este grupo se lamenta que este anuncio se haya dilatado en el tiempo. «Vamos tarde», reconocen las fuentes consultadas por este periódico, que durante este periodo han venido advirtiendo a la ministra de Trabajo la necesidad de acelerar su proceso de escucha y comenzar las conversaciones con las formaciones políticas.
Este extremo, el de confirmar que será candidata se ha retrasado en el tiempo en hasta cuatro meses. La vicepresidenta quiso iniciar su proyecto de escucha en enero de 2022, pero las negociaciones para dar luz verde a la reforma laboral, la guerra en Ucrania y los comicios autonómicos retrasaron ese proceso hasta julio de 2022. Entonces, ella misma confirmó que su proyecto duraría seis meses y que después, anunciaría sí se presentaría como candidata a las generales. Esto es, el mes de diciembre de 2022, según la fecha que puso la propia vicepresidenta. Un anuncio que no llegó a producirse entonces, ni tampoco la finalización de su gira autonómica para llevar Sumar a todos los territorios. Después, en un corrillo informal con periodistas en la celebración del día de la Constitución, ella misma reconoció su intención de adelantar su decisión ante la «incertidumbre» que estaba observando que generaba su silencio. En su equipo apuntaron después a enero como mes clave. Tampoco sucedió.
Ahora, la vicepresidenta empieza a despejar las principales incógnitas que solicitaban los partidos para comenzar a negociar una coalición. Sin embargo, la negociación final con los partidos no llegará hasta después de los comicios del próximo 28-M. Para ese momento, Sumar ya habrá acabado su gira autonómica. Solo le queda por visitar Andalucía –donde acudirá dos veces– y Canarias. Podemos sitúa el momento definitivo de estas reuniones entre todos los partidos con Sumar en verano.
En Podemos hay prudencia de momento ante la inmediatez del anuncio de la candidatura de Díaz, y según el tipo de acto que pretenda celebrar la organización, la formación enviará una representación de más o menos perfil. De cara al momento en el que anuncie su designación, en Podemos esperan un mensaje clave. El de que Díaz verbalice si va a ser «candidata de Podemos, de la unidad» o sólo de Sumar. En el partido se recuerda que la formación ya ha sido «muy generosa» al designar como candidata a una dirigente sin carnet morado y es una de las bazas que juegan para negociar.
Además, los morados piden la celebración de unas primarias abiertas donde todos los candidatos sean elegidos por la militancia de todos los partidos. Algo que hasta ahora no ha sucedido bajo el mando de Pablo Iglesias, cuando se celebraban estos procesos para luego llegar a una confluencia con Izquierda Unida. Cada partido celebraba sus elecciones y después, se elegía en «despachos» al cabeza de lista. Lo que ahora critican –la elección a dedo– es lo que sucedía con naturalidad.
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