Política

Barómetro del CIS

El 50,5% no cree que sea necesario un CIS cada mes

El 89,4% rechaza que se pague con sus impuestos el incremento de 3 millones de euros que supone el cambio

Los sondeos de opinión del CIS bajo control del PSOE están en entredicho tras la publicación de los últimos resultados
Los sondeos de opinión del CIS bajo control del PSOE están en entredicho tras la publicación de los últimos resultadoslarazon

El 89,4% rechaza que se pague con sus impuestos el incremento de 3 millones de euros que supone el cambio.

Los gobernantes quieren saber lo que opinan sus gobernados. Algunos dirán que para gestionar mejor la cosa pública. Otros, sin duda más mal pensados, para mantenerse –cuando no perpetuarse– en el poder. Sea como fuere, en nuestro país, desde hace años, los partidos políticos reciben como agua de mayo los resultados del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) para celebrarlos, mirar de reojo a los contrincantes o justificar la subida o la bajada en la intención de voto. Ahora el CIS, que para muchos ha caído en desgracia ante las importantes «cocinas» con que cuenta y sus errores acumulados durante decenios, ha sumado, en los tiempos de Pedro Sánchez en el poder, un nuevo «pero».

Todos –todos los que no son el PSOE– han recibido de uñas sus resultados de la era José Félix Tezanos, viejo militante socialista puesto al frente del CIS para –subrayan los otros– mayor gloria de Sánchez. Hasta el 41,2% de los consultados cree que el señor Tezanos hace de las suyas, en favor de «los suyos», en el CIS que controla. La cosa se lía además con la intención del Gobierno de llevar a cabo un CIS mensual que cuesta la friolera de tres millones de euros más.

Ante esto sí que reaccionan los ciudadanos, como hoy refleja la encuesta de NC Report; el 89,4% no quiere que se utilicen impuestos para pagar esa consulta cada 30 días que muchos consideran un termómetro político para los partidos en el Gobierno –en este caso, el PSOE– que lo que intentan es saber cuál es el momento más adecuado para plantear elecciones –y ganarlas–. Y todo, pagado con los impuestos de sus conciudadanos. Una cuadratura del círculo maquiavélica.