Política

Elecciones generales

El análisis: El «efecto Andalucía» se propaga

Vox canaliza una movilización histórica de la derecha que sumaría más de 12 millones de votos mientas la izquierda se tambalea: los votantes socialistas se quedan en casa y Podemos se desinfla

El análisis: El «efecto Andalucía» se propaga
El análisis: El «efecto Andalucía» se propagalarazon

Vox canaliza una movilización histórica de la derecha que sumaría más de 12 millones de votos mientas la izquierda se tambalea: los votantes socialistas se quedan en casa y Podemos se desinfla.

El 2-D significó el triunfo de una estrategia que llevaría hoy mismo al centro-derecha español a conquistar la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados.

Denunciar la colaboración del Gobierno Central con los que quieren romper España ha permitido derribar las murallas del más importante bastión socialista, contando con la colaboración de parte de sus defensores; 400.000 votantes socialistas se han abstenido abriendo la puerta a Juanma Moreno, y por otra parte 350.000 votantes desde el centro a la derecha han reforzado con su voto a las tres candidaturas del centro-derecha.

En cinco meses estaremos en plena campaña electoral para las elecciones locales y europeas, y además autonómicas en trece de las diecisiete autonomías españolas. La fórmula exitosa en Andalucía es de aplicación en el resto del territorio nacional, por lo que es de prever que la mayoría de ayuntamientos y comunidades autónomas cambien su orientación política hacia el centro-derecha y que la mayoría de parlamentarios europeos también sean de estos colores.

En la encuesta de NC Report para LA RAZÓN se constata que estamos ante la mayor movilización del voto del centro-derecha de la historia de España, hoy sumarían 12.2 millones de votantes, el 51,1% del voto válido y podrían llegar a conseguir, entre los tres partidos, 181 escaños y la mayoría absoluta.

Las dos mayorías absolutas anteriores se cimentaron en 10,3 millones (Aznar, 2000) y 10,9 millones (Rajoy, 2011).

Una de las razones por las que el PP sigue siendo una de las dos principales fuerzas políticas nacionales, en la práctica empatado con el PSOE, y no se desploma a la tercera posición, es porque el electorado que le abandona desde 2016, no se ha incrementado de forma importante. De hecho en los últimos meses de crecimiento de Vox, una parte importante de los que se pasaban a Ciudadanos, ahora cambian su destino por Vox. Así mismo, parte de los que elegían la abstención ahora se van a Vox.

Hace un mes, el PP trasvasaba a Ciudadanos 1,336 millones de votantes, hoy rebaja la cantidad a 1,054 millones. En noviembre el PP enviaba a la abstención a 602.000 votantes, hoy se reduce a 527.000. Pero frente a estos recortes aumenta la transferencia de votos del 2016 a Vox; que han pasado en este mes de 351.000 a 971.000 votantes. Lo que representa en 46,7% del voto de Vox, que totaliza 2,079 millones de votos.

Por lo tanto la mayoría del voto que obtiene Vox no procede de los que votaron a Rajoy en 2016. El otro 53,3% le llega de los que se abstuvieron en las elecciones generales de 2016; 548.000 votos, otros 302.000 de los que votaron a Ciudadanos y 258.000 del resto de partidos. Es decir, que el 26,4% de los votantes de Vox procedían de la abstención de 2016.

Entre las elecciones generales de 2011 y las de 2016, el PP perdió 3 millones de votantes. Fue el precio que pagó por el desgaste que supuso gobernar el país con la mayor crisis económica y territorial que hemos sufrido. Los liberales marcharon al proyecto de Rivera, mientras que los más conservadores optaron por la abstención. Ahora estos votantes más a la derecha del electorado del PP comienzan a salir de la abstención «despertados» por Vox.

Esta reubicación entre los votantes del centro- derecha no hunde al PP, tampoco a Cs. Ambas formaciones ceden 3,6 puntos entre las dos en el últimos mes, porcentaje que es ampliamente compensado por el crecimiento en este periodo de 6,6 puntos de Vox, con lo que el centro-derecha pasa de contar con el 48,3% del voto válido en noviembre al 51,3% en diciembre. Al tiempo que el centro-izquierda baja del 43,5% al 42,0%.

Ciudadanos también aporta votos a Vox, de hecho le transfiere 302.000 votantes, es decir, el 9,6% del voto obtenido por los naranjas en 2016.

En el terreno del centro-izquierda se acrecienta la fuga de votos del PSOE hacia Cs y la abstención, prácticamente a partes iguales. En el último mes el total de estas deserciones ha pasado de 604.000 a 707.000 votantes socialistas. De representar el 10,9%, al ser el 12,8% del voto del PSOE de 2016.

En Unidos Podemos la transferencia de voto hacia el PSOE se reduce de nuevo por tercer mes consecutivo. Tras alcanzar su máximo en los meses de julio y septiembre con cerca de 900.000 votantes, ha ido descendiendo mensualmente hasta quedarse en 645.000 votantes en diciembre. Otra prueba de la decepción que finalmente ha supuesto entre el votante morado la actuación del Gobierno y un duro revés en las expectativas creadas entre el PSOE de ir recuperando voto socialista que captó Podemos en 2016.