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«El loco» iba a atentar contra la sede de cualquier partido o del Congreso

Daniel Pérez, de 37 años, llevaba 5,8 kilos de explosivos

El presunto autor del ataque a la sede nacional del PP esta mañana en la calle Génova de Madrid, Daniel Pérez Berlanga, es trasladado por agentes de la policía hasta su casa en Bronchales (Teruel).
El presunto autor del ataque a la sede nacional del PP esta mañana en la calle Génova de Madrid, Daniel Pérez Berlanga, es trasladado por agentes de la policía hasta su casa en Bronchales (Teruel).larazon

«El loco del pueblo» es el sobrenombre con el que conocen a Daniel Pérez Berlanga en la localidad turolense de Bronchales, donde reside.

«El loco del pueblo» es el sobrenombre con el que conocen a Daniel Pérez Berlanga en la localidad turolense de Bronchales, donde reside. Un apelativo que ayer le vino como anillo al dedo después de que este hombre, de 37 años y parado desde la pasada primavera, decidiese empotrar un vehículo armado con una bomba casera de gran potencia en la sede del PP en la calle Génova de Madrid. «Salid de aquí, que llevo una bomba que va a explotar en una hora y media», gritó Pérez Berlanga instantes después del impacto, cuando era detenido por una patrulla de reacción inmediata de la Policía Nacional perteneciente a la Comisaría de Chamberí. Durante el arresto, el turolense aseguró que quería atentar contra toda la clase política, a los que culpa de su situación de desempleo, desde que fuese afectado por un ERE el mayo pasado. Es más, afirmó que podría haber atentado «contra cualquier sede» o «contra el Congreso de los Diputados».

Según explicó el jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díez, el detenido pretendía «llamar la atención» sobre su situación, aunque, para ello, en lugar de usar una cantidad moderada de explosivo, había preparado un artefacto que habría causado graves daños materiales al inmueble en el que se ubica el Partido Popular. En concreto, había 5,8 kilos de nitrato de amonio mezclado con algún tipo de combustible, conectado a dos bombonas de butano, a un detonador y a un iniciador compuesto por fósforos, es decir, cabezas de cerillas. El daño que podrían haber causado se puede calibrar con facilidad si se tiene en cuenta el explosivo utilizado por Resistencia Galega el pasado 1 de octubre en el Ayuntamiento de Baralla: una olla con entre 3 y 5 kilos de pólvora destrozó la planta baja del consistorio.

Fernández Díez también detalló que el nitrato de amonio es fácil de obtener, ya que es un producto que se utiliza como abono industrial. Del mismo modo, el jefe policial consideró que el método para montar la bomba lo podría haber sacado «de cualquier página de internet», ya que se trataba de un artefacto «muy rudimentario». Aún así y pese a lo que se pensó en un principio, sí tenía capacidad explosiva, aunque habrá que esperar al resultado de los técnicos policiales para averiguar si la cantidad de cerillas habría sido suficiente para iniciar la detonación o bien, la rápida intervención de los agentes, que impidieron que prendiese los fósforos en el momento, salvó la sede del PP y a quienes se encontraban en ese momento en su interior: tres responsables de seguridad y una limpiadora.

Nada más tener conocimiento del artefacto explosivo, la Policía Nacional activó el dispositivo de seguridad y cortó el tráfico en la calle Génova y aledaños; informaron a los servicios públicos de que podrían verse afectados por la explosión, de modo que se cortó la circulación de trenes en la líneas de Metro que pasan por la zona y se establecieron tres círculos de seguridad que provocaron cortes intermitentes de tráfico hasta la plaza de Manuel Becerra.

A continuación llegaron los técnicos de explosivos Tedax que, con ayuda de un robot equipado con cámaras, estudiaron la bomba y, pasadas las 9:30 de la mañana lograron desmontar la primera fase del artefacto, retirando las bombonas de butano. Poco después se desactivó completamente. En ese momento se restablecieron las comunicaciones y se mantuvo tan sólo el cierre al tráfico en las inmediaciones. Después entró en acción la Policía Científica, que recogió los rastros necesarios para investigar lo ocurrido. El jefe superior de Policía destacó que el operativo se hizo de forma «modélica» por parte de las unidades policiales implicadas así como por la Policía Municipal, los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid y el equipo de seguridad del PP.

Mientras tanto, Daniel Pérez fue trasladado a las dependencias de la Brigada de Información en Moratalaz, donde insistió en su lucha contra la clase política, que según afirmó «le ha buscado la ruina». A primera hora de la tarde, fue trasladado a su localidad de origen en Teruel para practicar un registro domiciliario. Fernández Díez insistió en que no consta que sufra ninguna enfermedad psiquiátrica en la actualidad, pese a que permaneció un tiempo ingresado en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Royo Villanova de Zaragoza tras el intento de robo de un vehículo en Bronchales hace una década que, al parecer, realizó vestido con un pijama.

El alcalde del municipio, Francisco Nacher, afirmó ayer que Pérez Berlanga «estaba normal» el día anterior y subrayó que «es un chico normal hasta esta mañana», por lo que los vecinos están «sorprendidos, consternados, preocupados». Igualmente, un vecino de la localidad señaló a Ep que «nadie podía pensar que iba a hacer esto». «Lleva mucho tiempo en paro pero no se le notaba nada raro ni tenía cosas raras», añadió.

Ya entrada la mañana y con el tráfico restablecido, el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, acudió a la sede del partido acompañado por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal y, el vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, para comprobar los destrozos causados por el vehículo cargado de explosivos. «Ojalá estas cosas no vuelvan a ocurrir en España», manifestó el jefe del Ejecutivo en su cuenta de Twitter poco después. En la misma red social, Cospedal destacó que no hay que «lamentar ningún daño personal» y añadió que «eso es lo importante».