Política

Inmigración

El «precio» de vivir para un inmigrante: 2.500 euros con chaleco salvavidas, 2.000 sin él

Las mafias de la inmigración elevan las «tarifas» y llenan las barcazas ante la presión en el Estrecho

Agentes de la Guardia Civil ante el cadáver de un inmigrante en la playa de Caños de Meca, en la localidad gaditana de Barbate. Doce siguen sin aparecer
Agentes de la Guardia Civil ante el cadáver de un inmigrante en la playa de Caños de Meca, en la localidad gaditana de Barbate. Doce siguen sin aparecerlarazon

Las mafias de la inmigración elevan las «tarifas» y llenan las barcazas ante la presión en el Estrecho.

Las tarifas que cobran las mafias de la inmigración a los que tratan de entrar ilegalmente en España por mar, atravesando el Estrecho de Gibraltar, han subido y están «por las nubes», según fuentes de la investigación consultadas por LA RAZÓN.

2.500 euros con derecho a chaleco salvavidas y 2.000, si se hace la travesía sin este utensilio tan necesario. Por ello, los que organizan los viajes tratan de meter en cada embarcación al mayor número de personas y, como consecuencia de ello, surge el drama.

La Guardia Civil trataba ayer de localizar a las doce personas que aún permanecen desaparecidas como consecuencia del naufragio, el pasado lunes, de una patera, procedente de Marruecos, en la que viajaban unos 45 magrebíes.

El accidente se produjo cerca de la playa de Caños de Meca, el término municipal de Barbate, en Cádiz. En la embarcación, de 6,5 metros de eslora y 2,5 de manga, viajaban hacinadas las 45 personas, 22 de las cuales pudieron ser rescatadas con vida. Desde entonces, los agentes de la Benemérita han recuperado 11 cadáveres.

Entre los supervivientes, estaban el «patero», responsable de la embarcación, y su ayudante, que trataron de hacerse pasar como unos inmigrantes más, pero que han sido identificados y detenidos. El viaje que terminó con el choque de la barca contra unas rocas, a unos 150 metros de la playa, se había iniciado 48 horas antes en la costa marroquí.

Los agentes de la Guardia Civil que han intervenido en el rescate no llegan a explicarse cómo se pudieron meter 45 personas en una barca tan pequeña.

«Iban como enlatados» y con la mala mar (olas de 4/5 metros, fuertes vientos y lluvia) de la madruga del lunes, la tragedia estaba servida.

Además, los inmigrantes, para combatir el frío, se suelen poner hasta cinco capas de ropa que, una vez empapadas por la lluvia y el agua de las olas, se convierten en un peso adicional con el que es prácticamente imposible nadar hasta la costa. La embarcación era de madera, muy vieja y prácticamente se desintegró al chocar con las rocas.

En medio de la noche, eran las 5,30 de la madrugada, los inmigrantes no podían seguir en el agua al «patero» y sólo logró sobrevivir una veintena de ellos, que eran los que habían pagado los 2.500 euros y llevaban chaleco. La diferencia entre la vida y la muerte: 500 euros. A lo largo del día de ayer, fueron rescatados tres cadáveres.

La situación de la mar sigue siendo muy mala, por lo que los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil tienen que actuar con la mayor rapidez, con el consiguiente riesgo, para evitar que los cuerpos se vayan de nuevo al fondo.

A pesar de que continúa el mal tiempo, nuevas pateras han salido de Marruecos. A primera hora de la mañana de ayer, la Guardia Civil interceptaba una embarcación con quince inmigrantes marroquíes entre Barbate y Tarifa. Asimismo, fueron interceptadas dos embarcaciones de juguete con remos en las que navegaban varios magrebíes.