Pedro Sánchez

En rojo y amarillo: cada vez más orgullo de ser español

LA RAZÓN sale a la calle para tomar el pulso al patriotismo en el día de la Fiesta Nacional que se celebra hoy.

César Brandon (26 años) y Nuria López (24 años). Fotos: ALBERTO R. ROLDÁN
César Brandon (26 años) y Nuria López (24 años). Fotos: ALBERTO R. ROLDÁNlarazon

LA RAZÓN sale a la calle para tomar el pulso al patriotismo en el día de la Fiesta Nacional que se celebra hoy.

«La bandera de España es tan del PSOE como del resto». Estas palabras las pronunció Pedro Sánchez cuando proyectó una rojigualda gigante en el acto de su proclamación como candidato a la presidencia del Gobierno el 20 de diciembre de 2017. Fue hace casi dos años y desde entonces su uso entre la población se extiende, independientemente del partido que se vote y pese a que tradicionalmente la rojigualda siempre se ha sentido más cómoda con la derecha que con la izquierda.

Con motivo del día Nacional, que se celebra hoy en toda España, los españoles salimos a la calle y lucimos con orgullo este símbolo patrio que otrora fue politizado pero que en la actualidad levanta pasiones entre jóvenes, mayores, nacionales y extranjeros. Los establecimientos comerciales se frotan las manos ante la avalancha de adquisiciones de este símbolo. Si la venta de banderas fuera un indicador del furor patriota de un país, claro está que entre los españoles se encontrarían en este momento en su máximo esplendor, a tenor de las colas.

En medio de la crispación política y de una precampaña que en esta cita tienen en común, tanto a la izquierda como a la derecha, que apelan a la palabra España, recorremos las calles de Madrid para preguntar qué es ser español, cómo nos vemos y que nos sugiere nuestra bandera.

Todos los entrevistados coinciden en subrayar que durante mucho tiempo llevar una camiseta con la bandera de Reino Unido o de EE UU era un símbolo «cool» y moderno mientras que vestirse con la bandera de España se asociaba con ser facha, excepto si se portaba en los mundiales y las Eurocopas de fútbol, una tendencia que ha cambiado con los años. Ya no extraña ni se etiqueta a aquellos que deciden vestir alguna prenda con la insignia nacional. Es más, está de moda.

Asimismo coinciden en señalar que en los últimos años se ha potenciado el orgullo de identidad nacional en España gracias, en parte, a la crisis en Cataluña que ha servido de efecto rebote del patriotismo, ese que tanto escuece a los independentistas. Los españoles entrevistados por este diario aseguran que este incremento del sentimiento españolista es un movimiento en crecimiento y que seguirá extendiéndose de manera imparable. Insisten en que el patriotismo se despierta, especialmente, cuando viajas al exterior. Es fuera de nuestras fronteras cuando los españoles gritamos a los cuatro vientos nuestra procedencia. Sobre la parada militar de hoy, la mayoría de las opiniones consultadas son positivas. Consideran que se trata de un acto solemne que sirve para ensalzar los valores nacionales y muchos de los entrevistados reconocen haber participado en directo en más de una ocasión. En definitiva, atrás quedaron los días en los que los españoles no se atrevían a verbalizar el orgullo que sienten.

César Brandon (26 años), Poeta

«La gente cuelga la bandera por cariño, amor o nacionalismo»

Natural de Guinea Ecuatorial y residente en Ciudad Real, César tiene la suerte de poder vivir de lo que más le gusta: escribir poemas. Cree que la bandera de España se ve cada vez más en la calle, «independientemente de cuáles sean los motivos por los que se usa, ya sea por patriotismo, nacionalismo o simplemente por cariño o amor a tu nación». Opina, que más allá de la ideología, «los españoles son patriotas y aman España».

Nuria López (24 años), Estudiante del MIR

«Cuando sales fuera y dices que eres español, nos enorgullece»

Estudiante en Málaga, Nuria asegura que «nos sentimos muy orgullosos de ser españoles. No creo que nos avergoncemos, en especial cuando salimos fuera del país». A ella, el hecho de que la gente cuelgue su bandera en las ventanas o pegue pegatinas en el coche con la insignia nacional, «le parece genial». «Yo no la pongo pero si algún día quiero ponerla la pondré. Mirar mal a alguien que lleva la bandera no me parece adecuado. Es de todos».

Julián Cabañas (65 años), Jubilado activo

«Siempre que puedo me gusta ver el desfile nacional»

Empresario, jubilado y abuelo, Rubén atiende al pequeño de sus cinco nietos, Ignacio, mientras hablamos sobre el sentimiento español. En su opinión, «hay un uso partidista de la bandera nacional» pero, en general, «la población ni lo tiene en cuenta». Asegura que el español sigue teniendo complejos: «cuando vas masivamente somos muy dados a llevar la bandera pero a nivel individual a la gente le cuesta y tiene temor a que se le identifique».

Laura Martín (23 años), Traductora

«A los españoles nos cuesta admitir nuestros problemas»

Valenciana y residente en Madrid, esta joven traductora denuncia la falta de autocrítica de los españoles, una actitud que dice «hace que nos cueste avanzar como sociedad porque somos además muy conformistas». Crítica con los políticos, califica la repetición electoral del próximo 10 de noviembre como «un circo». En su opinión, a raíz de la amenaza independentista, se «empezaron a vender banderas a lo bestia y colgarse en las fachadas».

Juan Gómez (37 años), Agricultor

«Somos el único país que a veces pita a su himno nacional»

Está en Madrid de paso. Acompañado por dos amigos, llegan del municipio jienense de Villares a la capital para denunciar los bajos precios del aceite. Están cabreados porque mientras este país está sumido en la parálisis, el olivar que inunda el paisaje del sur del país sufre un duro golpe por los aranceles. «Nuestra clase política está corrupta. No hay líderes que den soluciones a los problemas que realmente nos afectan a los españoles», critica con enfado.