Partido Popular

Feijóo sacude al ala moderada con su «me gusta la fruta»

El PP pone el foco en la corrupción y en la prostitución en el regreso a la actividad parlamentaria, además tienta a los socios con una moción sobre elecciones

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, preside la reunión del comité de dirección del partido. REMITIDA / HANDOUT por DAVID MUDARRA-PP Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 08/09/2025
Feijóo, este lunes durante la reunión del comité de dirección del PPDAVID MUDARRA-PPEuropa Press

Regresa la actividad ordinaria al Congreso de los Diputados con un Partido Popular que trata de poner todo el foco en los escándalos de corrupción que rodean al Gobierno y, también, en las saunas del suegro de Pedro Sánchez. Como publicó LA RAZÓN, poco después de que Alberto Núñez Feijóo mencionara los supuestos negocios de prostitución del padre de Begoña Gómez, los sondeos que reciben a diario en Génova 13 registraron un repunte.

Por eso, para el nuevo curso la apuesta es un claro endurecimiento del discurso, aderezado con golpes de efecto, como el sonoro plante a la apertura del Año Judicial de la semana pasada. Todo, para no ceder ni un milímetro de terreno a Vox.

Hoy se celebra en la Cámara Baja el primer Pleno del nuevo periodo de sesiones. Y para mañana el grupo popular tienta a los socios del mal llamado bloque progresista con la votación de una moción parlamentaria que versa sobre «las múltiples tramas corruptas que actuaban en el Gobierno» y que, en última instancia, reclama al Ejecutivo de Sánchez urnas ya. Por «su completa pérdida de crédito, su irreversible decadencia y su definitiva mengua de apoyos parlamentarios que exigiría que el pueblo español pudiera elegir cuanto antes un Gobierno nuevo, limpio y libre».

La encuesta que publicó ayer este diario dibuja una España muy distinta a la actual, con cambio de ciclo político en el que el PP se situaría por encima de los 150 escaños y Vox que se acercaría a su mejor marca histórica, en el entorno de los 50 diputados. Según el politburó gallego, no preocupa lo más mínimo la tendencia. Pero entre la dirigencia la percepción no es la misma. Hay nerviosismo porque el partido de Santiago Abascal no deja de crecer.

Este lunes, en una entrevista con Telecinco, Feijóo valoró los datos difundidos en nuestras páginas: «Nuestra alternativa es ganar las elecciones de forma clara». Por lo que, de momento, cree que la dirección es la correcta. La meta final es «gobernar en solitario». Y, para eso, son necesarios «diez millones de votos». También procedentes de las filas del partido verde.

La competición, por tanto, es el flanco derecho. Y la estela, la de Isabel Díaz Ayuso, que en la Comunidad de Madrid ha conseguido neutralizar al partido verde. No obstante, sorprendió el fin de semana un vídeo publicado por el líder popular en su cuenta de Instagram, en el que aparecía sobre las tablas de un karaoke cantando «Mi limón mi limonero».

En el post escribía: «Me gusta la fruta», un lema que acuñó su baronesa cuando, por lo bajini, llamó «hijo de puta» al presidente del Gobierno. Hasta ahora se había resistido a emplearlo. Algunos barones se muestran sorprendidos por las últimos movimientos de su líder.

Que el PP ha virado a estribor ya no es novedad. El cambio de rumbo comenzó el pasado mes de junio. Se celebró en el Palacio Real un acto por los 40 años de la adhesión de España en la Unión Europea y a pesar de la asistencia de la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen, o del propio Rey, el líder de la oposición se ausentó por la corrupción. Acababa de salir a la luz el informe de la UCO que se llevó por delante a Santos Cerdán. La semana pasada, hizo lo propio en el evento judicial más importante del año.

Ayer, desveló que comunicó personalmente al jefe del Estado la decisión de rechazar la invitación del Tribunal Supremo y que éste le transmitió que «lo entendía». Unas palabras que podían poner en un brete a Felipe VI. Pero en Génova 13 matizan: «Lo que dijo fue que el Rey hizo acuse de recibo, pero no que hubiera complicidad». En todo caso, se reafirmó una vez más en el plante. «Lo volvería a hacer, en este momento no puedo mirar para otro lado y no puedo dar por normal lo que es anormal desde el punto de vista institucional y judicial».

Para no perder el pulso entre los electores más moderados, el PP conjuga la escalada verbal con una agenda programática en distintos ámbitos. Dentro de poco, verá la luz un nuevo Plan de Calidad Institucional. Este lunes, el presidente del partido desveló una medida estrella: reformar el Estatuto del Ministerio Fiscal para evitar que sobre el fiscal general vuelva a pesar una pátina partidista. La idea es que el nombramiento no corresponda «simplemente» al Gobierno, sino que esté «sometido al visto bueno del Consejo General del Poder Judicial».

La encargada de pilotar esta estrategia es Cuca Gamarra, vicesecretaria de Regeneración Institucional, que ayer compareció en la sala de prensa tras la reunión ordinaria del comité de dirección. La principal idea-fuerza que quiso transmitir fue el ataque por la prostitución familiar de Sánchez, al que le exigió explicaciones para saber «hasta qué punto era conocedor» de las actividades de su suegro y «hasta qué punto se ha beneficiado personal y patrimonialmente de esta actividad».

Otro asunto que denunció fue el enésimo choque diplomático de nuestro país con Israel. Según expuso, Sánchez utiliza la situación en Gaza en su «beneficio propio» y pretende «desviar el foco» para «intentar huir de los problemas que le acorralan». Los populares aseguran que, desde noviembre de 2023, siempre que el Gobierno ha tenido algún problema, el presidente ha realizado anuncios sobre el conflicto entre Israel y Palestina. En plena aprobación de la amnistía, cuestionó el derecho de Israel a defenderse, que provocó la retirada de la embajadora. Tras la imputación de su mujer, reconoció al Estado palestino y, ahora, anuncia una batería de medidas contra el país hebreo.