Sucedió en la tarde de ayer. Primer día de agosto. Capital de Andalucía, centro penitenciario Sevilla II, módulo 14, destinado a internos con problemas mentales. Un funcionario de prisiones, mientras conversaba con presidiarios en la rutina de sus funciones, sufrió una brutal agresión por parte de un interno -identificado con las iniciales R.F.R-, que le estranguló mientras vociferaba: "Te voy a matar".

Acaip-Ugt, Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias, sindicato mayoritario en el ámbito penitenciario, ha denunciado los hechos. Según su relato, el agresor, autor de un asesinato a cuchillazo limpio en la adolescencia, que además cuenta con un amplio historial de violencia, estaba obsesionado con la idea de que iba a ser violando entre rejas. Empujado por su paranoia, se abalanzó contra el funcionario al tiempo que le profería amenazas de muerte y de connotación sexual: "Tú no me vas a violar a mí".

Desatado el forcejeo, el funcionario, además del estrangulamiento, recibió varios puñetazos. Fueron sus reflejos, ya que se pudo zafar del intento de ahogamiento, y la intervención de sus colegas, los que evitaron que el ataque no acabó en tragedia. Eso sí, el carcelero del centro hispalense tuvo que recibir atención hospitalaria: presentaba lesiones en la zona cervical, dorsal, lumbar e irritación en la garganta.

El sindicato asegura que "existe una orden de la Subdirección de Seguridad vigente en la que se alerta sobre la cantidad de incidentes regimentales cometidos por el interno". Además, el centro penitenciario ha exigido que sus salidas "se hagan de forma telemática, evitando la interacción" con toda persona. También se establecía "la necesidad de realizar informes diarios sobre el comportamiento del interno".

A pesar de informes realizados por funcionarios en los que se advierte de la inadaptación del interno, éste se encontraba ubicado en un módulo para presos con problemas mentales y que es atendido por un solo funcionario. Lo cual, a juicio del sindicato, "evidencia una preocupante incoherencia a la vista de la peligrosidad prevista en dicha orden de seguridad" y los referidos informes.

Los funcionarios exigen "responsabilidades"

La paliza de ayer, y la reciente agresión sexual que sufrió en ese mismo centro una psicóloga por parte de otro interno, lleva al sindicato a reclamar: "La revisión inmediata del sistema de clasificación interior y ubicación de internos peligrosos", el desarrollo "urgente de un nuevo protocolo de agresiones, dado que el vigente se ha demostrado ineficaz".

También, "el reconocimiento del personal penitenciario como agentes de la autoridad, así como la aplicación efectiva del principio de indemnidad, para garantizar la protección jurídica que corresponde a su función". Y, finalmente, "la asunción de responsabilidades por parte de la dirección del centro penitenciario, y la revisión de una política de gestión que prioriza indicadores superficiales frente a la seguridad real de los trabajadores".