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Génova separa en la Convención a Aznar y a Rajoy en días distintos

Los dos ex presidentes no confrontarán sus discursos: Rajoy hablará el viernes; Aznar, el sábado

Los dos ex presidentes del Gobierno irán a la Convención del PP. Está por ver si se repite esta foto de saludo entre ambos / Foto: Javier Fernández-Largo
Los dos ex presidentes del Gobierno irán a la Convención del PP. Está por ver si se repite esta foto de saludo entre ambos / Foto: Javier Fernández-Largolarazon

Los dos ex presidentes no confrontarán sus discursos: Rajoy hablará el viernes; Aznar, el sábado.

Mariano Rajoy tomará la palabra el viernes por la tarde en la inauguración de la Convención Nacional del PP. José María Aznar lo hará el sábado. La dirección del PP confirmó ayer que los ex presidentes del Gobierno asistirán al máximo órgano entre congresos que los populares celebrarán el próximo fin de semana en Madrid.

El pasado viernes este periódico adelantó que Génova ya contaba con la presencia de los dos y que estudiaba el formato más adecuado para combinar sus intervenciones sin choques protocolarios y sin que tampoco su participación en este cónclave restara protagonismo al líder nacional, Pablo Casado.

Es un encaje difícil debido a la distante relación que mantienen los ex líderes del PP. Una tensión que llevó a que prácticamente rompieran relaciones en la etapa final de liderazgo de Rajoy. De hecho, Aznar dejó de participar en los actos del partido, dejó de hacer campaña por su organización, y solemnizó esta ruptura renunciando a la Presidencia de Honor del PP. Además de que FAES rompiera también con el PP, pero en este caso no sólo por diferencias políticas insalvables con el «marianismo» sino también por intereses económicos.

Pero desde que echó a andar la candidatura de Casado como sucesor de Rajoy Aznar se posicionó claramente a favor de ella, y en todo momento ha mostrado su apoyo al cambio de rumbo en su partido. Por tanto, el líder popular tiene asegurado que su discurso no chirriará ni cuestionará su estrategia como sí le sucedió a Rajoy con las intervenciones de su antecesor al frente del PP, además con intensidad creciente en el choque.

A la nueva dirección del PP le conviene que acudan a la Convención los dos ex presidentes porque esto les ayuda a dar solidez al mantra de que hay unidad después del traumático proceso de primarias al que se enfrentaron para resolver la decisión de Rajoy de precipitar su salida al perder La Moncloa.

Esta estrategia enlaza con la puesta en escena que busca además calmar la inquietud de quienes dentro del PP reprochan a Casado que se acerque demasiado al discurso de Vox para frenar la fuga de votantes a este partido. El «marianismo» como tal no existe como corriente interna, como tampoco el «sorayismo», por la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Pero en el PP sí convive una sensibilidad más cercana a lo que sigue representando Aznar y a un discurso político más contundente en fondo y en formas, y la de quienes, por contra, entienden que el PP no debe abandonar las señas que le identifican más con el centro. En esta discusión la presencia equilibrada de los dos ex presidentes deja un mensaje de convivencia interna, aunque en la práctica Génova haya apostado por imponer una estrategia opuesta a la que caracterizó la etapa de Rajoy. Más política, ruptura en el equipo y también en el discurso para ir más allá de lo que hizo Rajoy con su mayoría absoluta y recuperar terreno que les ha robado Ciudadanos y ahora amenaza con hacerlo Vox. Por ejemplo, el nuevo PP discrepa de cómo se aplicó el artículo 155 de la Constitución en Cataluña porque entienden que fue una intervención demasiado «light», o también del hecho de que Rajoy no aprovechara su mayoría absoluta para derogar la Ley de Memoria Histórica. Génova había anunciado que llevaría a esta Convención su nueva Ley de Concordia, pero parece que en el último momento ha decidido no incluir su presentación. Es un texto complicado de hilvanar, y en ello siguen trabajando bajo la coordinación de Adolfo Suárez Illana. Casado tendrá su momento el domingo, con un discurso que enlazará con el trigésimo aniversario de la refundación del PP el 20 de enero de 1989. En el PP también hay quienes hoy defienden que hace falta una refundación para romper con el desgaste por «la corrupción del pasado».