Videos

Griñán ya no recuerda ni el «fondo de reptiles»

El ex presidente de la Junta asegura en su declaración que se enteró de las ayudas al estallar el escándalo, pero admite que los pagos eran «en algunos casos censurables».

El expresidente andaluz, José Antonio Griñán, responde a las preguntas del fiscal en el juicio de la pieza política del caso ERE
El expresidente andaluz, José Antonio Griñán, responde a las preguntas del fiscal en el juicio de la pieza política del caso ERElarazon

El ex presidente de la Junta asegura en su declaración que se enteró de las ayudas al estallar el escándalo, pero admite que los pagos eran «en algunos casos censurables».

Griñán pasa por el presidente más preparado, más leído, más instruido que ha conocido San Telmo, rayando, en ocasiones, incluso, en la soberbia. En la Audiencia de Sevilla presentó un perfil bajo y didáctico a un tiempo. Griñán señaló que «no conocía» la partida presupuestaria 31L, el llamado «fondo de reptiles» del que se nutrían las ayudas sociolaborales, entre otras funciones, durante una década. Entre 741 y 855 millones de euros están en entredicho. Sin ser preguntado por ello, de entrada ratificó su declaración ante el Tribunal Supremo, en la que calificó como una «barbaridad» el fraude y consideró que la concesión de ayudas a las prejubilaciones y empresas en crisis «de forma aleatoria y sin control merecen una responsabilidad política y penal». A la salida del Supremo, incluso, Griñán señaló que «no existió un gran plan pero sí hubo un gran fraude», lo que le generó no pocas tensiones en el propio seno del PSOE. La vieja guardia defiende desde que saltara el escándalo que la trama es cosa de «cuatro golfos». En el Supremo, Griñán también dijo desconocer la existencia del convenio marco de 2001 que posibilitó el fondo de reptiles pero sí conocía las transferencias de financiación entre el IFA y Empleo para el pago de las ayudas. Como en el Supremo, Griñán defendió ante la Audiencia la legalidad del mecanismo de las transferencias de financiación y aseguro que «nunca» despachó con el señor Guerrero, el ex director general de Trabajo que firmaba los ERE. Sí admitió que algunos de estos «pagos lo considero como algo no sólo discutible, sino en algunas ocasiones censurable». «La Intervención siempre ha considerado que las transferencias eran inadecuadas pero legales», indicó. El ex presidente apuntó de lleno a la Consejería de Empleo, hablando de «una mala ejecución del gasto». De la declaración del Supremo quiso ratificar específicamente «que no había malversación».

La declaración de Griñán coincidió con el 48 aniversario del lanzamiento al espacio del Apollo 13. «Houston, tenemos un problema». Griñán negó conocer los avisos de la Intervención General sobre las irregularidades en las ayudas. Igual que hizo en Madrid, el ex presidente andaluz negó que tuviera conocimiento de las advertencias de la Intervención General de la Junta porque no le dieron traslado ni era necesario. «No hubo informe de actuación», señaló. Las «debilidades» señaladas por la Intervención «si no fueron objeto de informe de actuación es porque el interventor no lo consideró necesario». En los avisos, según Griñán, «no se pedía nada en concreto del consejero, por eso no me fue remitido». «Si no se promueve la actuación del consejero, sin el informe correspondiente, no puede actuar el consejero de Economía y Hacienda». A preguntas de su abogado, señaló sobre el interventor: «Yo creo que don Manolo Gómez es una persona muy rigurosa». Asimismo, manifestó que con él como presidente, cuando se conocieron las primeras irregularidades, el Consejo de Gobierno pidió la fiscalización de todas las ayudas de la partida 31L durante 10 años a la Cámara de Cuentas.

Sobre las transferencias de financiación y su supuesto uso para evitar los controles, Griñán respondió que «el gasto es el que se tiene que gestionar conforme a las leyes. No era la transferencia ni la encomienda la que soluciona fiscalización previa. Eso es lo que quise decir en el TS. Ninguna ley dice que transferencia sólo puede ser utilizada para compensar pérdidas. La transferencia es un mecanismo presupuestario que existe en todas las administraciones. El IFA hacía el pago. La transferencia es inocente, no reconoce ninguna subvención. Se manda al otro órgano para pagarlas. Si hubiera sido al revés, la transferencia no podía impedir la fiscalización», defendió.

El fiscal Manuel Fernández Guerra mostró al ex presidente datos del presupuesto de 2005 relativos a la partida 31L, que acaparó el 44,5% de los fondos de los programas de Empleo. Era el programa más importante de esta Consejería, junto al SAE pero Griñán, consejero de Hacienda entonces, el encargado último de confeccionar las cuentas, dijo que no lo conocía. «Se trata de una parte insignificante de la Consejería de Empleo», alegó. A preguntas de su letrado, explicó luego que la partida 31L estaría en torno al 15%, ya que el Presupuesto total era de 1.019 millones. «El programa 31L no ha pasado nunca del 0,3%» del total de Presupuesto de la Junta, señaló.