Una década de Felipe VI

La Heredera, con paso firme

Su carrera institucional despegó hace varios meses tras su ingreso en la Academia General de Zaragoza. El ritmo de la Infanta Sofía está un poco más ralentizado porque aún le queda el segundo curso de Bachillerato en Gales

La princesa Leonor participa en el acto de entrega de sables, este martes en la Academia General Militar de Zaragoza.
La princesa Leonor participa en el acto de entrega de sables, este martes en la Academia General Militar de Zaragoza.Casa de S.M. el Rey Agencia EFE

Después de una infancia y adolescencia transcurridas de manera similar a las de otras chicas de su edad, protegidas de la exposición mediática de forma firme por sus padres, los Reyes Felipe y Letizia, la Princesa de Asturias y su hermana, la Infanta Sofía, han pasado a estar en primerísimo plano de la atención pública. Se acabó la etapa de sobreprotección de los Reyes con sus hijas y empezó la difícil tarea de intentar que las apariciones de las jóvenes no se conviertan en un objetivo a cubrir por parte de los reporteros ávidos de captar sus imágenes por encima de todo. No es fácil alcanzar un equilibrio entre el deseo de privacidad de Leonor y Sofía cuando salgan con sus amigos y el acoso al que son capaces de someterlas los paparazzi para hacer sustanciosa caja con fotos claramente robadas.

Lo que ya ha empezado, y que hasta ahora se ha mantenido dentro de unos límites más o menos normales, es la vida pública de dos miembros de la Familia Real que aspiran a continuar con su preparación para representar a la institución de la Corona, como ocupación integral, mientras prosiguen sus estudios y formación necesarias de cara al futuro.

En el caso de la Heredera, su carrera institucional está dando pasos de gigante desde hace varios meses, cuando ingresó en la Academia General de Zaragoza e inició su formación castrense. En el de la Infanta Sofía, el ritmo está un poco más ralentizado porque aún le queda el segundo curso de Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College de Gales.

En este tiempo, las imágenes de la Princesa de Asturias en momentos claves de su entrenamiento militar han sido facilitadas por el gabinete de comunicación del Palacio de la Zarzuela, lo que ha evitado la previsible persecución a la que la podrían haberla sometido quienes están dispuestos a captarlas de forma subrepticia. También algunos reporteros han optado por las fotos tomadas de la Princesa Leonor en los momentos de ocio que ha compartido con sus compañeros de Academia, y que no iban más allá de mostrar que la hija mayor de los Reyes de España se comporta como una joven más del grupo de cadetes de la General que salen un rato a tomar algo juntos y a divertirse en su tiempo libre.

Hay que decir que, hasta ahora, en los actos oficiales en los que la sucesora al Trono ha ocupado un papel preponderante por ser quien es, lo ha hecho de forma consciente de su rango social e institucional. Lo que denota que la Princesa de Asturias asume con naturalidad ese lugar que le corresponde en la vida pública sin asomo de arrogancia o altivez, pero tampoco de timidez o apocamiento.

El paso de la Princesa es firme y decidido, su comportamiento en la recepción del 12 de octubre fue natural al responder a las preguntas que le formularon los invitados y aceptó con sonrisas las propuestas de hacerse fotos con todos los que se lo pidieron. Todo el que quiso se llevó a casa ese día grabada en su móvil su imagen justo al lado de la Princesa y la difundió por las redes sociales la mar de satisfecho. Y, por si fuera poco, contestó a las felicitaciones de los periodistas el día que juró la Constitución y cumplió 18 años que su conclusión de la jornada era que «había que mejorar». Una frase que da idea de la autoexigencia que tiene.

Pendientes de Sofía

En el caso de la Infanta Sofía, la historia está aún por llegar. No se sabe todavía si la Infanta va a recibir igual que su hermana formación castrense en los tres ejércitos o en algún otro Cuerpo de las Fuerzas Armadas, si su preparación para ejercer labores de representación de la institución de la Corona va a ser parecida o igual que la de Leonor y si podrá tener más libertad que la que ha tenido ella a la hora de elegir la carrera universitaria que desee cursar. En ese aspecto hay que tener en cuenta que en Leonor sí puede influir su futuro como Jefa del Estado para optar por unos determinados estudios que le sean más útiles en vez de seguir su propia vocación o inclinación intelectual por unas materias concretas.

Las dos hijas de los Reyes han entrado ya en una fase no de abandono total del nido en el que han permanecido durante su infancia y primera juventud, pero sí de ausencias parciales para completar su preparación académica de cara al futuro que tienen por delante.

Todavía les quedan años de tener como referencia el llamado Pabellón del Príncipe, en pleno Monte del Pardo, como lugar de residencia común. Esa amplia casona que ha sido, y es aún, punto de encuentro de una familia no muy extensa, tan sólo de unos padres y sus dos hijas, que han compartido su tiempo, con sus alegrías, sus tristezas, sus buenos y malos momentos, con la certeza de que todo quedará grabado en sus memorias para siempre.