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Entrevista

Juanma Moreno: «Sánchez está decidido a sacrificar la convivencia para seguir en el poder»

De fondo, su libro «Manual de convivencia». Acaban de condenar al fiscal general. Dice que hay que gente que ya tiene miedo de hasta dónde llegue el líder socialista

Por razón de su cargo, ha plantado «cientos de árboles». Fruto de su matrimonio con Manuela, la mujer más importante e influyente de su vida, son sus tres hijos. Le faltaba escribir un libro. A sus cincuenta y cinco años, Juanma Moreno (Barcelona, 1970) se enfrenta al gran reto de su carrera política: reeditar para el Partido Popular la mayoría absoluta en Andalucía. El reloj de arena se ha dado ya la vuelta. Las elecciones serán en 2026. En el mes de junio, si nada cambia.

No contribuyen a su insomnio crónico la crisis de los cribados del cáncer, que se ha cobrado cinco altos cargos; y el estallido de un caso de corrupción en Almería, tradicional granero de votos para la derecha. Entre incendio e incendio, también promociona su Manual de Convivencia (editorial Espasa). Es jueves, 20 de noviembre. Hace 50 años, murió Franco. Y por primera vez en la historia, un fiscal general del Estado resulta condenado por el Supremo.

¿Su manual es un contragolpe con mano de seda a ese otro manual de resistencia?

El contenido del libro va en una línea claramente antagónica a lo que propone y ejecuta el señor Sánchez. Frente a la polarización, el discurso grueso, el aislamiento y la ridiculización del rival, proponemos una vía amable de hacer política con respeto al adversario. Sumando, gobernando con todos. En fin, son dos modelos claramente antagónicos.

¿Su vía andaluza es sólo andaluza? ¿Se la recomendaría a algún colega de partido?

Es un nombre que unos periodistas en Andalucía definieron como tercera vía. Entre el bloque de derechas y el bloque de izquierdas hay un bloque que es más moderado, más centrado, que evita la crispación, que evita la falta de respeto, que llega a acuerdos con el PSOE o con fuerzas políticas que son muy dispares. La vía andaluza es portable al conjunto de España. Cada maestrillo tiene su librillo. Es verdad que las realidades sociológicas de cada comunidad autónoma son distintas. No es lo mismo Andalucía, una comunidad de casi nueve millones de habitantes, con una sociología tradicionalmente de centro izquierda, que una sociología más conservadora como la puede tener Madrid u otras comunidades.

«Sánchez y Abascal forman una confluencia electoral: a más conflicto, creen que más éxito»

Usted identifica a Sánchez con la polarización, el muro. ¿Se le puede combatir con una sonrisa, buen talante?

Lo pone difícil. La única alternativa que tiene para mantenerse en el poder es movilizar al máximo su bloque ideológico y, al mismo tiempo, aislarlo e impermeabilizarlo del resto de ideas. Que todo lo que venga del otro bloque, o de cualquier otra fuerza política o de cualquier otro opinador, directamente sea rechazado. Hay una parte de la sociedad, del votante socialista, que no reconoce los errores de Sánchez o cosas evidentes como, por ejemplo, su responsabilidad en la corrupción. Ha conseguido, gracias a esa polarización, mantener prietas las filas. Lo hace con la colaboración inestimable de Vox. Vox y el PSOE se ayudan y se retroalimentan de manera constante. Frente a eso, España puede caminar hacia un modelo de dos frentes, un país dividido completamente en todos los ámbitos, o buscar una fórmula de unión, la que yo busco.

¿Qué le parece la condena al fiscal general del Estado y la respuesta del Gobierno?

Demuestran tres cosas: en primer lugar, prueban el uso de todos los resortes posibles del Estado para destruir a un adversario político, en este caso Isabel. En segundo lugar, evidencian la más absoluta falta de respeto y desprecio de Sánchez hacia las normas y el Derecho. Y, en tercer lugar, apuntan una tentación peligrosa. Atacando a la Justicia, a los medios, y ejerciendo ese control descarado sobre la televisión pública, Sánchez está actuando contra instituciones democráticas. Y hay gente a la que eso le empieza a dar miedo. Está dispuesto a sacrificar la convivencia con tal de seguir en el poder.

Juanma Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía.Jesus G. FeriaFotógrafos

¿Está diciendo que, cincuenta años después de la muerte de Franco, está en juego la convivencia en España?

Una parte, sí. Veo riesgos, un nivel de crispación política que se ha trasladado a una parte de la sociedad que no es bueno. La violencia verbal que hay en las redes sociales, en el ámbito político, observo la militancia activa del periodismo, la colonización de las instituciones. Me preocupa porque, si desaparece el centro, si desaparecen los espacios de moderación, de encuentro entre los españoles, iremos hacia un país de división, de confrontación, y volveremos a los fantasmas del pasado.

¿Cómo demoler el muro?

Desde luego, la estrategia de Sánchez es muy evidente y, además, imposibilita la aproximación, cualquier punto de neutralidad. Imposibilita, en definitiva, crear algún tipo de puente con el PP. Y nosotros, lógicamente, tenemos que combatir al sanchismo, que ha ocupado y colonizado al socialismo. Pero soy partidario de combatirlo con buenas prácticas. Creo que, a veces, convence más, quizás a corto no, pero, a largo sí, no solamente la razón, sino el respeto y una sonrisa.

El otro día, el número dos del PP hizo propias unas palabras de Cayetana Álvarez de Toledo: «Ante la disyuntiva de la izquierda, sumisión o conflicto, es preferible el conflicto».

A eso nos lleva Sánchez, claro. Yo no sé cuál es, y no lo sabe prácticamente nadie, la estrategia más efectiva para combatir al sanchismo, que ha colonizado todas las instituciones, que se comporta superando los marcos legales. Frente a esa actitud claramente amenazante y, además, tan chulesca, despótica muchas veces, es difícil ir con una sonrisa. Al PP sólo le queda una alternativa para combatir democráticamente al sanchismo: ser duro y ser fuerte. Pero, a veces, no hay que caer en su trampa, porque donde nos quiere llevar es precisamente ahí. Por tanto, tenemos que tener la audacia suficiente para combatir con determinación y firmeza al sanchismo, sin caer en la hipérbole a la que nos llevan otras fuerzas políticas.

¿Da por imposible pactar con el PSOE mientras siga Sánchez?

Imposible. Mientras Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno o secretario general del PSOE, es imposible pactar nada con él porque va a tratar de volar todos los puentes. A él no le interesa ningún acuerdo con el PP. Le interesa el conflicto y va a alimentar el conflicto. Igual que también le interesa a Vox. Creen que, a más conflicto, más posibilidades de éxito electoral. Todo es un juego de intereses. Esto es como una confluencia electoral que tienen ambas fuerzas políticas en la que el PP está en medio. El PP es la única referencia de serenidad y sensatez que queda en España. Tengo que reconocer que Alberto Núñez Feijóo se enfrenta al adversario más difícil y peligroso que ha tenido la democracia española.

«Vox no quiere asumir responsabilidades de gobierno porque su programa es irreal»

Entonces, ¿el PP sólo puede gobernar si tiene la absoluta?

A eso nos ha llevado el propio marco del sanchismo. A un modelo de difícil convivencia, de enfrentamiento y de ingobernabilidad. Por eso, la estabilidad es clave.

¿Y cómo lidiar con Vox?

Es muy complicado porque, al final, el problema es que solo tenemos una opción, la mayoría suficiente. En Andalucía, o sacamos una mayoría de estabilidad, que es la que tenemos que buscar entre todos los andaluces, o, como falte un escaño, vas a depender de un grupo político que no querrá asumir responsabilidades de gobierno porque sabe que les obliga a enfrentarse a su programa. Que en el grueso es incumplible e irrealizable. Entonces, ante eso, Vox mantiene esa actitud de ser influyente, pero tampoco permite estabilidad en un gobierno. Nos aboca a situaciones como las que estamos viviendo: que las legislaturas se están acabando en dos años. Es que, en Extremadura, María [Guardiola] se ha visto obligada a ir a elecciones. Porque no consigue sacar un Presupuesto. Es muy difícil gobernar. Y lo que espero es que los ciudadanos nos den una mayoría de estabilidad.

¿También en Extremadura?

Tengo confianza, María es una magnífica candidata y presidenta, lo ha hecho muy bien a pesar de las enormes dificultades de gobernar en minoría. Vemos lo que tiene enfrente: un candidato imputado, con un gobierno hostil hacia Extremadura. Espero y deseo, y quiero confiar, que los extremeños le den una mayoría suficiente.

Por cierto, una duda que me dejó antes, ¿Vox es rival o enemigo?

Enemigos no, a mí no me gusta la palabra enemigo para nadie.

¿Ni para Pedro Sánchez?

No, ni siquiera para Pedro Sánchez. Enemigos son el terrorismo, los que atentan contra nuestro marco de convivencia, los que asesinan. Vox y Sánchez son adversarios, contrincantes. Pero es verdad que Vox ha pasado a una actitud que lo que quiere es superarnos, sustituir al PP, y, en ese objetivo, que ya lo intentaron antes Ciudadanos y otras fuerzas, va a intentar desgastar a mi partido. Y la manera de desgastarlo es ni gobierno ni dejo gobernar. Situación terriblemente negativa para los ciudadanos, no para el PP.

Juanma Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía.Jesus G. FeriaFotógrafos

¿Por qué sube en los sondeos?

Porque el momento político que se está viviendo ahora anima a esa subida. Primero, tenemos un Gobierno de Sánchez que ha pulverizado todas las normas más fundamentales en materia de convivencia y democracia, o sea, ha colonizado todo, tiene imputada a su señora, a su hermano. El fiscal general del Estado, condenado; líos por todos lados, con una actitud déspota con sus responsabilidades en algunos asuntos. Todo eso, hace que una parte de la sociedad esté muy irritada. Y después, especialmente los jóvenes, se encuentran en una situación muy difícil porque tienen salarios bajos, o al menos no suficientes como para poder emanciparse, tener una vida independiente y completa. La vivienda se ha disparado. Este clima genera un malestar y ese malestar, ¿quién lo capitaliza? Aquellas fuerzas que dicen cosas que la gente quiere oír, que ponen soluciones fáciles a problemas que son muy difíciles. Pero con un brochazo. Te dicen lo que tienes que hacer, y esa música atrae: gusta a mucha gente, especialmente a los más jóvenes, y eso lo hace bien Vox. Tengo que reconocer, además, que tienen una enorme capacidad de comunicación a través de las redes sociales, al margen de los llamados medios tradicionales.

Si el gobernante no soluciona crisis como la vivienda, el gobernado puede sentir que la culpa es de los grandes partidos.

¿Y piensa el gobernado que Vox le va a solucionar ese problema? Sin equipos preparados ni experiencia de gestión. Me parece que el ciudadano medio es bastante sensato y sabe que estos problemas no se pueden solucionar si no hay un gran acuerdo entre el PP y el PSOE. ¿Es que alguien piensa que vamos a arreglar los problemas de la Sanidad pública sin un gran acuerdo PP-PSOE? Imposible. Hay muchas cuestiones que no se pueden afrontar desde la confrontación política, sino que necesitan el acuerdo y una planificación ordenada.

Dice que con el PSOE, mientras esté Sánchez, es imposible llegar a acuerdos. ¿Es de los que creen que perderá el poder y seguirá al frente de su partido?

Eso lo dirá el futuro. Ya sabrán los militantes socialistas qué hacer. Pueden pensar que Sánchez es su principal activo, pero, en realidad, es su principal pasivo. Sin duda alguna, hay mucha gente progresista en España que no va a votar al PSOE mientras Sánchez sea el secretario general o el candidato.

«Montero daña a los andaluces simple y llanamente porque hay un gobierno del Partido Popular»

En su libro se describe como un hombre tranquilo. ¿Qué le saca de quicio?

Bueno…

Si es que hay algo que le saque de quicio.

¡Sííí! Ojalá que no lo hubiera. Pero, en todo caso, intento estar equilibrado. Por eso hago mindfulness o deporte. La política es muy hostil ahora mismo y, además, cuando gestionas una comunidad de la extensión de Portugal, con nueve millones de habitantes, con un Presupuesto de más de 52.000 millones de euros, donde todos los días hay problemas, tienes que tomártelo todo con serenidad. Por contestarle, a mí me saca de quicio la indolencia. Cuando hay que hacer algo y la gente no lo hace. O hay un problema y pasas del problema. El que no te duela, el que no te comprometa, eso es algo que no puedo entender en cualquier faceta. Y también me indignan las injusticias. Cuando se trata mal a seres humanos o se toman decisiones de gestión que son claramente injustas, como está haciendo Sánchez con la financiación. En Andalucía, tenemos una infrafinanciación de 1.500 millones anuales. La señora Montero llevó un proyecto reivindicando 4.000 millones anuales. Y yo, en la oposición, siendo Rajoy presidente, voté junto con Montero, a favor. Ocho años después, no es que no nos haya dado los 4.000 millones, es que ni siquiera ha concretado el fondo de compensación para nivelar nuestra comunidad autónoma. Eso me molesta. ¿Por qué actúan así? Porque somos del PP. Dicho de otra forma, Montero maltrata a nueve millones de españoles simple y llanamente porque gobierna el PP. ¿Por qué un parado andaluz tiene que cobrar menos en materia de promoción y de ayuda a la reinserción que un parado vasco? ¿Qué razón avala eso, si somos todos españoles?

También confiesa en el libro que padece de insomnio crónico. ¿Qué le quita el sueño?

El sueño me lo quita un problema que tengo en la segregación de no sé qué hormonas, pero, básicamente, en el día a día me lo quitan los problemas de los andaluces. Tiene su lógica que sus problemas, desde mi responsabilidad de gestor, acaben siendo míos. También le digo que en lo del sueño he empeorado mucho desde la pandemia. ¡Cada vez duermo menos!

Juanma Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía.Jesus G. FeriaFotógrafos

Hay un capítulo en el que dice que, o «cae una lluvia de millones», o es difícil poner una solución que arregle de golpe los problemas de la Sanidad.

Tenemos problemas de origen. La administración socialista, con la señora Montero, por cierto, despidió a más de 7.770 profesionales en la crisis, como alertó la Cámara de Cuentas. Hizo recortes de más de 1.500 millones y puso la Sanidad patas arriba. La destrozó. Nosotros hemos estado en un periodo de recuperación. De hecho, desde que llegué a la Junta de Andalucía, hemos incrementado el Presupuesto casi un 50% en Sanidad: hemos hecho un esfuerzo importante. Tenemos casi un 27% más de profesionales sanitarios: 130.000, cien infraestructuras nuevas, hospitales, centros de salud. Pero, a pesar de este gran esfuerzo, hay problemas estructurales para los que necesitaríamos 25.000 millones para poder resolverlos de manera rápida. Y vuelvo al problema del maltrato en la financiación autonómica. Por otro lado, sí le confirmo que estamos avanzando mucho en la reforma de la estructura organizativa del Servicio Andaluz de Salud, que se diseñó en los años 80, cuando la cartera sanitaria era minúscula, y cuando había 15.000 médicos en paro. Ahora tenemos una sociedad mucho más exigente y la cartera de servicios se ha ampliado de una manera notable desde que gobernamos, atendiendo, además, a una población cada vez más envejecida. Necesitamos un Servicio Andaluz que sea más ágil en la contratación, mucho más transparente y más digitalizado. Y, por eso, tenemos en marcha una transformación profunda que mejorará la asistencia general.

¿Se pasó de optimista con las promesas que hizo para la Sanidad cuando estaba en la oposición?

Hemos cumplido en un porcentaje muy elevado nuestro programa electoral. Pero la Sanidad es un problema que requiere de un gran acuerdo del Sistema Nacional de Salud, y de una financiación adecuada que, por parte del Estado, se nos ha negado. Hoy por hoy, puedo afirmar con rotundidad que la Sanidad del 2025 es mucho mejor que la del 2018 en todas las ratios. En listas de espera, en infraestructura sanitaria, en número de camas hospitalarias o en número de profesionales. Es una mentira y un bulo de la izquierda ese mantra de que hemos deteriorado la Sanidad. Es su pancarta permanente, una mentira que repiten una y otra vez porque no tienen ideas, pero que no es real y los ciudadanos andaluces lo saben. ¿Nos quedan cosas por solucionar? Evidentemente, sí, pero la Sanidad de hoy es mucho mejor que la que recibí de los socialistas.

¿Le llegó algún indicio de lo que ha ocurrido en Almería?

¿Del libro cuando vamos a hablar? ¿Y mi libro, qué? (Risas).

¡Hemos hablado del libro!

No, no. Indicios, ninguno. Me enteré a través de los teletipos. Estaba en un acto público. A partir de ahí, estuvimos pendientes y hemos actuado con una agilidad absoluta. De una manera ejemplar. Con una nota de prensa, sin auto, sin una sentencia, sin un atestado, en 48 horas nosotros suspendimos de militancia a los afectados y ya han dejado sus cargos institucionales. Estamos a la espera de lo que diga el juez y del recorrido que tenga. Seremos transparentes y contundentes, como siempre lo hemos sido ante este tipo de hechos.

¿Y el horizonte electoral? ¿Ve posible que Sánchez convoque con las andaluzas? ¿Se cree la ruptura de Junts?

Con Junts, hasta ahora hemos visto mucho amagar y poco dar. Por tanto, hasta ahora tiene poca credibilidad. Respecto a cuando convoque el señor Sánchez, pues debería hacerlo de manera inmediata. Pero lo hará cuando a él más le interese, como ha hecho siempre. Piensa primero en él; segundo, en él; y tercero, en él. Por tanto, cuando él vea que tiene una ventana de oportunidad, será cuando las convoque. ¿Que las quiere convocar con las andaluzas? Perfecto. No tengo ningún problema ni ningún temor. Es más, la fortaleza que tiene el PP andaluz, no sólo con el Gobierno andaluz, sino con el peso institucional, sin duda alguna contribuirá al cambio en España.

¿Le preocupa que interfiera en su proceso electoral lo que pase en la Comunidad Valenciana?

Los andaluces, básicamente, se centran mucho en Andalucía. Los andaluces tienen muy claro que tienen una autonomía, saben diferenciar muy bien lo que ocurre en otras tierras de España y está probado que no es determinante. Ejemplo de ello es que en Castilla y Léon, hace cuatro años, hubo elecciones, fue el primer gobierno que tuvo que pactar con Vox, y entró en el Gobierno. Y todo el mundo me decía: «Qué locura, a partir de ahí te van a matar». Y yo, contestaba: «Esto es lo que ha pasado en Castilla y León». Al final, los andaluces, que son sabios, viendo lo que había sucedido, tomaron una decisión inteligente, buscar una mayoría de estabilidad.

En el libro también dice que ha logrado que el PP andaluz sea el partido que mejor representa a los andaluces. ¿Gracias a aislarlo de la marca nacional?

No, simplemente el PP andaluz es el partido preferido de los andaluces y, si tenemos ese cariño, es porque somos los que más nos parecemos a Andalucía.