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«La querella contra Llarena se debe inadmitir por muy juez belga que sea»

El presidente del PP, Pablo Casado (2i), durante la reunión que ha mantenido hoy con asociaciones de jueces y fiscales para abordar lo sucedido con la defensa del juez Pablo Llarena así como las necesidades para el ejercicio de sus funciones y la garantía de su independencia
El presidente del PP, Pablo Casado (2i), durante la reunión que ha mantenido hoy con asociaciones de jueces y fiscales para abordar lo sucedido con la defensa del juez Pablo Llarena así como las necesidades para el ejercicio de sus funciones y la garantía de su independencialarazon

Fuentes del Supremo esperan que se dé carpetazo a la demanda de Puigdemont contra el magistrado

Perplejidad, indignación, una de las «trampas habituales», el intento de descalificar al Tribunal Supremo por parte de las defensas de los procesados de la causa del «procés» y, en concreto, por el letrado y, de forma significativa, por el letrado Gonzalo Boye, que es quien firma la demanda del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont contra el instructor del procedimiento por el proceso soberanista, Pablo Llarena. Estas son algunas de las consideraciones que desde fuentes próximas al TS se realizan en relacion con la citada demanda de Puigdemont contra Llarena, quien hoy está citado para declarar ante un juez belga, antes de que se decida si la demanda se admite a trámite o no. Estas mismas fuentes no tienen duda que la demanda carece de base legal alguna, además de entender que la jurisdicción belga no es competente para tramitarla, por lo que confían en que sea inadmitida de plano.

Así, en el entorno del TS se es especialmente crítico y duro con Gonzalo Boye, defensor de los ex consejeros Toni Comín y Meritxell Serret, quien fue condenado por colaboración con ETA, el único letrado de la defensa que firma la demanda, mientras que todos los demás, entre ellos un catedrático de universidad, han decidido permanecer «oficialmente» al margen. En relación con esta demanda se mantiene al respecto que todo apunta a que el citado Boye está haciendo el «trabajo sucio de las defensas», el cual «por su trayectoria personal condenado por colaborar con ETA explicaría que llegue mucho más allá que los demás». Por eso, se entiende que esta demanda de Puigdemont contra Llarena es «una trampa más» para intentar descalificar al órgano de justicia española, el TS, que instruye la causa por el 1-O y por el proceso soberanista, para poder posteriormente esgrimirlo ante el Tribunal europeo de Derechos Humanos.

Por otro lado, en cuanto a la demanda en sí, se destaca que la declaración de Llarena se producirá hoy ( aunque no se personará en Bruselas, serán sus abogados los que le representen) en unas diligencias preliminares antes de decidir si se admite o no a trámite. En todo caso, se defiende que el juez belga que ha decidido iniciar ese procedimiento se ha extralimitado en sus funciones, pero pese a ello existe la plena confianza de que el magistrado de primera instancia, «pormuy belga que sea» no puede ni debe admitir a trámite la misma/esa demanda. De hecho, fuentes próximas al TS no dudan de que si la actuación del citado juez belga la revisase un juez español, éste «vería comprometida su carrera, porque es una prevaricación como una casa. ¿En qué se basa para cuestionar el discurso y su conexión de un magistrado con la causa que instruye?», se interpelan al respecto las fuentes consultadas.

En este sentido, recalcan que España sólo ha cedido parte de su soberanía jurisdiccional al Tribunal Europeo de Derechos Humanos y al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, «pero nunca ni en ningún caso a ningún juez belga ni a otro juez nacional».

El frenesí mediático de los abogados de Puigdemont, con un Boye muy activo en Twitter, contrasta con la defensa de Llarena, que en todo momento hace de la discreción su principal seña de identidad. Es imposible saber, al menos por el momento, cuántos abogados están trabajando en el caso y cuál será la estrategia. Tan sólo si se admite a trámite la demanda se comenzará a hablar de plazos y quizás de contenido. El jueves se firmó el contrato por valor de medio millón de euros en la sede de la Embajada de España en Bélgica, con el prestigioso bufete Liedekerke Wolters Waelbroeck Kirkpatrick. Un despacho que cuenta con 130 abogados y oficina también en Londres, Hakim Boularbah es el letrado elegido para defender al juez del Tribunal Supremo. Es un prestigioso abogado de 45 años especializado en el arbitraje civil y comercial a nivel nacional, europeo a internacional. Según el currículum que pone a disposición la firma, es socio del bufete desde 2009 aunque comenzó a trabajar en esta compañía desde 2003. Se licenció en Derecho en el año 1996 en la Universidad Libre de Bruselas (ULB) y en el mismo centro cursó sus estudios de doctorado que completó en 2007. Habla francés, inglés y neerlandés y entiende español. También es profesor de Derecho procesal civil en la Universidad de Lieja. Boularbah atesora una larga experiencia en demandas colectivas, la ejecución de sentencias de otros países y la obtención de medidas provisionales. CEPANI, el Centro Belga para la mediación y el arbitraje le define como «uno de los más reconocidos expertos» en arbitraje del país, sobre todo en disputas entre Estados.

De hecho, no es la primera vez que trabaja al servicio de autoridades públicas. Ha sido asesor del Ministerio de Economía belga en la redacción de la ley sobre demandas colectivas y en 2011 fue designado por la Comisión Europea como uno de los 15 asesores del grupo de trabajo sobre pagos transnacionales y embargos de cuentas corriente en la UE.

Desde 2011 es invitado regularmente a dar conferencias sobre demandas colectivas en Estados Unidos, una figura prácticamente desconocida en la UE y muy usual en el derecho anglosajón y que ahora Bruselas quiere impulsar en los Veintiocho.

La guía Chambers Global ha reseñado su trabajo en diversas ocasiones y ha tenido la oportunidad de hablar con sus clientes.

Esta asociación comprende 190 países y conecta a los bufetes de abogados más importantes del mundo. En el año 2016 Liedekerke Wolters Waelbroeck Kirkpatrick recibió un galardón por parte de esta prestigiosa guía. Según Chambers Global, los clientes definen a Boularbah como “eficiente e inteligente” , “impresiona a los jueces conociendo la ley mejor que ellos”, “un increíble cerebro desde el punto de vista académico a la vez que una persona práctica” , “uno de los mejores en derecho procesal” y capaz de “hacer frente a todos los trucos” . Son algunos de los piropos que recibe este abogado al que también se califica de “duro pero razonable”.