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La reina Sofía comprueba en una aldea mozambiqueña la ayuda española en salud
La reina Sofía comprobó hoy en una modesta aldea del municipio mozambiqueño de Manhiça, al norte de Maputo, cómo contribuye a mejorar la vida de la población local el proyecto sanitario promovido por la cooperación española para combatir las enfermedades que causan mayor mortandad en el mundo.
Ataviada con la "capulana"(falda tradicional mozambiqueña) con que la obsequiaron a su llegada a la plaza de la localidad, la reina de España visitó el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM) y el vecino centro de salud, financiado con fondos españoles, donde cinco médicos se afanan en atender a una población de 160.000 personas repartidas en un área de 500 kilómetros cuadrados.
Como todos los días, decenas de pacientes, entre ellos muchos bebés en brazos de sus madres, esperaban esta mañana su turno en el centro de salud cuando llegó la reina, quien, sin interrumpir el trabajo de los facultativos, recorrió las instalaciones médicas para conocer directamente los resultados prácticos de los trabajos del cercano CISM, donde España ha invertido 17,6 millones de euros.
Creado en 1996 e inaugurado por la reina dos años más tarde, en su anterior visita a Mozambique, el CISM es el proyecto auspiciado por la cooperación española con mayor proyección internacional, especialmente como consecuencia del desarrollo clínico de la vacuna contra la malaria, y fue galardonado en 2008 con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.
Además de la malaria, principal causa de muerte en Mozambique, los trabajos de investigación del CISM se centran en el sida, la tuberculosis, otras enfermedades respiratorias y dolencias diarreicas, así como en las principales necesidades de la salud materna e infantil.
El estudio biomédico de este conjunto de enfermedades, a las que se dedican escasos recursos en el mundo pese a ser las que provocan el mayor número de muertes en los países pobres, es la tarea fundamental de este centro, que emplea a unos 250 profesionales mozambiqueños y gestiona un promedio de 30 proyectos de investigación y formación al año.
El centro de investigación de ISGlobal, entidad que preside la infanta Cristina, y el Hospital Clinic de Barcelona colaboran de forma estable con el CISM, cuya creación fue liderada por el español Pedro Alonso, que preside la junta de gobierno del centro desde que cedió en 2008 la dirección ejecutiva al mozambiqueño Eusebio Macete.
Ambos especialistas y el ex primer ministro mozambiqueño Pascoal Mocumbim, en calidad de presidente de la Fundación Manhiça que gestiona el centro, acompañaron a la reina durante su visita a las instalaciones, donde fue recibida con cánticos y rosas, y en un coloquio en el que varias doctoras expusieron los principales problemas de desigualdad que sufre la mujer en el terreno sanitario.
En este contexto, reclamaron que la industria farmacéutica produzca medicamentos contra la malaria para embarazadas y lamentaron que los elevados índices de abandono escolar entre las niñas dificulta el acceso de la mujer al mundo de la investigación científica.
La reina fue recibida en Manhiça con una afectuosa y colorista bienvenida y aceptó entre risas la invitación que le hicieron unas mujeres del lugar para compartir con ellas un baile popular, denominado "xingomana", ante la sede del Ayuntamiento, cuyas bien equipadas instalaciones para el catastro y la gestión de aguas, financiadas por España, visitó a continuación.
Manhiça ha crecido en un alto desde el que se divisa el caudaloso río Inkomati y alcanza ya una población, muy dispersa, de 135.000 habitantes, de los que 90.000 se encuentran censados en un registro sanitario gracias a un programa español que permite el control médico en aldeas tan aisladas como Kambebe, donde acudió esta mañana la reina.
Allí conoció a la familia Saval, formada por una anciana y sus hijos, nietos y bisnietos, junto a quienes se sentó, a la sombra de un "alvor", para conocer el modo de vida de un poblado agrícola que ha empezado a reducir su mortalidad infantil y a levantar sus primeras viviendas de ladrillo junto a las tradicionales "palhotas"de caña y madera.
Antes de abandonar Maputo, se había reunido con trabajadores de la Oficina Técnica de Cooperación y las más de veinte ONG españolas que trabajan en el país -el antepenúltimo del mundo por índice de desarrollo- que le explicaron sus esfuerzos para combatir la malnutrición, la mortalidad materna e infantil y la escasa formación educativa, cuestión sobre la que mostró gran interés.
Una recepción ofrecida en la residencia del embajador a representantes de los más de 500 españoles residentes en Mozambique completa esta primera jornada de la reina Sofía en este país.