La Rioja: El feudo del PP que se desmorona 24 años después

El Partido Riojano se perfila como bisagra de gobierno.

El próximo 26 de mayo, los 249.834 riojanos censados para votar acudirán a las urnas con la certeza de que los bloques de derecha e izquierda obtendrán un resultado tan ajustado que todos los votos son decisivos. La hegemonía del Partido Popular, que lleva 24 años en el poder, está en el aire por lo que esta campaña será clave para inclinar la balanza hacia uno u otro lado.

El fin de la supremacía del PP en La Rioja tiene un nombre propio: la fragmentación. La división pasa factura a los partidos que fluctúan entre el centro y la derecha que antes monopolizaban los populares que han gobernado la comunidad desde 1994. Primero lo hicieron con mayorías absolutas, cuando presidía el partido Pedro Sanz. Sin embargo, con el fin del bipartidismo y el cambio de presidente en el PP riojano, los de Ignacio Ceniceros necesitaron pactar con Ciudadanos para continuar en el Palacete de Vara de Rey.

Según el barómetro del CIS publicado el pasado jueves, los regionalistas podrían ser llave de Gobierno. De hecho, esta es la aspiración del Partido Riojano. Si se alían a la izquierda, el PSOE podría ser catapultado al poder por primera vez en 24 años gracias también al apoyo de Unidas Podemos, colocando a Concha Andreu como la primera presidenta de La Rioja. Si apoyan a PP y Ciudadanos, los de Ignacio Ceniceros conservarían uno de los feudos históricos del PP. Por lo tanto, en la misma línea de lo que ocurre en otras comunidades, La Rioja se aleja de la mayorías absolutas por lo que tras el 26-M serán inevitable las alianzas para formar gobierno.

Si se cumplen las proyecciones del CIS, este partido de centro progresista, riojanista y europeísta sería bisagra en la formación del gobierno. El partido que dirige Julio Revuelta, ex alcalde de Logroño, ocupaba habitualmente desde su creación dos escaños en el Parlamento, siendo la tercera fuerza política de la comunidad, hasta las elecciones de 2015, cuando la irrupción de Podemos y Ciudadanos, les dejó sin representación parlamentaria.

La relevancia política de La Rioja en estas elecciones para el PP puede compararse con la de otras comunidades como Castilla-León o Madrid por la hasta ahora hegemónica presencia del PP. Los de Ceniceros están echando el resto en la campaña, conscientes de la importancia de la batalla en esta comunidad. En este sentido, están convirtiendo su gestión económica en su mayor baluarte y defienden que con las políticas del PP, la comunidad salió de la crisis más fortalecida, tal y como reflejan los indicadores de paro, índice de pobreza, sanidad, calidad de vida o abandono escolar. Además, recuerdan que son la candidatura de la «experiencia, rigurosidad y honradez». En el otro extremo, la socialista Concha Andreu se presenta como «la única opción del cambio» y, en caso de producirse su victoria confirmaría la mutación de color del mapa español.

La pelea por Logroño será tan reñida como convulsa ha sido la legislatura. Lo único claro es que habrá nuevo alcalde porque la popular Cuca Gamarra se va al Congreso de los Diputados.