Política

Independentismo

Las defensas emplazan al Supremo a “devolver la pelota al poder político”

El abogado de Junqueras denuncia que se “asimile” a los acusados “con terroristas”

El abogado de Oriol Junqueras y Romeva reprochado al Supremo que con su investigación haya “criminalizado poner un papel en una urna”.

Causa general, vulneración de todos los derechos fundamentales recogidos en la Constitución, vodevil procesal, derogación absoluta de derechos políticos, juicio de excepción... La defensa del principal acusado en el juicio del “procés”, Oriol Junqueras, y del ex conseller Raül Romeva ha dibujado en la primera sesión de cuestiones previas un escenario apocalíptico en el que ha acusado al Tribunal Supremo (TS) de equiparar a los procesados “con los terroristas” y ha instado a los siete magistrados que conforman la Sala a dictar “una sentencia histórica que devuelva la pelota al poder político”. Porque pese a que el letrado Andreu Van den Eynde ha comenzado su intervención comprometiéndose a no ejercer “una defensa política”, lo cierto es que durante la hora y media que ha durado su exposición la política ha estado muy presente en sus argumentaciones, muchas de ellas extramuros del ámbito procesal.

En esa sucesión de supuestas vulneraciones esgrimidas, Van den Eynde ha incluido incluso hasta la libertad de culto del ex vicepresidente de la Generalitat. “¡Al sr. Junqueras no le dejaban ir a misa en prisión!”, se ha quejado.

El abogado, para quien la causa “atenta contra la disidencia política”, ha ilustrado también al tribunal sobre los lindes del derecho de autodeterminación, que defiende como “garantía de que no existan conflictos en el mundo” y que se erige, según ha defendido, en “principio de paz y no de guerra”.

La defensa de Junqueras y Romeva no ha ahorrado reproches a la investigación del juez Pablo Llarena, instructor de la causa del “procés”, que se ha utilizado según él para “quitar de la arena política” a los acusados, para laminar sus derechos políticos con una prisión provisional que considera injustificada y que, ha hecho hincapié, en Europa “nadie entiende”. “Cuando te quitan los derechos políticos, te expulsan de la sociedad”, ha señalado.

El referéndum ilegal del 1-O también ha acaparado una parte de su exposición. El letrado ha reprochado al Supremo que con su investigación haya “criminalizado poner un papel en una urna”. Y se ha mostrado sorprendido por los delitos de los que se acusan a los procesados. “A mí no me pueden explicar que montar un referéndum sea estos delitos”, ha asegurado antes de concluir que lo que se ha hecho es “investigar un proyecto político”.

Porque las referencias a la repercusión internacional de este proceso, uno de los indisimulados empeños del independentismo, ha estado muy presente en su intervención, en todos los casos para acentuar las presuntas irregularidades en la tramitación del procedimiento. “No me he encontrado a nadie en Europa que entienda que la respuesta a estos hechos tenga esta severidad”, ha llegado a decir. O también: “Esto no lo entienden en ningún sitio del mundo”, se ha quejado. “Esto no lo van a poder exportar”, ha añadido en relación a las condenas de cárcel a las que se enfrentan los procesados.

De hecho, y sin pedirlo formalmente, ha sugerido al tribunal que debería acordar la libertad de los nueve acusados en prisión. “Mañana podríamos tener otro juicio. Sería todo igual pero sin la prisión provisional”, ha apuntado sin demasiada convicción en que ese alegato encuentre eco en el tribunal.