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Tomás Gómez

La marioneta de Puigdemont

Mientras Sánchez intentaba capear en el Congreso las embestidas de Feijóo, Junts ha vuelto a irrumpir cambiándole el paso

El expresidente catalán Carles Puigdemont EUROPAPRESS

Que tenga que ir a declarar el exgerente de Ferraz, otra de las personas de confianza del líder socialista desde el inicio de su carrera política, en el marco de la investigación de la posible financiación ilegal del PSOE y que haya vuelto a saltar a la actualidad Leire Díez, en este caso por la denuncia de algunos fiscales, no son las mejores noticias con las que enfrentarse al control en el Parlamento.

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Cada paso que da la instrucción en las diversas causas abiertas, más veces se escucha el nombre del presidente del Gobierno. El fiscal Ignacio Stampa ha situado en el centro de la atención judicial a la socialista Leire Díez tras presentar una denuncia sobre un supuesto intento de soborno.

La novedad es que en la denuncia asegura que ella le comunica que Sánchez está al tanto de todo y que actúa por instrucciones suyas. Esto debilita la versión oficial que se da desde la Moncloa por la que se han distanciado en todo momento de la actividad de la llamada fontanera de Ferraz. Tampoco ayudó la entrevista concedida por Aldama en Telemadrid señalando a Sánchez y ratificando la financiación irregular del Partido Socialista.

En medio de este batiburrillo, mientras Sánchez intentaba capear en el Congreso las embestidas de Feijóo, Junts ha vuelto a irrumpir cambiándole el paso. Míriam Nogueras ha lanzado el dardo que más daño le hace al presidente poniendo en duda la continuidad de la legislatura.

Si algo ha aprendido Puigdemont es a manejar como una marioneta al presidente del Gobierno. Las tres características de un muñeco de guiñol son obedecer órdenes sin cuestionarlas, carecer de autonomía o criterio propio y estar controlado por una fuerza ajena, no hay duda de que describe a la perfección la relación del líder socialista con Puigdemont.

La soledad de Sánchez es cada vez mayor, los ministros de Sumar piden la dimisión de la ministra socialista de vivienda, Podemos aumenta la presión sobre el PSOE y los independentistas apuran los últimos sorbos de lo que pueden esquilmar al Estado.

Hace algunos meses, Sánchez manejaba a su antojo la escena política, marcaba la agenda y daba la vuelta a los problemas convirtiéndolos en armas arrojadizas a su favor. Las cosas han cambiado desde el encarcelamiento de Cerdán y, ahora, bien podría aplicársele aquella frase atribuida a Benedetti: «Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas2. Sánchez se empieza a quedar sin respuestas.