Análisis

Al menos 23 miembros de Podemos han dejado el partido desde que Ione Belarra es líder

Casi la cuarta parte de los cargos que designó la secretaria general se ha marchado en tan solo dos años y medio

Podemos .Asamblea 4 de Podemos en el auditorio Paco de Lucía de Alcorcón. Ione Belarra se postula como nueva secretaria general de la formación morada
Cuarta Asamblea Ciudadana de PodemosC Bejarano

L a pérdida de apoyo a Podemos no solo se mide electoralmente. La falta de confianza en el partido que logró acabar con el bipartidismo o conformar el primer Gobierno de coalición se ha contagiado también a los propios órganos morados. La «bunkerización» de la dirección del partido que denuncian quienes hoy han abandonado la nave tiene ya números significativos y una buena parte de quienes se presentaron a la última Asamblea Ciudadana se han desvinculado, al igual que otra buena parte del primer Podemos hoy apoya a Sumar.

En menos de tres años, un cuarto del órgano de mayor poder de decisión de la formación ha dado un paso atrás. Desde que Ione Belarra asumió la secretaria general del partido en junio de 2021, al menos 23 de sus consejeros y miembros de su ejecutiva han dimitido de sus cargos orgánicos, según los cálculos realizados por este periódico.

De los 23 miembros, hasta diez formaban parte de la Ejecutiva de Podemos. Los otros trece –por lo menos– nutrían el Consejo Ciudadano Estatal del partido, que es el que se encarga de desarrollar la línea política aprobada por la Asamblea Ciudadana. Este órgano contaba con 98 dirigentes al inicio. Entre las dimisiones más destacadas están la de Maru Díaz, coordinadora de Podemos Aragón, que dejó sus cargos tras las elecciones autonómicas. Hizo lo propio su homóloga en Baleares, Antonia Jóver, o Pilar Lima (Valencia). Unas renuncias con las que asumían los malos resultados electorales, mientras que la cúpula nacional no hizo autocrítica.

Jéssica Albiach, coordinadora de Catalunya en Comú, se dio de baja tras la prohibición del partido de ejercer la doble militancia. Una hoja de ruta que aprobaron los de Belarra con el fin de diferenciarse de Sumar. Por el camino se han quedado otros consejeros: Gabriel Castañares, Vicen Navarro, Tamara Deza,Mario Gálvez o Joseba Caldera, entre otros.

El distanciamiento con la cúpula de Podemos también ha afectado a la propia Ejecutiva presidida por Ione Belarra. Es el órgano encargado de las tareas políticas y de coordinación. Durante este tiempo, el goteo de dimisiones ha sido constante, pero se ha ido acentuando en los últimos meses de 2023, en el momento más cruento de las relaciones entre los de Belarra y los de Yolanda Díaz.

La primera en abandonar el partido fue Noelia Vera, en su momento número tres del partido y secretaria de Estado de Igualdad en el ministerio de Irene Montero. Lo hizo por motivos personales pero ahora es la directora de comunicación de la vicepresidenta segunda. Antón Gómez Reino, exdiputado morado y candidato a las últimas elecciones gallegas, está hoy totalmente desconectado de la vida interna de Podemos. Por el camino también se quedó la exdiputada asturiana Sofía Castañón, excoordinadora en Asturias y Alba González Sans, exnúmero tres en el Principado. Txema Guijarro es hoy uno de los hombres fuertes de Yolanda Díaz en el Congreso. Jaume Asens, exlíder de los comunes también se alejó de los morados en medio de su pugna con Sumar. Nacho Álvarez era la cabeza económica de Podemos y secretario de Estado de Derechos Sociales en el ministerio que dirigía Ione Belarra. Su acercamiento a Sumar para la campaña electoral, donde ejerció de portavoz económico, le alejó de los morados y fue la guerra abierta por Podemos durante el reparto de ministerios en el nuevo gobierno la que se saldó con la dimisión del economista de sus cargos orgánicos en la formación. Alejandra Jacinto, candidata de Podemos a las elecciones en la Comunidad de Madrid, había defendido la unidad con Sumar e incluso fue portavoz de Díaz en campaña. Tras el 23J, dimitió.

La salida de Nacho Álvarez y la de Alejandra Jacinto fueron las que precedieron a otros dos portazos determinantes en la formación morada, los cuales reflejaron la soledad de los de Ione Belarra en su lucha por volver a ser el espacio predominante a la izquierda del PSOE. Jesús Santos, teniente de alcalde de Alcorcón, dejó la ejecutiva por el «choque total e incomprensible» de los morados con Díaz y por su negativa a apoyarla. Otro miembro importante del Consejo Ciudadano Estatal del partido, Roberto Sotomayor, candidato en la ciudad de Madrid, criticó la «bunkerización» de Podemos y su renuncia a un «frente amplio» con Sumar. Con él, su número dos en la lista, Carolina Alonso, hizo lo propio. El último en cerrar la puerta fue Sergio García Torres, exalto cargo de Belarra en Derechos Sociales y consejero morado que renunció ante el rechazo de los suyos a entrar en el Gobierno.

Ahora, la formación trata de resurgir confiando el todo al impulso de Irene Montero en Europa. A la vez, ha renovado sin luz ni taquígrafos su Ejecutiva, de la que se ha apartado el histórico Rafa Mayoral. Con los cambios en los que se da poder a perfiles fuertes morados como Tito Morano y Pedro Honrubia, el partido pretende reforzarse para el nuevo ciclo político.