
Interior
La mitad de las plazas vacantes de la Policía Nacional están en Cataluña
La incertidumbre por la cesión de competencias provoca que este destino sea cada vez menos atractivos para los funcionarios

El Concurso General de Méritos de la Policía Nacional de 2025 revela que las cesiones de competencias a Cataluña y las zonas azotadas por el narcotráfico han dejado desiertas muchas plazas en el Cuerpo. "Es una plantilla de castigo", señalan fuentes policiales a LA RAZÓN que lamentan que la nueva promoción que jura su cargo a finales de este no podrá completar este cupo.
La División de Personal emitió el pasado 28 de abril el listado con las plazas desiertas que tiene el Cuerpo en los diferentes puntos de España. Son un total de 3.367 policías, 387 oficiales y 501 subinspectores, según la resolución a la que ha tenido acceso LA RAZÓN. Más de un tercio de ellas (1.285) se encuentran en la ciudad de Madrid, una circunstancia que se debe a que la gran parte de los servicios centrales se ubican en la capital.
Una gran parte de esta cifra se completará cuando juren su cargo, a finales de mayo, los miembros de la Promoción XXXIX que tienen asignadas 2.456 plazas. Sin embargo, su aterrizaje en las diferentes dependencias policiales de España no supondrá que se completen las plantillas, y, mucho menos, en las zonas donde desde hace años se están reduciendo sus efectivos.
Las cesiones de competencias en Cataluña
De esta forma, una de las regiones que más castigadas para la Policía Nacional es Cataluña cuya Jefatura Superior tiene 416 vacantes de policías, 49 de oficiales y 72 de subinspectores. Igualmente, el Puesto Fronterizo del Aeropuerto El Prat de Llobregat necesita 280 plazas de la escala básica, 11 oficiales y 16 subinspectores. El total sumado son más de 1.500 en toda la región.

"Los que vienen aquí son los nuevos jurados. Casi nadie como voluntario. Pasan el tiempo mínimo imprescindible, como todo el mundo, y después se van al año a otras plantillas con un movimiento más fácil. Estamos viendo que ya la gente no espera ni un año para irse a su tierra", lamenta en declaraciones a LA RAZÓN, Iván Álvarez de Jupol Barcelona. Una de las sensaciones que tienen es que son una "plantilla de castigo".
Una de las propuestas que podrían hacer más atractivo este destino es el "plus" que generaría ser considerados zona de especial singularidad. "No hay ninguna aliciente para venir a Cataluña", añade.
Los ataques de los narcos
Este complemento salarial también se ha reclamado de forma reiterada en las zonas de Andalucía que están azotadas por el narcotráfico. Precisamente, una de ellas, Algeciras, tiene más de medio centenar de vacantes en sus filas. Los expertos señalan la "falta de reconocimiento institucional" como uno de los puntos claves. El área del Campo de Gibraltar es uno de los territorios más hostiles para los agentes que se ven en el punto de mira por estos delincuentes.
"Es un sinónimo claro de que estamos hablando de una provincia que no es para nada del agrado de los policías para desarrollar su trabajo, ya que, entre otras cosas, tenemos una grave situación con el tema del narcotráfico, el crimen organizado y la inmigración irregular", afirma Javier Calero de Jupol Cádiz. Son muchos los frentes que tienen que asumir.

"Son conocidos los casos de amenazas y extorsiones que sufren numerosos compañeros en su vida personal por parte de las organizaciones. El aumento exponencial del tráfico de hachís y que ahora mismo somos la puerta de entrada de la cocaína de toda Europa", argumenta. "Nos estamos convirtiendo prácticamente en una provincia que está bajo el control de una narcoeconomía", prosigue.
El problema de las Islas Baleares
Además, de Cataluña y Algeciras otro de los lugares más castigados por estas vacantes es Baleares que tiene un computo global de 427 policías nacional. "Tenemos un déficit de más de 400 agentes, somos una comunidad con una población flotante durante ocho meses y estamos a la cabeza de la criminalidad según el mismo Ministerio del Interior", detalla Chechu Enrique, secretario regional de Jupol Baleares.
"El problema de la insularidad es sabido por todos los políticos y ninguno hace nada para paliarlo, no puede ser que nadie quiera venir a trabajar a Baleares, no hay vivienda asequible, la cesta de la compra es la más cara y los pilares del bienestar es la seguridad", enumera. Precisamente, estos problemas los comparten de forma conjunta con sus compañeros de la Guardia Civil. Y es que en estas islas hay un puesto que tiene el mayor número de vacantes del Instituto Armado.
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