
Interior
Nadie quiere quitar el amianto de un cuartel de la Guardia Civil
El proceso de demolición de una zona de un cuartel de la Guardia Civil en Murcia queda desierto y los agentes tendrán que convivir durante más tiempo con el amianto que persiste en el techo

Más de diez días esperando sin recibir una oferta. La Guardia Civil no ha tenido más remedio que dejar desierto un concurso para quitar el amianto de uno de los edificios de su cuartel en Bullas. El precio para hacer estos trabajos de más de 15.000 euros no ha convencido a ninguna empresa y las reformar tendrán que esperar hasta que encuentren una nueva solución.
El órgano de contratación de esta reforma es la 5ª Zona de la Guardia Civil de la Región de Murcia que publicó el pasado 9 de julio el pliego de contratación para efectuar estos trabajos. "Obras de demolición de antiguas cocheras, retirada de uralitas de amianto, solado de zonas leñeras y construcción de un nuevo techado para aparcamiento en el cuartel de Bullas de la Guardia Civil", rezaba el objeto del contrato.
De esta forma, los mandos del Instituto Armado habían planeado un valor estimado de 15.867,77Euros para llevar a cabo este cometido en el plazo de un mes. Había también que sustituir el techado de uralita por uno de chapa. A pesar de estos esfuerzos, el 21 de julio, el plazo de presentación de ofertas finalizó sin ellas y el procedimiento quedó desierto.

La Guardia Civil realizó hasta un informe fotográfico de la situación con la que tienen que lidiar sus componentes en Bullas. Esta casa cuartel fue construida en el año 1965, según la información catastral publicada, y tiene a su alrededor un conjunto de edificaciones.
El objetivo de interés de este contrato es una zona en la planta baja que se utiliza para el aparcamiento de vehículos y almacenamiento, en el lindero este de la parcela. Se ubica un techado que se pretende sustituir.
Los restos del amianto
Y es que se trata de una cobertura de placas de fibrocemento, con presencia de amianto, apoyada con un sistema de sujeción mecánica por tirafondos sobre unas correas de madera de sección rectangular, que a su vez apoyan sobre unas viguetas pretensadas de hormigón empotradas en pilares y muros de fábrica de bloque de hormigón, en la dirección este-oeste.
Según describe el Instituto Armado, el alero de las cubiertas apoya en una correa metálica que arriostra los pilares entre sí, fijándose a ella los paneles mediante ganchos en U. En el cuerpo más al sur, en la zona de almacenamiento denominada como "leñeras", debido a su mayor nivel de compartimentación, el sistema de cobertura es el mismo, pero las correas de madera se empotran directamente en los muros divisorios entre estancias, en el sentido norte-sur.
Asimismo, sobre los restos de amianto retirados, la Guardia Civil alertaba de que se envolverán o colocarán en una bolsa cerrada y estanca, que a su vez debe ser metida en una segunda bolsa cerrada y estanca donde se colocará el etiquetado reglamentario de que contiene amianto. A pesar de todo ello, los agentes de Bullas tendrán que esperar. Los mandos del cuartel buscarán alternativas para poder acometer estos trabajos.
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