Castilla-La Mancha
Una nueva meta volante en la carrera
Page sigue con preocupación las negociaciones políticas entre los diferentes grupos tras los resultados de las elecciones del 23J
Ha sido una semana diferente, extraña. La muerte de Federico Martín Bahamontes ha acaparado todos los titulares de unos días en Toledo, donde la tranquilidad del mes de agosto debiera haber servido para poner sordina a la actualidad política. Sin embargo, el fallecimiento del ciclista hizo que la Ciudad Imperial fuera el epicentro de la atención de miles de personas, que querían despedir a Federico con los honores que merecía quien tanto dio y luchó por su tierra.
En este contexto, el presidente de la Junta, Emiliano García-Page, no quiso faltar al último adiós del Águila de Toledo. Tras su muerte el pasado martes en la casa donde residía en Valladolid, el traslado a Toledo, el homenaje en la Sala Capitular del Ayuntamiento con el alcalde Carlos Velázquez como principal anfitrión y la Misa Funeral en la Catedral Primada a la que asistió el propio Page, se ha desarrollado toda una serie de acontecimientos en el que el homenaje al ciclista ha ocupado un lugar preeminente.
Page, quien aprovechaba estos días de agosto para buscar cierto descanso tras un curso electoral durísimo, permanecía informado de la evolución de los acontecimientos. El fallecimiento de Fede, con quien tanto contendió sobre todo en su época como alcalde de Toledo, precipitó su vuelta a la ciudad y la participación en las exequias del corredor.
De él habló maravillas durante la última despedida el pasado miércoles, resaltando su carácter luchador y subrayando su capacidad para emprender cosas y metas nuevas, después de haberlo conseguido todo como corredor profesional sobre una bicicleta.
En este contexto, el presidente de Castilla-La Mancha concedió una entrevista al ente público de CMM. Los compañeros de la televisión y la radio de la comunidad autónoma aprovecharon para preguntarle no sólo por la muerte de Federico Martín Bahamontes, sino por la actualidad política y el complicado marco de negociaciones establecido tras el resultado electoral del pasado 23 de julio.
Page, que no suele rehuir pregunta alguna, fue sincero cuando aseguró que el resultado de las elecciones había sido “diabólico” y que
resultaba “muy triste” el hecho de que la gobernabilidad de España dependiese de un “prófugo de la justicia”.
Durante su carrera política, García-Page no ha eludido los principales asuntos de debate político nacional, entendiendo que su opinión como presidente autonómico también podría condicionar el marco general del país. Por ello, uno de los principales críticos con los indultos de los condenados del procés y uno de los más firmes detractores de las reformas de los delitos de malversación y sedición, tampoco ha permanecido callado viendo el cariz de los acontecimientos que tomaba la negociación tras los resultados electorales de los últimos comicios generales.
La opinión de Page tiene mayor valía teniendo en cuenta que es el único líder del Psoe que ha conseguido revalidar la mayoría absoluta tras el 28 de mayo, después de que aquella cita con las urnas supusiera una debacle socialista hasta el punto de obligar a Pedro Sánchez a adelantar las elecciones generales. Su oposición frontal a las principales estrategias del presidente del Gobierno la pasada legislatura es precisamente lo que le valió la reválida de la confianza en su comunidad autónoma.
Ahora el entorno de Page – y él mismo, ciertamente- insiste en que no dejará de dar sus opiniones en relación a lo que ocurra en España. Su pertenencia al Partido Socialista y a lo que es entendida como la corriente clásica de la socialdemocracia, revalidada por las urnas, le confiere legitimidad para decir blanco sobre negro aquello que considere sobre el rumbo político del país.
La capacidad de influencia y la posibilidad de virar algunos rumbos dentro de su propia formación le espolean a no permanecer callado y a ser brújula dentro de lo que ahora pueda parecer corriente minoritaria en el partido, pero que nunca dejó de tener adeptos. De ahí que Page, cuya carrera en la vida política es extensa, no deje de pedalear en situaciones complejas como la actual. Aunque la meta volante pueda ser difícil y parte del pelotón no apoye su estrategia. Pero, al igual que Fede, siempre encuentra aliados durante la carrera.
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