Tensión PP-Vox
El órdago de Vox por la inmigración que no amarga a Génova
La ruptura de los gobiernos de coalición alarma a algunos barones, pero seduce en el ámbito nacional
Esta última vez ha sido por la migración. Después de varias semanas mareando con la amenaza de romper los gobiernos autonómicos de coalición que mantiene con el PP, Santiago Abascal volvió ayer a elevar la puja y a comprometer su palabra si no se atiende a su exigencia de que ninguno de los gobiernos en los que participa Vox se haga responsable del reparto de menores migrantes. «Se considerarán rotos todos los gobiernos regionales que no utilicen todos los medios políticos y legales para evitar la distribución de Menas y, por tanto, la distribución de inseguridad por toda España».
La respuesta del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, fue que las comunidades del PP seguirán cumpliendo con sus compromisos y con las cuotas de solidaridad que les corresponde, si bien el PP no apoya la reforma de la ley de extranjería que ha anunciado el Gobierno y el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, con el que el PP gobierna en coalición.
Vox está haciendo llegar a algunos de los barones del PP con los que tiene relación –a nivel nacional está rota–, el mensaje de que esta vez van en serio y romperán los acuerdos, con el efecto desestabilizador que de esta decisión se deriva ya que el PP necesita los votos de Vox para sacar adelante sus Presupuestos. La recepción a nivel autonómico del órdago de Abascal es variada, y los hay más preocupados, y otros que se limitan a despejar balones fuera con el argumento de que cada uno es responsable de sus decisiones.
En cualquier caso, Feijóo tiene la obligación de no moverse de la posición adoptada y de su compromiso con la solidaridad, y más después del pulso que le plantea Abascal. Ya ha habido algunos titubeos o declaraciones de difícil comprensión que solo han servido para generar ruido en un tema en el que el margen de maniobra del PP es limitado. «Nosotros tenemos que seguir aceptando las cuotas que nos corresponden. Llevamos así desde el 21 y seremos solidarios con Canarias. Son seres humanos y menores», explicaba ayer tarde un presidente autonómico del PP.
Serviría para romper con el mantra de Pedro Sánchez de la identificación del PP y Vox
En clave nacional, la amenaza de Abascal se ve en algunos ámbitos como una ventana de oportunidad porque facilitaría, pese a la desestabilización territorial, romper con el mantra de Pedro Sánchez de la identificación del PP y Vox, el escudo que utiliza para movilizar a la izquierda y que le ha servido de parapeto en procesos electorales y para superar algunos otros conflictos. Pero, además, también colocaría en una situación comprometida a Vox, que tendría que dejar los cargos que ocupa y buscar un espacio desde la oposición, amén de explicar a sus votantes el sentido de sus movimientos , más allá de dar la impresión de entrar en una competencia con el fenómeno Alvise por ver quién es más antisistema.
Abascal no mantiene ningún hilo abierto con la dirección nacional del PP, se queja de que no les contestan a sus cartas, y de que no escuchan sus demandas. En el PP necesitan reforzar su perfil propio, evitar la identificación con Vox y corregir también las oscilaciones de rumbo para no irrigar oxígeno a Pedro Sánchez. Pero es que, además, los planteamientos de Vox no cuadran con la línea doctrinal del partido en este tema de la migración, por ejemplo.
El Gobierno ha adelantado a este 10 de julio la reunión de la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia con las comunidades para acordar el reparto de menores migrantes solos. Estaba prevista inicialmente para el 18 de julio.
El futuro de Feijóo y de su capacidad de construir una alternativa frente a Sánchez en las próximas elecciones generales se dirime en su competición con Vox. El flanco de Ciudadanos lo tiene muy cubierto, pero Vox ha ido resistiendo, con un suelo electoral que ya en las últimas generales fue responsable de que el PP perdiera escaños que hubieran sido decisivos para tener una mayoría.
Además, el discurso de Vox todavía genera tensiones internas y diferentes maneras de entender por dónde debe ir la estrategia para hacerla frente. Hay voces territoriales que creen que debe aislarse el mensaje de Madrid porque puede beneficiar a Isabel Díaz Ayuso, pero no tiene el mismo recorrido fuera de la comunidad madrileña. En todo caso, Vox sigue explotando con cierta eficacia aquellos temas en los que sabe que los populares pueden sentirse más incómodos, mientras que a ellos les sirven para ensamblar a su electorado. Es el caso de la migración, pero también de la violencia machista o de los pactos para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
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