La Pasión de Podemos

Pablo Iglesias, quien se define no religioso y admirador del Papa Francisco, está viviendo su particular Semana Santa de Pasión. Así como en estas fechas, los cristianos recordamos la traición de Judas Iscariote a Jesucristo ante el Sanedrín, a cambio de treinta monedas de plata, Pablo Iglesias asiste a la traición, como su madre Luisa Turrión ha calificado la presentación de Sumar, de Yolanda Díaz. No se trata de monedas de plata, sino de poder. El poder de liderar la ultraizquierda a la izquierda de Pedro Sánchez.

Yolanda Díaz se lo debe todo a Pablo Iglesias, sin su ayuda hubiera sido una diputada más en el Congreso de los Diputados, a las órdenes de Pablo Echenique, con la única función de fijar la posición de Unidas Podemos en los trámites legislativos de las leyes llevadas al Parlamento por parte del Gobierno.

A Yolanda Díaz hay que reconocerle que el dicho «no se moja ni en la ducha» le viene como anillo al dedo. Su opinión en los temas que van contra su ideología política es desconocida. No sabemos si está favor o en contra de la ayuda militar a Ucrania o si está de acuerdo o no con el cambio de postura sobre el Sáhara. Asuntos controvertidos que son despachados con una sonrisa muy exagerada mostrando su dentadura al completo y arrugas en el contorno de los ojos con un buenísimo tontuno que aún no entiendo cómo no alertó a su mentor. Ella siempre se dirige a su interlocutor como si éste fuera tonto o tuviera una edad comprendida entre los 0 y 6 años.

El Triduo Pascual conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Unidas Podemos está viviendo su pasión y la gran pregunta es si Sumar de Yolanda Díaz va a suponer la muerte de Podemos o la resurrección de Pablo Iglesias.