Investidura

Sánchez acudirá a la reunión con Feijóo para disputarle el foco al líder del PP

El Gobierno pasa de criticar la «ficción» de Feijóo a aceptar participar en ella por «pura cortesía»

 Cara a cara electoral en Atresmedia entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez.
Cara a cara electoral en Atresmedia entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez. Alberto R. Roldán La Razón

El PSOE ha ido basculando en su estrategia de cara a la investidura. La propia –una futura de Pedro Sánchez– y la inmediata, la de su rival directo y líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. En un primer momento, tras las elecciones del 23 de julio, los socialistas –embriagados por los resultados de las urnas– asumieron un segundo plano, reservando todo el foco a un PP que, pese a ganar los comicios, había quedado en una situación comprometida por su incapacidad para convertir esa victoria en una expectativa real de gobierno. En el entorno de Sánchez acuñaron una frase muy gráfica: «Dejar que Feijóo se cueza en su propia salsa». Una frase que ha ido operando con mayor o menor intensidad durante estas semanas.

Sin embargo, pronto este excesivo foco apuntando a Feijóo comenzó a proyectar su sombra sobre la Moncloa y desde el Gobierno decidieron activar todas sus terminales para lanzar una crítica feroz contra los intentos del líder del PP por acceder al poder, acusándole de dar alas a una «ficción», con una investidura «fake» que suponía una «pérdida de tiempo» para los españoles. Sánchez parecía tener prisa entonces y desde su entorno deslizaban que aspiraba a someterse a una investidura «pronto», tras certificar el éxito del pacto con Junts para controlar la Mesa del Congreso y poner al frente de la tercera autoridad del Estado a la socialista Francina Armengol.

No obstante, ante la imposibilidad de tener amarrados esos apoyos antes de comparecer ante el Rey, en el marco de la ronda de consultas iniciada de manera inmediata por el jefe del Estado, en Ferraz comenzaron a virar en su discurso y aseguraron que no le cortarían el paso a Feijóo y que respetarían el encargo del Rey, si este decidía proponer al líder del PP. De nuevo volvía a operar aquello de que el presidente popular se cociera en su jugo, achicharrado por un mes de foco mediático, mientras los socialistas utilizaban este margen para trabajar con discreción sus propios apoyos para hacer un intento exitoso tras certificarse el fracaso del PP. Esta estrategia errática, de idas y venidas, la rompió ayer el propio Feijóo, al anunciarse desde Génova una inminente llamada al líder socialista para fijar un encuentro en la ronda de reuniones que tiene previsto emprender en las próximas semanas para calibrar –y confirmar– el respaldo con que cuenta de cara a los próximos 26 y 27 de septiembre.

Tras meses de incomunicación y con una distancia entre ellos que va más allá de lo puramente ideológico, Sánchez y Feijóo se reunirán próximamente. El presidente del Gobierno en funciones acepta la propuesta del PP y se sentará frente a su rival en las urnas, dando carta de naturaleza a sus intentos –que desde el PSOE siguen calificando como «fake»– de hacerse con el poder. Fuentes socialistas consultadas por este diario encuadran la cita en la «pura cortesía». «No vamos a hacerle el feo», aducen, recordando que «ahora tiene un encargo del Rey». «Tenemos respeto al proceso y a la liturgia», aseguran. «Nadie nos va a decir que le hacemos de menos a él o al Rey», apuntan inmediatamente.

Sin embargo, en un primer momento, desde el PSOE se acogió con cierta frialdad el movimiento de Feijóo, sin querer confirmar que fuera a acudir el propio Sánchez, como luego sí confirmaron desde Moncloa, apelando a la «normalidad democrática» que les llevará a hablar con todos, salvo con Vox. La asistencia de Sánchez al encuentro no es óbice para que desde Ferraz se siga atacando al PP por su «nula capacidad» para ser presidente del Gobierno, algo que creen que acredita el gesto «inaudito y revelador» de que solo se vaya a reunir con Sánchez y al resto de reuniones con los grupos parlamentarios acudan «personas interpuestas».