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Sánchez "españoliza" el inicio de campaña de las elecciones catalanas ante un separatismo en horas bajas

El PSC convierte su primer acto en un "espaldarazo" al presidente del Gobierno mientras Illa lidera la carrera por la Generalitat frente a un Puigdemont y un Aragonès rezagados

Políticamente, en las últimas 24 horas, nada ha concentrado más protagonismo que el anuncio de Pedro Sánchez dándose un periodo de cinco días para reflexionar si continúa en la Moncloa o no. El lunes despejará la duda en una comparecencia de prensa, pero todo este episodio va a marcar el inicio de la campaña electoral en Cataluña y eso favorece y mucho al PSC. Con su maniobra, Sánchez convierte toda la política española en un plebiscito sobre su figura y eso va a tener un claro impacto en las elecciones catalanas del próximo 12 de mayo en un momento en que el socialista Salvador Illa encabeza con holgura todas las encuestas.

La maniobra convierte a Sánchez prácticamente en actor central de las elecciones catalanas, algo que ya les funcionó muy bien a los socialistas en las generales de julio porque obtuvieron 19 de los 48 escaños que se repartían en Cataluña: es decir, se quedaron a cinco diputados de la "mayoría absoluta". Ahora mismo, tras los últimos datos del CIS, están en 39-40 escaños, a 28-29 de los 68 diputados que marcan la mayoría absoluta en el Parlament.

Sánchez está muy necesitado de un éxito electoral para sobrevivir a lo que queda de legislatura (más de tres años) y nada mejor que Cataluña para coger impulso. Y el escenario parece bastante propicio: con un Illa muy sólido y un independentismo abierto en canal, los socialistas tienen grandes opciones de gobernar, salvo que tropiecen con las negociaciones postelectorales. Para evitar ese escenario, necesitan una victoria muy holgada y una mayoría contraria a la independencia (las proyecciones del CIS dan entre 67 y 71 escaños a PSC, PP, Vox y Comunes) para evitar que Carles Puigdemont o Pere Aragonès puedan tener cualquier tentación de reclamar la investidura.

Tanto Puigdemont como Aragonès están en horas bajas: el CIS proyecta un empate técnico entre ambas formaciones en torno a 28 escaños y el temor está en la sangría de votos hacia opciones independentistas mucho más radicales. En este sentido, la ultraderechista Aliança Catalana está acariciando entrar al Parlament a costa de robarle votos a todas las formaciones independentistas. Según analistas demoscópicos consultados por este diario, ahora mismo, un 10% de los votantes de Junts se estarían desplazando hacia Aliança Catalana; un 8% de los de la CUP; y, un 7% de los de ERC. No es de extrañar que el partido de Sílvia Orriols arrebate votantes a las tres formaciones independentistas porque, además de su claro discurso antiinmigración, también se caracteriza por recuperar la vía dura hacia la independencia rescatando la Declaración Unilateral de Independencia.

Este escenario tiene muy preocupado tanto a Junts como a Esquerra, que en los últimos días se han agitado en busca de ayuda para tratar de cerrar la hemorragia de votos hacia opciones ultraderechistas. En el caso de Junts, se une, además, la candidatura de Clara Ponsatí, exconsellera de Puigdemont, quien podría estar arrebatándole 50.000 votos en Barcelona, un agujero importantísimo.

Este mismo viernes, los candidatos ya protagonizan un primer debate en el que podrán ir desentrañando sus propuestas electorales, que van a estar menos monopolizadas por el "procés" que en las últimas contiendas. En este sentido, cuestiones como la inmigración, la seguridad, la "okupación", los impuestos, la sequía, el fracaso educativo o la sanidad van a estar más en el centro que en las anteriores elecciones. Y es que sobre los pactos postelectorales, las cartas están ya prácticamente todas encima de la mesa: ya se han desvelado los vetos cruzados.

De momento, el PSC, claro favorito a la victoria, ha dado comienzo a su campaña electoral en Sabadell, bastión socialista. Y lo ha hecho con una Ejecutiva convocada de forma extraordinaria para abordar la situación de Sánchez en un claro gesto para dar apoyo al presidente del Gobierno: de hecho, de ahí salió una declaración con cinco puntos que manifestaban "todo el apoyo personal y político" al también líder del PSOE y hacía un llamamiento a la "resistencia colectiva" frente a "mensajes" que buscan "erosionar la convivencia".

El mitin concentró a 1.600 personas y arrancó con un vídeo de apoyo a Sánchez y el "Que merezca la pena" de la banda vallisoletana Siloé, en un guiño al presidente de Gobierno, quien en su carta dudó de si "merece la pena" continuar en la Moncloa ante la "campaña de acoso". En el acto, además del propio Illa, también participó el ministro Jordi Hereu, quien instó a Alberto Núñez Feijóo a "aprender lo que es calidad democrática" después de que Illa haya dejado gobernar a Esquerra pese a su victoria en 2021. El propio Illa acusó al PP de falta de "patriotismo" por no "respetar" las instituciones y querer "destruir al adversario". "Todos tenemos derecho a gobernar. Lo decide la gente. Hacemos un llamamiento a la sociedad para levantar una resistencia colectiva a este tipo de políticas", ha sentenciado. "Te decimos Pedro que, de tu resistencia individual, haremos una resistencia colectiva. Pedro, estamos contigo. El PSC está contigo", ha zanjado, entre fuertes gritos de apoyo a Pedro Sánchez.