Política

Palma de Mallorca

Seis horas de «factura en factura»

El juez Castro a su salida del juzgado de Palma, donde ayer llegó a las siete de la mañana
El juez Castro a su salida del juzgado de Palma, donde ayer llegó a las siete de la mañanalarazon

Durante seis horas, el juez Castro preguntó a la Infanta por todas las facturas cargadas por los Duques de Palma a Aizoon, la empresa que compartía con su marido, una concienzuda labor que, según uno de los abogados presentes en la declaración, «se podría haber ahorrado después de que, en la segunda pregunta, le contestase que no tenía ni idea de la gestión de la sociedad».

Como estaba previsto, el magistrado abrió el interrogatorio, que protagonizó durante toda la mañana, hasta que acordó un receso para comer a las tres de la tarde. No es de extrañar que, según las fuentes consultadas, la respuesta más repetida por Doña Cristina durante el interrogatorio fuese «lo desconozco». El magistrado la trató de usted (sólo el letrado de la Infanta y la abogada de Manos Limpias se dirigieron a ella como «alteza») y fue desmenuzando el cuestionario que tenía preparado (que superaba las 400 preguntas), ayudándose de los documentos en pdf, seleccionados por él, que se iban exhibiendo en la pantalla habilitada en la sala.

«Castro estuvo bien, tranquilo y, por momentos, irónico», aseguraron las fuentes consultadas. Entre él y el fiscal Pedro Horrach «se impuso el fair play», añaden. El único incidente, de hecho, se produjo cuando la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, una vez que la Infanta se había negado a contestar a sus preguntas «ha intentando hacer una declaración de principios y Castro no la ha dejado, lo que ha provocado un rifirrafe con los abogados», explicaron.

Al prolongado turno de preguntas del instructor contribuyó, apuntan fuentes jurídicas, que Castro «es muy insistente en sus interrogatorios y suele formular las preguntas con las respuestas implícitas, de forma que si no escucha lo que espera, repregunta en busca de esa respuesta que él mismo ha sugerido, lo que hace que la declaración se alargue». «Ha sido muy aburrido», aseguró una de las personas presentes en la declaración.

Acabado el interrogatorio, Castro eludió hacer valoración alguna a la salida. «No es momento de hacer ninguna valoración. Cuando llegue el momento del trámite que corresponda se harán las valoraciones que correspondan», sentenció el magistrado.