
Tribunales
El Supremo cita al fiscal general como imputado y apunta a una "dinámica delictiva" con la filtración
Apuntala los indicios contra García Ortiz e imputa también a su mano derecha en la Fiscalía, Diego Villafañe

El magistrado del Tribunal Supremo (TS) Ángel Hurtado ha citado a declarar como investigado el próximo 29 de enero al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y ha imputado a su mano derecha, el jefe de la Secretaría Técnica, Diego Villafañe. El instructor actúa al considerar apuntalados los indicios delictivos contra él y la fiscal jefa de Madrid, Pilar Rodríguez. Esta última será interrogada el 30 de enero.
En su auto, el magistrado explica que de las diligencias practicadas "se viene a apuntalar" la presunta participación tanto de García Ortiz como de Rodríguez "en los hechos delictivos". Pero, además, explica que hay indicios para ampliar las imputaciones y añadir también a Diego Villafañe, quien también se implicó en la elaboración de la nota y la recopilación de los correos electrónicos sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso.
En concreto dice que "los tres, de manera coordinada, se podrían haber concertado para revelar secretos o informaciones reservadas relativas a otro ciudadano", en referencia a Alberto González Amador. El magistrado insiste en que tuvieron conocimiento de la investigación "por razón de su oficio o cargo" y que los datos que se publicaron en prensa sobre los correos de su abogado y el fiscal Julián Salto "no deberían haber sido divulgados".
"Fue la persona que dirigió los pasos"
El instructor se apoya en los últimos informes de la UCO y, en concreto, en el oficio sobre el volcado del teléfono de Pilar Rodríguez. Del análisis de los mensajes se determinó que García Ortiz tuvo "una participación preeminente" en la filtración en prensa de las comunicaciones, y, en concreto, del correo que envió el abogado de González Amador al fiscal Salto el 2 de febrero en el que reconocía la comisión de dos delitos fiscales y se abría a alcanzar una conformidad.
El instructor se apoya en estas conclusiones para apuntar que, de manera provisional, se puede hablar de "una dinámica delictiva que tuvo por objetivo divulgar por medio de filtraciones información concerniente a la intimidad de una persona, que debería haber sido objeto de reserva". De esta forma, el Supremo mantiene los indicios de delito en la filtración de los correos que recabó el fiscal general la noche del 13 de marzo y no tanto en la nota informativa que se redactó con esta información y que se envió a los medios el 14 de marzo.
"Lo que las diligencias practicadas hasta el momento apuntan, con un elevado grado de verosimilitud, es que, por ahora, hay una base indiciaria para presumir la relevante participación de este investigado (García Ortiz) en esa filtración, en la medida que fue la persona que dirigió los pasos que llevaron a ella, aprovechando la situación de superioridad que ostentaba sobre otros fiscales", indica Hurtado.
"Trasiego de mensajes"
La ausencia de mensajes localizados en el teléfono del fiscal general no impide que el instructor acote los indicios contra los investigados. Al contrario, considera acreditado "su papel relevante" en la filtración. "El solo trasiego del intercambio de mensajes (...) y los pasos que da antes para lograr hacerse con él (en referencia al correo), reveladores de momentos de urgencia y gran tensión, que tienen lugar bajo su batuta (...) es lo suficientemente indicativo de su papel relevante en la divulgación de una información reservada y confidencial que no debió divulgarse", sostiene.
Hurtado se refiere a los movimientos que se produjeron en la cúpula de la Fiscalía la noche del 13 de marzo tras publicar El Mundo que la institución había ofrecido una conformidad a la pareja de Díaz Ayuso. Para desmentir este extremo, García Ortiz contactó con la fiscal jefa de Madrid, Pilar Rodríguez, y con la fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra. A ambas les ordenó requerir los correos de Julián Salto y difundir una nota de prensa que desmintiera este extremo.
Los mismos entraron en el correo personal de García Ortiz a las 21.59 horas de aquel 13 de marzo y, apenas una hora después, se publicaron las primeras informaciones en prensa sobre el contenido de dichas comunicaciones. Para Hurtado este dato es determinante puesto que pone de relieve "unas prisas" por parte de García Ortiz hasta tal punto que "no podía esperar a la mañana siguiente".
"El equipo de Fortuny"
En relación con el testimonio de dos de los ocho periodistas que declararon en sede judicial la semana pasada, Hurtado alega que no desvirtúa los "datos objetivos" contra García Ortiz. Estos dos testigos explicaron que tuvieron acceso al correo antes de que estuviera en posesión del fiscal general, por lo que, de ser así, se le exoneraría de la responsabilidad de la filtración.
El magistrado de la Sala Segunda sostiene que esos testimonios "no aportan datos objetivos" y que contrastan, además, con otras testificales del pasado 8 de enero que niegan que hubiera sido así. "Los elementos objetivos que aportan las diligencias practicadas apuntan a que solo tras la recepción por parte de Álvaro García Ortiz del correo de 2 de febrero a las 21:59 horas es cuando tiene lugar su difusión, lo que debe llevar a mantener su condición de imputado", indica.
En lo que respecta a Pilar Rodríguez, que está citada para el 30 de enero, explica que es la persona que le facilita a Diego Villafañe el expediente de Alberto González Amador que se publicó en prensa el 12 de marzo y la que remite a García Ortiz el correo clave a sabiendas de que la finalidad era filtrarse en prensa. Sobre Villafañe, que ejerce el puesto que ocupó García Ortiz cuando la Fiscalía la dirigía Dolores Delgado, dice que tiene un papel de relevancia en los hechos.
Hurtado sostiene que en su condición de "persona de confianza" del fiscal general, está en contacto con Pilar Rodríguez y que participó en el trasiego de recopilación de información. "Solo se entiende en el contexto de una operación coordinada, propia de una labor de equipo, como, por lo demás, acabó definiéndolo la propia Pilar cuando hablaba del 'equipo de Fortuny'", sostiene el magistrado instructor.
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